La genética y las alteraciones psicológicas están detrás de la aparición precoz de la alopecia precoz, según afirman investigaciones recientes.
La caída de cabello constituye una preocupación cada vez mayor entre los jóvenes, y es que la pérdida del pelo, que afecta en mayor medida a hombres que a mujeres aunque a edades cada vez más tempranas, incide de forma muy negativa en la autoestima de la persona.
Son frecuentes los casos que, para disimular la pérdida precoz de cabello, deciden apuntarse a la moda de raparse la cabeza, una alternativa tan válida como recurrir a la cirugía.
“Nosotros consideramos que afeitarse la cabeza debe ser la última opción y por ello se aconsejan tratamientos preventivos, que suelen dar muy buenos resultados”, aconseja el dermatólogo Juan Carlos Vázquez.
Alta predisposición
La genética, como causa principal, y las alteraciones psicológicas están detrás de la aparición precoz de la alopecia, una tendencia al parecer irreversible, según recientes estudios que indican que el 60% de la población masculina de más de 18 años tiene alta predisposición a perder pelo.
“En nuestros treinta años de experiencia, hemos comprobado que actualmente ha aumentado el número de casos de alopecia, tanto en hombres como en mujeres”, explica Vázquez. Por lo que se refiere a distinción entre sexos, el estudio revela que los varones lo pueden sufrir hasta en un 89%, frente al 16% de las mujeres.
A nivel global, Vázquez alude a “estudios que demuestran que hay diferencias étnicas por lo que respecta a la alopecia: la raza blanca tiene la más alta incidencia de calvicie, mientras que en la negra es mucho más rara y poco frecuente. En el caso de los orientales, se les cae el cabello mucho después que a la raza blanca”.
Tras desterrar categóricamente el mito de la relación entre alopecia y potencia sexual, el experto considera que el incremento de la alopecia en las mujeres tiene que ver tanto con razones genéticas como de estrés, ansiedad y tratamientos hormonales. “También es cierto que la mujer acude más que antes a nosotros y por eso hay más casos diagnosticados”.
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Tratamiento médico
Además de los tratamientos médicos, la prevención es la mejor herramienta para lidiar con la caída del cabello. Ante la sospecha de alopecia hay que acudir a un dermatólogo con el fin de que determine la raíz del problema y pueda solucionarlo antes de que se intensifique. En líneas generales, el tratamiento médico dermatológico para la calvicie se basa en:
Higiene capilar personalizada
Se busca corregir los problemas del cuero cabelludo y restablecer la función de la papila dérmica. MINOXIDIL: es un medicamento que se aplica sobre el cuero cabelludo, pero ha de ser recetado por el médico.
Progestágenos antiandrógenos
El especialista puede indicar el uso de los mismos ya que ayudan a frenar la acción periférica de la testosterona, mejorando notablemente el pelo y eliminan la seborrea. VITAMINAS, MINERALES Y AMINOÁCIDOS: se indican en casos de alopecia por carencia nutricional.
Cuando se trata de alopecia incipiente se suelen usar tratamientos de estimulación del folículo, los cuales se pueden realizar mediante láser Luce LDE 100, que genera una luz láser de baja frecuencia que activa y repara el folículo capilar, favoreciendo el crecimiento del pelo.
Alternativas caseras
Loción de nueces y oliva
Ingredientes: 250 centilitros de aceite de oliva, 8 nueces peladas y troceadas.
Aplicación: Colocar el aceite de oliva en un vaso y añadir las nueces. Dejar descansar durante siete días en un lugar fresco. Agitar la preparación cada noche. Pasado ese tiempo, untar los dedos con el aceite, aplicarlo sobre el cuero cabelludo y masajear con suavidad. Después de tres horas, lavar el cabello. Este aceite puede usarse tres veces al mes.
Loción de Albahaca
Ingredientes: 1 litro de agua, 150 gramos de hojas de albahaca.
Aplicación: Hervir en un litro de agua durante 20 minutos las hojas de albahaca. Luego licuar las hojas y guardar el líquido en un frasco con cierre hermético. Aplicar diariamente sobre la raíz del cabello.
Loción de tomillo y romero
Ingredientes: 2 puñados de tomillo, 2 puñados de romero, alcohol de baja graduación (20 ó 30 grados).
Aplicación: Se ponen en un frasco los puñados de tomillo y romero. Agregar alcohol de baja graduación (20 o 30 grados) hasta cubrir las plantas. Cerrar el frasco y dejar macerar la mezcla en el frigorífico durante una semana.
Después de ese tiempo, filtrar el líquido resultante y aplicarlo diariamente sobre el cuero cabelludo con la ayuda de la punta de los dedos y de un pequeño masaje. Mantener el tratamiento hasta que se observe sus efectos.
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