Ya todo está consumado. Mariano Rajoy, el otrora todopoderoso presidente del gobierno español que, apoyado desde el trono, hizo de España un verdadero hervidero político y social; aquel que en más de una ocasión aplastó a las minorías políticas y a las autonomías regionales en nombre de la ‘unidad de España’ y aquel que tantas veces atacó al gobierno del presidente Maduro, fue destituido de su cargo luego que el parlamento aprobara una moción de censura por las inmensas pruebas de corrupción de su partido en la denominada trama Gürtel.

 

Resulta paradójico que precisamente hayan sido esas minorías como los independentistas catalanes o los nacionalistas vascos quienes terminaron sacando a Rajoy de La Moncloa, dando los votos necesarios que faltaban para apoyar la propuesta del presidente del PSOE, Pedro Sánchez, de formar un gobierno de unidad y que no reproduzca los vicios desatados durante el largo mandato del Partido Popular.

 

Y es que el hecho de que Mariano Rajoy, que fue considerado un ‘hombre fuerte’ luego de su actuación en el caso del referendo catalán, se haya pasado ocho horas escondido en un bar mientras se debatía su salida del gobierno dice mucho del personaje: Fue fuerte mientras controlaba todo y mientras gozaba del apoyo irrestricto de la corona. Pero todo algún día llega a su fin.

 

Luego de su salida del gobierno, el ahora expresidente español colgó este 1° de junio un par de mensajes en Twitter donde dio las gracias al pueblo español -y al corrupto Partido Popular causante de su salida- y donde manifestó sentirse orgulloso de «haber dejado a España mejor de la que encontró»: Una España con miles de desahucios, con miles de personas comiendo de la basura, con miles de detenidos por protestas pacíficas, con corrupción a todas las escalas y una España más dividida que nunca gracias a sus caprichos de no reconocer las autonomías regionales. Esa es la España que ha dejado Rajoy; la de los indignados, de raperos presos y decenas de tramas Gürtel.

 

 

 

Pedro Sánchez nuevo presidente

A partir de ahora, el presidente del gobierno español será Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español, un partido que en más de una vez también ha estado salpicado por numerosos casos de corrupción. Una nueva etapa política comienza en España con la elección de Sánchez como Presidente.

 

Sin embargo Sánchez llega a la presidencia con 180 votos, 10 más de los que consiguió Rajoy para su investidura.

 

El líder socialista, que es el primer vencedor de una moción de censura en España, ha conseguido reunir los apoyos de los diputados de su grupo parlamentario, Unidos Podemos, ERC, PNV, PDeCAT, Compromís, Bildu y Nueva Canarias para descabalgar al Ejecutivo del PP, ocho días después de que el partido fuera condenado por la trama Gürtel.

 

 

Ely Reyes/Ciudad VLC

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