El Gobierno ecuatoriano, a través del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) declaró este jueves que el terrorismo será enfrentado como una amenaza de manera firme en medio de la creciente ola de violencia en el país.

El Cosepe, tras casi cuatro horas de discusiones, determinó que el presidente Guillermo Lasso emita un decreto ejecutivo con medidas coercitivas, urgentes y eficaces que incluyan el uso de armas letales contra el crimen organizado.

El nuevo secretario de Seguridad Pública, Wagner Bravo, y el consejero de Gobierno para esa área, Paco Moncayo, participaron en el encuentro de este jueves en el Palacio de Carondelet, junto al mandatario y otras autoridades.

 

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Las reuniones del Cosepe son reservadas, pero en esta ocasión generó mayor interés pues se esperaba la declaración de las pandillas ligadas al narcotráfico, como había adelantado el ministro de Gobierno, Henry Cucalón.

La medida es una estrategia del Gobierno para que el Ejército participe en el combate a bandas delincuenciales.

Los ecuatorianos estaban a la expectativa de las decisiones resultantes de la reunión y manifestaron su decepción pues consideran que las resoluciones llegaron tarde y son insuficientes.

 

El país americano sufre una ola de violencia sin precedentes que el Gobierno ecuatoriano atribuye a organizaciones delictivas asociadas al tráfico de drogas y a la respuesta de esos grupos a las acciones para enfrentarlas.

Las provincias de Esmeraldas y Guayas se han convertido en el epicentro de la criminalidad en el país, ambas bajo el estado de excepción decretado recientemente por el presidente Lasso.

 

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Ciudad Valencia / Telesur

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