Ezzio Tribuiani es músico, actor, mago, técnico y ante todo, un guerrero.

Es de esos artistas indispensables que no se rinden buscando el H2O del arte: Crear y expresar. Ejemplar padre de familia, esposo y gran amigo del que se acerque a él.

Gustosamente este valenciano nos concedió una entrevista Via Whassap.

 

Ezzio, ¿cómo inicia esta historia?

ET: Esta historia la inició la música, me gustaba escribir letras de canciones y cuando tenía 12 años mi padre me llevó con una maestra de piano.

Estuve muy poco con ella, luego como a los 15 años conocí a un pana que tocaba la guitarra, le pedí que me enseñara y mi padre al ver mi interés me regaló una guitarra eléctrica.

Comencé aprendiendo con la canción «Lobo hombre en Paris» después «Hotel California.

Un tiempo después, mi amigo Gerardo Vizconti me llevó con Victor Colinas, que junto a Gerardo, conformaban un grupo con todos los instrumentos: batería, guitarras y bajo.

Me preguntaron si tocaba alguno de estos instrumentos y le dije que estaba aprendiendo pero que podía darle a la batería (ese fue mi primer encuentro con la batería) y empecé a darle palo hasta que comencé a estudiar de manera autodidacta.

Después en Caracas y luego en el TMV en Valencia.

Ahora me he vuelto hasta técnico. Soy artesano, acróbata, coordinador, director y hasta presidente de varios asuntos, pero he renunciado para ser ante todo un constante aprendiz de todo lo que pueda que se relacione al arte y me permita sobre todas las cosas expresarme.

 

ezzio

¿Y en las demás disciplinas artísticas?

ET: Un día me hice amigo de alguien que hacía teatro, toda esta historia ocurrió entre Cua, Caracas y Valencia.

Le dije a mi amigo que quería acercarme, al poco tiempo me convertí en el primer actor de aquella pequeña agrupación de la que aprendí muchísimo, en especial el método de Jerzy Grotowski. Allí estuve un par de años, al mismo tiempo estudiaba Teatro en el Ateneo de Caracas.

Así comencé a hacer teatro y música al mismo tiempo.

 

Pero la música siempre está presente.

Porque simultáneamente que aprendía teatro y arte circense tocaba la batería en una banda Caraqueña llamada «La vieja Guardia» de la que aprendí muchísimo también.

Así estuve en varios grupos de rock en los Valles del Tuy. Todo eso son épocas, lugares, amigos y vivencias que jamás olvidaré y que son cruciales en mi desarrollo como hombre de las artes.

¿Cómo llega la magia a tu vida?

ET:  La magia la descubrí gracias a la práctica multidisciplinaria, al encontrarme con el clown, en un taller con un argentino, me di cuenta que también, al igual que el payaso, la magia puede contener todas las demás disciplinas, es asombrosa, divertida y sobre todo muy misteriosa, maravillosa e ingeniosa.

Eso me atrapó. Lastima que no la conocí mucho antes. Pero el tiempo de Dios es perfecto. ¿O no?

¿A dónde ha llegado Ezzio con su maravilloso arte?

ET: He estado en Festivales y Encuentros Nacionales en nuestro estado Carabobo, Aragua, Cojedes, Miranda, Anzoátegui, Táchira, Sucre, Mérida, Caracas, Bolívar, Monagas y Falcón. Y fuera de nuestra patria he ido con la música y la magia a: Colombia, ciudades como Bogotá, Cúcuta y Yopal. Uruguay, en Paysandu y Monte Video. Argentina: La Plata y Buenos Aires.

¿A quién admira Ezzio Tribuiani?

ET: Admiro a los que creadores, a los originales, a los maestros, a las madres y padres. Ellos son referencia de constancia y dedicación, son ejemplo de entrega y de ellos compruebo que se trata de: 1% de talento y 99% de dedicación, esa es la trampa.

 

¿En qué trabaja Ezzio Actualmente?

ET: Ahora estoy trabajando con audiovisuales, porque en este tiempo es obligatorio adentrarse en las redes sociales y videos para difundir. Y el que no se adapta a las nuevas vibraciones y tendencias del mundo simplemente desaparece.

 

¿Proyectos a futuro?

ET: Voy a comenzar a profundizar también en una idea de un personaje, en homenaje a mi padre, un barbero italiano con mucho que contar.

¿Qué mensaje le das a los jóvenes que se están iniciando en el arte?

ET: Hagan las cosas con amor y aprendan todo lo que puedan, miren que el saber salva. El éxito no llega, el éxito se busca, se construye. Sueñen alto, nunca dejen de soñar porque todo ha sido en primer lugar un sueño.

 

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José David Monsalve / Ciudad VLC