La palabra viaje es sin discusión de clara estirpe latina, como vía y todos sus derivados, que nuestro idioma tomó del latín vía, camino, calle y también medio, método, manera.
El castellano tomó la voz viaje del catalán viatge, de la misma procedencia. Otros derivados de vía, todos importantes y utilísimos, son desviar, enviar y extraviar.
La famosa vialidad, conjunto de los caminos y carreteras de un país o región y de los servicios que la complementan, es un vocablo muy nuevo y muy apreciado por los venezolanos, que al parecer lo recibimos de los argentinos, no tan seguramente como el tango y el malandro, pero casi.
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Los venezolanos hemos inventado una nueva acepción de viaje, que por supuesto también puede resultar agradable o desagradable. Este viaje venezolano significa “gran cantidad”.
Uno puede darse un viaje (también se dice un baño) de popularidad, un viaje de caviar u otra exquisitez o, en el caso de los viciosos, un viaje de bebidas alcohólicas o de drogas, como también puede que le den un viaje de planazos o un viaje de años de prisión.
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Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)
Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».
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