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Ángel Omar García González: autor de la columna de Ciudad Valencia "Historia y Memoria"

José Félix Ribas

 

Amigas y amigos constructores de sueños, forjadores de esperanzas.  José Félix Ribas es uno de esos próceres de nuestro proceso independentista que ha sido inmortalizado por la historiografía patria, cuya valentía, espíritu de sacrificio y heroísmo han sido señalados como ejemplo de los valores que inspiraron la resistencia y el deseo de ser libre de todo un pueblo.

Una imagen que ha encontrado sustentación en la grandiosa jornada librada en la población de La Victoria, donde quedó exaltado el valor y sacrificio de un grupo de bisoños estudiantes, quienes fueron capaces de derrotar las aguerridas huestes del ejército realista comandado por Francisco Tomás Morales.

 

Jóvenes Inexpertos:

 

El avance exitoso de Simón Bolívar en la denominada Campaña Admirable de 1813, su entrada a Caracas y la restitución del gobierno republicano, produjeron la agudización de la guerra.

Entre los días 23 al 25 de noviembre, Ribas comanda la batalla de Vigirima, obteniendo una importante victoria que obligó al repliegue hacia el castillo de Puerto Cabello de las tropas realistas comandadas por el coronel Luciano D`Elhuyar.

Este triunfo permitió el control de Valencia a donde llegaría Bolívar a comienzos del año 1814 y facilitó la comunicación con Caracas a donde marcharía Ribas.

 

Pero el avance arrollador del ejército de Boves desde los llanos, que procuraba romper la comunicación entre Caracas y Valencia, obligó a Ribas a salir al encuentro de una avanzada de las tropas realistas, la comandada por Francisco Tomás Morales.

Este es el contexto en el que ocurrió la famosa batalla de La Victoria que inmortalizó a los estudiantes de la Universidad y el Seminario de Caracas; quienes fueron reclutados como soldados ante la escasez de combatientes patriotas.

 

DEL MISMO AUTOR: «Liberación de la provincia de Maracaibo»

 

Un grupo de jóvenes, inexpertos combatientes, muchos casi niños, fueron capaces de contener el avance arrollador de un ejército que no sólo era superior en capacidad de combate, también lo era en número de combatientes. Inspirados por la aguerrida arenga de Ribas: “No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer”; aquellos valientes muchachos fueron capaces de resistir nueve cargas de caballería y el inclemente fuego de artillería.

La heroica resistencia que se prolongó durante todo el día se vio recompensada con el auxilio de la caballería patriota comandada por el teniente coronel Vicente Campo Elías, que procedente de San Mateo logró romper el cerco realista y poner en desbandada al ejército de Francisco Tomás Morales. En honor a aquellos aguerridos muchachos celebramos el día de la juventud.

 

Asuntos de familia:

 

Pero la vida resulta mucho más compleja que estos heroicos y anecdóticos episodios militares, y las relaciones familiares no son ajenas a las complejidades de la política y la guerra, que muchas veces terminan afectando las relaciones entre parientes.

Un ejemplo de esto es el caso del prócer José Félix Ribas quien estaba emparentado con el jefe realista Domingo Monteverde, liquidador de la Primera República.

Monteverde era hijo de Francisca Ribas, quiera era hermana de Marcos Ribas, padre de José Félix; por tanto eran primos directos.

 

Sin embargo, el lazo consanguíneo no fue óbice para que combatieran en ejércitos distintos con amplias posibilidades de enfrentarse directamente.

Un hecho que finalmente nunca ocurrió porque Monteverde en su esfuerzo por tomar Valencia y cortar la comunicación patriota con Caracas, fue herido gravemente en el combate de Trincheras el 3 de octubre de 1813; lo que hizo que se refugiara en el castillo de Puerto Cabello e incapacitado para ejercer el mando militar en medio de aquella dura, compleja y sangrienta guerra, entregara el mando el 28 de diciembre de este año.

 

Quizás la inhabilitación de Monteverde haya incidido, indirectamente, en la trágica muerte del héroe de La Victoria.

¿Habría sido ejecutado Ribas en Tucupido (Guárico) el 31 de enero de 1815, tras haber sido derrotado en la batalla de Maturín, si su primo, el Capitán General Domingo Monteverde, hubiera ejercido para entonces el mando supremo de las tropas realistas?

Es una pregunta que no tiene respuesta histórica pues sólo puede ser contestada desde la especulación. Sin embargo, un caso similar, aunque de parentesco por afinidad, que involucra a Bolívar y Miguel La Torre, puede brindarnos algunos matices de las complejidades familiares que estuvieron presentes durante la guerra de independencia.

 

La Torre se casó al poco tiempo de su llegada a Venezuela en 1815 con María de la Concepción de la Vega y Rodríguez del Toro, prima de María Teresa del Toro, difunta esposa de Bolívar.

¿Tal cercanía de parentesco habría influido para que La Torre tratara a Bolívar con familiaridad, llamándolo “hermano”, en varias cartas que le dirigió durante las negociaciones que terminaron en la firma de los Tratados de Trujillo de noviembre de 1820 suscritos por Bolívar y Morillo?

 

Siempre han existido:

 

Todo este relato viene muy a apropósito porque desde hace unos años se estableció la matriz de opinión, según la cual, Chávez había dividido a la familia venezolana induciendo rencillas y polémicas de carácter político, conductas que eran ajenas a nuestra idiosincrasia y costumbres familiares.

Como lo demuestran éstos y otros ejemplos, tales actitudes han existido siempre y no están determinadas por una persona en particular, sino por los momentos históricos, así como por los intereses y convicciones de cada persona asume frente al momento histórico, político y social que le corresponde vivir.

 

 

Autor: Ángel Omar García González

 

Ciudad Valencia