Cronicón futbolero desde la Madre Rusia [18]
FRANCIA VERSUS CROACIA VALGA LO CACOFÓNICO
Cronicón futbolero desde la Madre Rusia [18] culmina esta serie sobre el Mundial de Fútbol Rusia 2018. JCDN.
Luego de una estridente inauguración, plena de música comercial idiota [en la ausencia de ensambles que conciliaran el folclore y la vanguardia rusos], se dispuso la misa en escena para el partido final inédito entre los combinados de Francia y Croacia. Inesperadamente, los croatas se volcaron a la ofensiva y los franceses se mantuvieron al acecho. Fluyó el mediocampo croata como de costumbre con sus Modric, Rakitic y Perisic. La defensiva gala demostró solidez y anticipación los primeros minutos del juego, sobre todo los centrales Varan y Umtiti.
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Sin embargo, a los 18, Mandzukic perforó su propia puerta peinándola de cabeza, luego de un cobro de falta por parte de Griezmann. Diez minutos después, Perisic cruza de un disparo de zurda al cancerbero francés, después que la defensiva permitió tres cabezazos croatas dentro del área. Las aguas niveladas, no en balde, entrañarían corrientes submarinas tumultuosas: el duelo crecería en alternativas inesperadas. Se incrementó el tráfico croata en detrimento de la tranca francesa de Pogba, Kanté y Matuidi en la autopista del Sur cortazariana y futbolera.
Una mano obscena del hasta entonces heroico Perisic a los 34, motivó la apelación gala al VAR: Dos minutos después, el colegiado argentino concedió el penalti que convertiría Griezmann para el marcador 2-1. Culminó el primer tiempo sin que el dominio en la posesión de Croacia, equivalente al 60%, emparejara el intenso cotejo.
El segundo tiempo trajo consigo ataques despiadados de Croacia, los cuales fueron contrarrestados in extremis por el cancerbero Lloris y los centrales Varan y Umtiti. Muy a pesar de los cuatro polizontes en el terreno, el juego no perdió su vibrante movimiento revulsivo de lado y lado. En una descolgada de Mbappé iniciada a pase de Pogba, le permitió a este último anotar el 3 a 1 luego de disparar con la derecha, tropezar con un defensa, para culminar con tirazo de zurda [minuto 59]. El rostro fiero croata fue golpeado con dos directos mortales. El discurso futbolístico, por fortuna, cobró ribetes épicos: Significó la sumatoria de los arrestos de la bandera a cuadros más el contragolpe muy suelto de la Marsellesa [como si asediara a Moscú más de dos siglos después]. Un rapidísimo y venenoso Mbappé, emulando al Pelé del 58, anotó el cuarto gol francés con un disparo desde el borde del área.
No cejaron las cabezas de turco provenientes de la Guerra de los Balcanes: Mandzukic se lavó la afrenta de la anotación en contra de la víspera, esto es del primer tiempo, cuando aprovechó una duda costosa de Lloris y le quitó el fallido regate para empujar el segundo del equipo balcánico [minuto 68]. Un marcador 4-2 a favor y para inquietud de Francia. Los espectadores agradecen y padecen desde el graderío el dinamismo luciferino de tan estupenda confrontación: A los franceses por consolidar el triunfo en los momentos más apremiantes; a los croatas por no renunciar pese a acumular un juego de más producto de las prórrogas y las definiciones desde el punto penal.
Francia ha ratificado el crecimiento de su fútbol desde 1998, no sólo como bicampeón mundial sino como protagonista europeo. No es para menos, las generaciones de Platini y Zidane [de la que viene el técnico Deschamps] trajeron consigo a esta magnífica camada de jugadores. ¡Enhorabuena y a contracorriente de Don Dinero!
José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC
