La exministra de Comunicación durante el Gobierno de facto de Bolivia, Roxana Lizárraga, informó que inició los trámites de su asilo político en Estados Unidos, país en el que se encuentra y al que migró luego de su paso por Perú, donde viajó tras la aprehensión de Jeanine Áñez.

“Aún no (estoy con asilo político), pero ya los trámites están, tiene sus tiempos y estoy esperando que salga alguna respuesta de los tiempos que se marcan en EEUU”, indicó, en entrevista para el programa Asuntos Centrales.

La  exministra boliviana Roxana Lizárraga, fue citada por el Ministerio Público, al igual que otros exministros, a declarar en el marco de las investigaciones que se llevan a cabo por la compra con sobreprecio de gases lacrimógenos.

 

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Dijo que previamente ella había “solicitado refugio a Perú”, pero tras conocerse esa petición surgieron una serie de especulaciones por parte de los medios de comunicación y el Gobierno peruano le dijo que “lo mejor es que salga a otro país».

Arremetió contra el exministro de Gobierno Arturo Murillo, detenido recientemente en Estados Unidos por su implicación en un caso de blanqueo de dinero en la compra de material antidisturbios, y por el cual también es requerido en Bolivia.

«Murillo se jactaba de tener mucha experiencia política y tuve varios roces con él, ya que era reacio a cumplir las normas, se quería saltar las reglas y cambiar muchas cosas por decreto», puntualizó.

 

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Si bien Lizárraga ha señalado que no tuvo constancia de que Murillo tuviera algún tipo de implicación en el caso de corrupción por el que ha sido detenido hace un par de semanas en Florida, se ha mostrado dispuesta a declarar, después de que haya sido citada como testigo por la Fiscalía boliviana para hacerlo.

Murillo junto a su exjefe de gabinete Sergio Rodrigo Méndez, también detenido en EEUU están acusados de recibir sobornos de una empresa estadounidense y de conspirar para lavar el dinero que pudo provenir del “sobreprecio” que pagó el Estado boliviano para adquirir un lote de gases lacrimógenos y munición no letal a la empresa Cóndor, de Brasil.

 

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Ciudad VLC / Telesur