El Gobierno australiano limitará a partir de este viernes el número de personas que ingresaran al país como parte de las medidas para prevenir la propagación de la variante Delta del coronavirus.

Con casi la mitad de la población del país en aislamiento obligatorio, el primer ministro Scott Morrison indicó que las cuotas de llegadas al extranjero se reducirían en alrededor del 50 por ciento para ayudar a prevenir nuevos contagios de la Covid-19.

De acuerdo a la estrategia «Covid cero», solo 6.000 personas pueden ingresar a Australia en vuelos comerciales al extranjero cada semana y las llegadas deben someterse a una cuarentena de hotel obligatoria de dos semanas.

Según lo anunciado por el primer ministro australiano solo se permitirá la entrada de 3.000 personas a mediados de julio, aunque el Gobierno intensificará sus vuelos privados de repatriación.

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Morrison anunció la decisión en medio de un creciente enojo por los cierres de ciudades, las fugas de las instalaciones de cuarentena de los hoteles y lo que los críticos han llamado una vacuna «salida».

En las ciudades de Sydney, Brisbane y Perth se encuentran bajo aislamiento un total de alrededor de 10 millones de personas, en un esfuerzo por reprimir los brotes que provocaron 27 nuevos casos locales el jueves.

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Sydney se encuentra en confinamiento hasta el 9 de julio, debido al brote vinculado en su gran mayoría a la variante Delta.

 

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Ciudad VLC/teleSUR

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