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A cincuenta años del golpe de Estado en Chile, una mirada retrospectiva nos coloca ante un pasado remoto, pero un presente que aún no borra aquella experiencia cruelmente significativa, a pesar de la distancia temporal.

Tenemos una sensación particularmente marcada por los sucesos que produjeron un dolor expansivo e imborrable, donde lo vivido, apenas en los días precedentes, contrastó de un modo particularmente violento, ante una inesperada realidad de consecuencias polares con el pasado inmediato.

Después de vivir la seguridad, la sencillez, la armonía, que conllevaban un aprendizaje de formas de convivencia particularmente armónicas con la vida ciudadana; tras las pérdidas acaecidas, se pasó a una confrontación con la violencia álgida, en su versión más horrenda y deshumanizada.

Los actos que se llevan a cabo todos los años, relativos a estos sucesos, responden a la necesidad de negarse a olvidar no solo a quienes fueron las terribles desgraciadas victimas del pueblo chileno, sino también a las posteriores generaciones de ese país, que cargan consigo lo sucedido a sus padres u otros miembros queridos de las generaciones precedentes.

Debe ser prohibido olvidar lo sucedido, por los siglos de los siglos.

 

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Chile merece una mejor suerte, en el proceso mismo de la construcción del pensamiento emocional de las nuevas generaciones. Y el terror devastador de ese pasado, no procesado, es fatal para la construcción de una doctrina optimista que contribuya a la definición de nuevos modos de mirar la historia y sus posibilidades didácticas para quienes hoy se forman.

Digamos sencillamente que está prohibido olvidar.

El miedo a la repetición de la temporada nefasta, que implicó la masacre de al menos dos generaciones de chilenos y coterráneos, es lo suficientemente agresiva para que, a pesar del tiempo transcurrido, la memoria histórica marque la pauta en una tragedia masiva difícil de borrar, aun para los jóvenes de este milenio.

 

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Laura Mercedes Antillano Armas (Caracas, Venezuela, 8 de agosto de 1950) es una escritora venezolana, que ha incursionado en los géneros de ensayo, poesía, cuento, novela y crítica literaria. También ha trabajado como titiritera, guionista de radio y televisión y promotora cultural.

Es licenciada en Letras Hispanoamericanas y Magister en Literatura Venezolana por la Universidad del Zulia (LUZ). Durante 25 años ejerció como profesora de Literatura en el pre-grado de la Facultad de Educación de la Universidad de Carabobo (UC). También coordinó el Postgrado en Literatura Venezolana de la UC (1995-1998), además de ejercer también como Directora de Cultura de la misma universidad (1999).

Es ganadora del Premio Nacional Cultura, mención Literatura, 2012-2014,​ Premio Bienal José Rafael Pocaterra mención Poesía con la obra “Migajas” (2004), Ascesis al Premio Miguel Otero Silva de la editorial Planeta de Venezuela con su novela “Solitaria solidaria” (1990), Premio de Cuento del diario El Nacional con su cuento “La luna no es de pan de horno” (1977), Premio Julio Garmendia de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con el cuento “Caballero de Bizancio” (1975).

Entre su vasta obra publicada se incluyen, entre otros: La bella época (cuentos, 1969), La muerte del Monstruo Come Piedra (novela, 1971 y 1997), Un carro largo se llama tren (cuentos, 1975), Haticos Casa Nº 20 (cuentos, 1975), Los niños y la literatura (estudio, 1978), Maracaibo: Las paredes del sueño (textos, con fotografías de Julio Vengoechea, 1981), Perfume de gardenia (novela, 1982, 1984 y 1996), Dime si adentro de ti no oyes tu corazón partir (cuentos, 1983 y 1992), Cuentos de película (cuentos, 1985 y 1997), Literatura infantil e ideología (estudio, 1987), La luna no es pan de horno (cuentos, 1988), Solitaria Solidaria (novela, 1990 y 2001), ¿Cenan los tigres la noche de Navidad? (cuento infantil, 1990 y 2005), ¡Ay! Que aburrido es leer: El hábito lector y el cuento de la infancia (estudio, 1991), Jacobo ahora no se aburre (cuento infantil, ilustrado por Tony Boza, 1991), Tuna de mar (cuentos, 1991), Diana en la tierra wayúu (novela infantil, 1992), Una vaca querida (literatura infantil, 1996), Apuntes sobre literatura para niños y jóvenes (estudio, 1997), Las aguas tenían reflejos de plata (novela, 2002), Elogio a la comunidad (texto divulgativo, 2004), Poesía completa 1968-2005 (poesía, 2005), Emilio en busca del enmascarado de plata (novela para niños, 2005), La luna no es pan de horno y otros cuentos (antología de cuentos, 2005), La aventura de leer (estrategias de lectura, 2005), Libro de amigo (poesía, 2007), Crónicas de una mirada conmovida (crónicas periodísticas, 2011), Ellas (Semblanzas, artículos, entrevistas, 2013), Las alas de la lectura (estrategias de lectura, 2019), Me haré de aire (cuentos, 2021).

 

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