“Sin retroceder”… Desde este portal llamado Nos (otras), hemos venido abriendo espacio al debate y la reflexión sobre las múltiples maneras en las que la violencia hacia las mujeres se expresa en el seno de la sociedad. También se ha dejado margen para abrigar temas sensibles y testimonios asociados a la violencia y sus consecuencias para quien la padece y, por lo tanto, para la sociedad que la reproduce sistemáticamente.
El 2024 fue un año que siguió mostrando, a lo largo y ancho del mundo, las distintas maneras en las que las violencias extremas han tenido lugar. Pero también cómo las violencias menos visibles han servido de soporte para perpetuar las asimetrías por razones de género. Esto nos ha hecho reflexionar sobre la imperiosa necesidad de fortalecer y construir un bloque orgánico dispuesto a combatirla para que, de esta manera, podamos establecer relaciones equitativas y vínculos seguros para todas las personas.
Aunque no hay información actualizada más allá de octubre de 2023, sí se sabe que el número de femicidios para el 2024 guarda similitud con las cifras anuales de la ultima década. Por lo que, más allá de las campañas que demonizan la lucha feminista, por considerarla extremista, la realidad traduce otra cosa.
Combatir las violencias extremas es un objetivo que sigue ocupando un lugar necesario en la agenda de las mujeres y no puede ser de otra manera. Además, el arribo de regímenes totalitarios como el talibán, el sionista o el propio gobierno de Milei, por ejemplo, muestran el desmantelamiento súbito de políticas que tardaron décadas en construirse en favor de las mujeres desde los feminismos y las instancias gubernamentales. Es decir, la equidad no tiene cabida, sino en el marco de las democracias participativas. Por lo tanto, la defensa de la democracia es un propósito sustancial.
En ese sentido, nos pudiéramos anticipar a algunas tendencias y desafíos relacionados con la violencia contra las mujeres en 2024, basados en patrones históricos y en el contexto social y político actual. Aquí hay algunos puntos pertinentes para cualquier balance y los desafíos que siguen vigentes:
- Aumento de la Conciencia Social: Es probable que continúe la creciente conciencia sobre la violencia de género, impulsada por movimientos sociales y campañas de sensibilización. Esto puede llevar a un aumento en la denuncia de casos y a una mayor presión sobre las autoridades para que tomen medidas.
- Legislación y Políticas: Muchos países están revisando y fortaleciendo sus leyes sobre violencia de género. En 2024, pudimos ver la implementación de nuevas políticas o reformas legales para proteger eficazmente a las víctimas y sancionar a los agresores. Aún falta mucho por hacer.
- Impacto de la Pandemia: La pandemia de COVID-19 exacerbó muchas formas de violencia contra las mujeres. A medida que las sociedades continúan recuperándose, es posible que se sigan viendo sus efectos, incluyendo un aumento en la violencia doméstica y el acoso. Y, a su vez, de nuevos debates y políticas respecto a formas de violencias normalizadas.
- Violencia Digital: Con el crecimiento del uso de tecnologías digitales, es probable que el ciberacoso y otras formas de violencia en línea sigan siendo un problema significativo. La necesidad de regulaciones más estrictas y recursos para las víctimas será un elemento importante y necesario.
- Interseccionalidad: Se espera que el enfoque inter-seccional gane más relevancia, reconociendo factores como la raza, la clase, la orientación sexual y la discapacidad pueden influir en la experiencia de violencia contra las mujeres.
- Apoyo a Víctimas: La disponibilidad de servicios de apoyo, como refugios, líneas directas y asesoramiento legal, seguirá siendo fundamental. La inversión en estos recursos podría ser una prioridad en varias regiones del mundo, cuyas cifras en materia de violencia han venido en aumento.
- Educación y Prevención: La educación sobre igualdad de género y prevención de la violencia se volverá cada vez más esencial en las escuelas y comunidades, buscando cambiar actitudes y comportamientos desde una edad temprana. Es un elemento que debe ser transversal a toda la política pública.
- Femicidios: La lucha contra los feminicidios seguirá siendo un tema urgente, con demandas por justicia y protección para las mujeres en riesgo. Venezuela debe escalar a un plan para su erradicación. El 2024 deja una cifra desconcertante que demanda de mayores esfuerzos para combatir esta forma de violencia cruel y extrema. Según algunos observatorios, cada 33 horas ocurrió una acción femicida. Lo mismo que con los casos de violencia sexual.
- Movimientos Globales: Los movimientos feministas y de derechos humanos seguirán desempeñando un papel crucial en la visibilización del problema y en la presión por cambios significativos a nivel local e internacional.
En resumen, aunque se anticipan avances en la lucha contra la violencia de género, también se espera que persistan desafíos significativos que requerirán un compromiso continuo por parte de gobiernos, organizaciones y la sociedad en general.
Desde Nos (otras), seguiremos procurando el debate y problematizando acerca de las múltiples violencias y cómo combatirlas desde el debate amplio , la organización y la movilización permanentes, si realmente deseamos construir una sociedad de justicia y paz. No hay justicia sin equidad, no hay paz desde el ejercicio impune de la violencia.
Desde Nos (otras) seguiremos comprometidas con el pueblo mujer que toma la palabra y continuaremos sumadas a todas las acciones de justicia para combatir la impunidad y la Violencia en todas sus formas.
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Sin retroceder
Nuestro deseo es que el año 2025 podamos ver fortalecidas las políticas destinadas a garantizar una vida libre de violencia para todas las mujeres.
Feliz año 2025 a cada persona que nos lee y suma valiosos aportes. Seguiremos cultivando y resguardando el camino del amor y la vida.
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María Alejandra Rendón Infante (Carabobo, 1986) es docente, poeta, ensayista, actriz y promotora cultural. Licenciada en Educación, mención lengua y literatura, egresada de la Universidad de Carabobo, y Magister en Literatura Venezolana egresada de la misma casa de estudios. Es fundadora del Colectivo Literario Letra Franca y de la Red Nacional de Escritores Socialistas de Venezuela.
PREMIOS
Bienal Nacional de Poesía Orlando Araujo en agosto de 2016 y el Premio Nacional de Literatura Stefania Mosca 2019 en poesía.
PUBLICACIONES
Sótanos (2005), Otros altares (2007), Aunque no diga lo correcto (2017), Antología sin descanso (2018), Razón doméstica (2018) y En defensa propia (2020).
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