En el mes de septiembre de 2020 conocíamos que el avión presidencial estadounidense de próxima generación, conocido popular y tradicionalmente bajo el nombre de Air Force One, podría consistir en un avión supersónico capaz de volar a más de 2.200 kilómetros por hora.
Para ello, la Dirección Ejecutiva y Presidencial de Transporte Aéreo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos otorgó un contrato a Exosonic, una empresa emergente con sede en California, que consiguió captar la atención de los militares con su doble jet supersónico Mach 1.8, la cual contará con el apoyo del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea, con la intención de desarrollar un avión comercial supersónico y modificarlo posteriormente para que sirva como vehículo de transporte ejecutivo.
De acuerdo a los responsables de Exosonic, con este concepto la compañía planea la implementación de una serie de nuevas tecnologías que, hasta estos momentos, no están disponibles o todavía no se encuentran presentes en los aviones comerciales o de negocios.
Y, para su construcción, el avión supersónico del presidente ha sido desarrollado a partir del concepto de avión comercial de 70 pasajeros de Exosonic, con una cabina modificada con una capacidad máxima de 31 pasajeros.
También cuenta con dos suites privadas. La primera se corresponde con una sala de reuniones con una capacidad para tres personas, la cual cuenta con videoconferencias seguras, con asientos giratorios tapizados con el cuerpo más fino y carcasas de madera, mientras que las pantallas de a bordo pueden ser guardadas para dejar espacio a otros equipos.
La segunda suite tiene una capacidad para ocho pasajeros, y sería diseñada para personal senior, con asientos reclinables con mesas que pueden ser ajustadas en adulta.
A su vez, la cabina principal dispone de 20 asientos de clase ejecutiva, junto con mucho espacio de almacenamiento, dos baños y dos cocinas.
Según Exosonic, el avión tiene una velocidad máxima de 1.8 Mach (más de 2.200 km/h, lo que sería el doble de la velocidad de los aviones comerciales actuales) y un alcance de 5.000 millas náuticas (equivalente a 9.260 kilómetros).
Por el momento, la compañía continúa trabajando con la finalidad de volar sobre la tierra a velocidades supersónicas sin generar un estruendo sónico ensordecedor.
Y, aunque la fabricación del jet en sí mismo está muy desarrollado, se calcula que podría realizar su primer vuelo a mediados de 2030.
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