Palabra muy tentadora la de hoy: real. Según se la quiera entender, esta voz tiene dos significados principales: el primero, tal como lo registra el Diccionario, es “que tiene existencia verdadera y efectiva” y el segundo, “perteneciente o relativo al rey o a la realeza”.
El primer real es tomado del latín realis, derivado de res, rei, cosa; tiene muchísimos usos y derivados en ese idioma. Recuérdese, por ejemplo, que una palabra tan importante como República proviene de la expresión latina Res Publica, “la cosa pública”.
El segundo real, que por razones obvias es el que nos interesa hoy, viene del latín regalis “real, del rey”; es de advertir, de paso, que los romanos solían llamar Regalis Res Publica al gobierno monárquico. Es de aquí, de lo que se refiere al rey, de donde provienen ese real y esos reales por lo que los venezolanos somos capaces de cualquier cosa.
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Curiosamente, aunque nuestros países son todos repúblicas, el adjetivo y sustantivo real se conserva perfectamente vivo en toda América Latina: en todos nuestros pueblos, ciudades y urbanizaciones existe una Calle Real, aunque ya nadie recuerda en homenaje a cuál rey se le puso ese nombre, y en casi todas partes se llamó real a una moneda, por lo regular la de diez céntimos o centavos.
En Venezuela, real es para muchos el ideal y único objeto de la vida. Para suavizar esta expresión, un tanto brutal, recordemos también que los venezolanos usamos el simpático diminutivo realito para denominar esa linda moneda que en otra época fue, lo mismo que el mediecito de plata, y que hoy se ha devaluado tanto que aquel a quien se le caiga uno al suelo rara vez se toma el trabajo de doblarse para recogerlo.
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Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
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