Raquel Santeliz-obra de Oswaldo VigasEn esta tercera y última parte de nuestra conversación con Raquel Santeliz,  vamos a enterarnos de cómo se convirtió en miembro de la Academia de la Lengua del estado Carabobo, de cómo la humildad y el trabajo duro son sus cualidades más destacables y de cuáles son sus nuevos proyectos artísticos en marcha.

La conexión espiritual de Raquel Santeliz con las bellas artes es un atributo de su integralidad como artista, ser humano y ciudadana.

La disciplina y el empeño que ha puesto toda su vida en lo que hace han dejado, indudablemente, huellas entre quienes la conocen como artista y en la sociedad donde se desempeña como docente, contribuyendo notablemente con su ejemplo a la formación de nuevas generaciones de tanto de artistas como de mejores personas.

 

Miembro de la Academia de la Lengua del estado Carabobo

Erick: Hay otra cosa, y no quiero que se me pase, y es que Raquel es miembro de la Academia de la Lengua (capitulo Carabobo), yo me enteré de eso por un periódico, vi el periódico y ahí estaba la nota sobre la ceremonia donde la aceptaban en la Academia de la Lengua, yo la vi y dije: “¡Ella es amiga mía!”…

 

 

Raquel: Bueno, para ser miembro de la Academia de la Lengua, ellos observan y estudian a los miembros y los postulan. A mí me postuló precisamente el poeta Burgos y Tomás Cabrera, ambos ya fallecidos, que eran miembros de la Academia. Después de postularme se hizo un estudio sobre los trabajos que ya había publicado, y me hacen una invitación formal y yo acepto, y al aceptar, yo tenía que hacer un discurso de cinco cuartillas, mínimo, y tocar un tema, entonces yo toqué el tema de la mujer en la literatura y comencé hablar de cómo, en los inicios, las mujeres usaban seudónimos y no sus nombres por temor a la censura y todas esas cosas. Yo di mi discurso y me lo contesto otro académico, que se llama Omar Idler, él es antropólogo; y bueno, cuando hay esas actividades, yo siempre los acompaño.

 

Junto a los poetas Reynaldo Pérez Só y Luis Alberto Angulo.

Ser humilde como artista

Magaly: Para cerrar lo de hoy (…), la parte de fusionar la poesía, y tu personalidad tan emotiva y humilde, eso es parte de un aprendizaje, como tú dices, de tantas faces que te han tocado experimentar, ¿qué es lo que ofreces al público, o los consejos que le das a los compañeros que no han sido constantes en este proceso?

Erick: A los que se quieren iniciar…

Raquel: Te voy a hablar primero de lo que me dijiste sobre la humildad, la humildad creo que es innata en mí, y otra porque me ha tocado muy duro, la vida no me ha sido muy fácil, y he estado luchando mucho con muchas cosas. También los maestros que he tenido, como Burgos, Burgos era un poeta extraordinario y la flor que más le gustaba era la cayena, fíjense en el grado de humildad que tenía, y era, y es un hombre grandioso. Y pienso que el artista no es el que se promociona, es el arte, es lo que tú haces, lo tangible, y lo tangible es la obra, y la obra es la que se tiene que defender sola. Pienso yo que uno es como un vínculo, tomado para agarrar y expresar. Hace poco me dijeron que no hay que ser, sino parecer, y yo, bueno, yo me gusto como soy, como la poeta que soy, no tengo por qué estar demostrándolo con mi personalidad, con mi ego, no, yo tengo que demostrarlo es con mi obra. La obra que se defienda sola… Y si yo me gano el grado de decir que soy un artista plástico y soy una poeta, bueno, bienvenido, porque lo he hecho con mucho esfuerzo y con constancia y disciplina. Y para la gente joven, bueno, yo como he sido profesora de la universidad, escuela y liceo, y siempre lo que trato es de transmitirle ese amor al arte, que sepan ver, que sepan poner todos los sentidos a disposición de sentir, de decir, de expresarse.

 

Iglesia La Candelaria-Monseñor Montes de Oca

 

Promotora cultural desde la Iglesia La Candelaria

Raquel: (…) También he sido promotora cultural, y últimamente he trabajado con la Iglesia La Candelaria, junto al Padre Antonio Arocha, entré al grupo y me nombraron presidente del Grupo de Arte Monseñor Montes de Oca, es un grupo joven, pero es un grupo donde fusionamos el arte con la plástica, y bueno, hemos tenido unas experiencias durísimas y buenísimas también, ahorita, no en esta Filven [2023], sino en la anterior, fue maravillosa la experiencia, hicimos todo en el Cavam [Centro de Artes Vivas Alexis Mujica], hicimos un recorrido sobre la vida y obra de Monseñor Montes de Oca, se presentó la obra que estaba en la plaza, la estaban restaurando y la pusieron ahí, y bueno hubo charlas, conferencias, bautizos de libros, exposición plástica… Entonces eso de ser promotora cultural también me llena mucho, aunque eso da mucho trabajo, pero me gusta también. Y lo que me faltó decirte es lo de fusionar mi trabajo, yo fusiono en  mi trabajo lo plástico con lo poético, no hago plástica para complacer a nadie, yo hago poesía, lo mío es la poesía. Yo soy poeta y hago poesía, la plástica para mí también tiene que ser poesía. Y un amigo pintor, una vez, fue a mi casa y vio mis obras y me dijo: “¿Qué es esto? ¡Tú aquí lo qué estás pintando es poesía!”, y yo le dije: “¡Bravo!, ¡lo logre!” (risas).

 

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Un poema de Raquel Santeliz

 

Paredes y destino

 

De qué color estaban hechas o
pintadas las paredes de mis casas,
los muros, los corredores,
los distintos relojes
que marcaron la hora.
En  qué bloque tallaron  los nombres familiares
al filo  de la espátula
unidos todos en la casa de la abuela:
lavaban con jabón  esperanza un granero con olor a tierra 
 unión, mi raíz al café con pelotitas de leche canela
 la orden a la muchacha para consentirme …
un extraño recuerdo de amor: sostenida a tensión,
medicinas y olor a rosas
han crecido en mi vida con
las palabras
sobreviviendo a un  bosque
tan lleno de especies y deseos
Con una sola voz que faltara
en la hoja de mí árbol,
con un  sólo
¡ay!
que faltara de mi madre,
o un sólo pedazo de queso en la mesa,
ya sería  otro mi nombre,
otro mi camino,
sin olores distintos  a telas
estaría desligada
a la brisa calurosa y un sonar de campanas,
viviría tal vez  sin cambios,
aferrada a un sólo paisaje,
más tranquilos, 
tal vez sin ejemplos.
Qué dura  la esencia de las cosas,
dejo a ellos  lo que forma mi vida
hasta saber que amo esa ausencia,
dónde está la raíz de mis poemas
Siempre  en esas casas
sobre todo lo que despierto,
desde el zaguán,
la enredadera,
la  mecedora,
la bicicleta que no pude superar,
el cuarto grande y el radio del  abuelo…

 

Magaly Zavala y Erick Conde (Equipo de Formación de Ciudad Valencia)