Pienso que la tarea principal de un alcalde es generar un proceso de formación, interno y externo, que vaya generando conciencia en los ciudadanos y en los militantes, por los que llegue un punto en donde converjan de tal manera, que todos saben qué quieren y hacia dónde van.
Eso implica dos procesos distintos. Puertas adentro es un método de formación política por el que el personal de la alcaldía tenga un estudio y una práctica permanente, que lo lleve a entender, de conciencia, por qué se produce un proceso revolucionario y su importancia en su tarea administrativa para con el ciudadano.
El funcionario debe entender que tratar bien a una persona no es solo un acto de educación, sino una inducción formativa para convencer al ciudadano común de que ese es el camino. Si el alcalde es revolucionario, pues es más complejo el proceso, porque significa que ese funcionario estudie y entienda cuál es su papel como militante que está construyendo una sociedad.
Y puertas afuera es otro tipo de tarea para el alcalde, que es la guía de esa gigantesca comunidad que se llama municipio. Y eso pasa por desarrollar una gigantesca campaña de concientización en torno a las cosas que son fundamentales para cubrir las necesidades de la comunidad.
Por ejemplo, acaba de producirse una consulta nacional en torno a un tema que no solo es fundamental, sino que es histórico e implica a las generaciones venideras. El valor de la comprensión del ciudadano de la importancia de su participación es vital.
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Eso significa que la campaña debe ir en varias vertientes, pero con una línea transversal, porque, además, debe ser una escuela, de la que se extraigan futuros dirigentes comunitarios, y militantes revolucionarios. No todos pueden ser ambas cosas; y no todos tienen condiciones para ser militantes. Pero esa escuela debe a su vez diseñar una campaña, fundamentalmente dirigida a la formación de los jóvenes. Educación a los niños y formación a los jóvenes. Y no hay forma de hacer eso en el mundo moderno de hoy, que no sea mediante la premiación.
Necesariamente debe diseñarse una estructura; y esa debe comenzarse por las escuelas, que es donde nace la verdadera conciencia ciudadana.
Rafael Rodríguez Olmos (Voces de la ciudad) / Ciudad Valencia
