La ansiedad en los perros, al igual que en las personas, es un estado mental caracterizado por una gran inquietud, nerviosismo e inseguridad. Estos cambios pueden afectar la convivencia.

Si tu perro tiene ansiedad, sentirá malestar y puede desarrollar otros problemas, por lo que es importante solucionar antes de que se agrave.

 

Causas de la ansiedad en los perros

Existen muchos motivos de ansiedad, estos son los más comunes:

  • Falta de socialización.  Es muy importante exponer a nuestro cachorro a todo aquello que formará parte de su entorno, sobre todo desde el primer hasta el cuarto mes de vida.
  • Ansiedad por separación. Los perros son animales sociales, Algunos perros que han sufrido abandono, han sido separados de su madre antes de las 8 semanas o han sufrido maltrato, no llegan a tolerar la separación de sus dueños porque se sienten totalmente desvalidos.
  • Muchas horas solo en casa. Se aburrirá y es probable que acabe sufriendo estrés.
  • Falta de atención e interacción con los propietarios.
  • Miedo a ruidos, como los cohetes, las tormentas.
  • Disfunción cognitiva.Este problema, parecido a la demencia en las personas,aparece en perros de edad avanzada. El perro se siente desorientado y no es capaz de reconocer su propia casa o a su familia. Sus síntomas suelen aparecer más por la noche.
  • Cambios en el ambiente. Las mudanzas, la llegada de un nuevo miembro de la familia o la ausencia de alguien pueden causar ansiedad en los perros.
  • Falta de ejercicio y actividad.

 

 

Cómo se manifiesta la ansiedad

Las alteraciones en el comportamiento que muestra un perro con ansiedad son su mecanismo para liberar todo el malestar que siente.
Estos son algunos de estos signos de ansiedad en los perros:
  • Tiene comportamientos destructivos que consisten en romper los muebles, la ropa y todo lo que encuentre, sobre todo cuando está solo.
  • Hace sus necesidades en casa a pesar de estar acostumbrado a hacerlas fuera.
  • Demanda la atención exageradamente con temblores, nerviosismo o gemidos.
  • Se come sus propias heces para llamar la atención.
  • Monta a otros perros o personas, incluso si está castrado.
  • Está siempre alerta, con los músculos tensos y vigilante.
  • Ladra sin parar, gime y aúlla.
  • Muestra hiperactividad en casa, salta y corre por todas partes.
  • Se lame a sí mismo, lame objetos, su cama, el suelo… y hasta puede llegar a hacerse heridas.
  • Enferma más a menudo. Sufre sobre todo vómitos y diarrea.
  • Muestra agresividad.

 

La ansiedad en los perros puede resultar molesta e incluso grave, por eso te recomendamos que visites a tu veterinario o a un etólogo, así podrás descubrir  el tratamiento más adecuado.

En algunas ocasiones, la ansiedad en el perro es tan fuerte que puede necesitar medicación y unas pautas de convivencia muy concretas.

 

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