Masacre de Cantaura

A 42 años de la masacre la lucha continua.

Sudorosos bajo el manto del sol implacable de los Llanos del Oriente venezolano, morrales atiborrados  de pertrechos propios de la actividad guerrillera, brújulas suizas, marca recta, de fácil lectura y mayor precisión de los rumbos, una ferviente euforia por los triunfos obtenidos en campañas de hostigamiento recientes, una dirección nacional que se debatía en un encrucijada política sobre el futuro de la lucha armada en la Venezuela de 1982.

Sumado a esta situación una acuciante penetración e infiltración de inteligencia donde los hermanos Rabanales son la cabeza de playa para facilitar el exterminio de 23 revolucionarios que con todas las cargas de errores políticos y de conducción táctica de una fuerza guerrillera, eran un factor de influencia en las luchas por la transformación político social del país.

De tal manera que negar el papel de los Militantes de Bandera Roja y el Frente Guerrillero Américo Silva, es  desconocer un escenario lleno de contradicciones complejas para el movimiento revolucionaria más allá de continuar o no con la lucha armada para conquistar el socialismo.

Lo cierto de toda esta situación es que el Gobierno de Luis Herrera Campins y el partido Copei son responsables junto a los mandos militares y policiales de ese entonces, de violentar los estatutos y convenciones de Ginebra sobre las normas de combate, a tal extremo de que Cantaura es calificada como masacre, la doctrina de guerra de baja intensidad y de seguridad Nacional echaron al retrete el más elemental respeto a los Derechos Humanos.

 

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La dirección Nacional de Bandera Roja trató de justificar en un informe retrasado (1984) las causas de la Masacre de Cantaura, la responsabilidad moral y política, recae principalmente en ellos, serán los militantes de BR, ya casi setentones encargados de enjuiciar a Gabriel Puerta Aponte y sus acólitos.

Caídos en Cantaura, héroes de la Guerrilla venezolana.

Volveremos y nos encontraremos por todos los caminos de la Patria Bolivariana.

Entre luces y Sombras. Valencia 4 de Octubre 2024.

 

Magaly Zavala / Ciudad Valencia