José G. Figueroa, «Guapiriñáquiri«

A mi criterio, la navidad es la mejor época del año, allí se ve de todo, fiesta, algarabía, solidaridad y sobretodo apego familiar. Los motivos decembrinos reaparecen con nuevos reforzamientos. Es el final de un año que se puede evaluar dependiendo la suerte o la ‘pava’ de cada quien.

Si se murió un familiar muy querido o falleció un amigo entrañable, o un vecino buena gente, el año se portó mal, pero si los obstáculos se superaron y la salud familiar floreció estuvo bien su recorrido. Los compositores afinamos la pluma para escribir, con la tinta de la alegría, algo que se parezca a diciembre, a sus costumbres, a sus tradiciones.

 

La navidad tiene un color quimérico que lo reflejan los niños en sus rostros inocentes. A veces queremos volver a ser niños para no encargarse mucho de algunos problemas que nos atormentan en esta sociedad altamente de consumo.

Cuando somos niños no hacemos mercado, no pagamos luz, agua ni teléfono, ni estamos pendientes que nos cortaron el cable o el carro de dañó. Los fuegos artificiales son típicos de la celebración, recuerdo con excelso cariño al señor Aureliano Ramos, el cariñoso Llano, habitante de la calle Santa Cruz de Pedregales, quien preparaba su cañón para despertar a las navidades de los años 70.

La Navidad
Castillo de San Antonio de la Eminencia en Cumaná

 

En las casas del oriente y en las margariteñas, por más humilde que fuesen, no faltaba el cochino que se engordaba durante todo el año para la elaboración de las hallacas tradicionales o un cochino destinado a la rifa por cuartos. El pueblo jugaba “primera” para participar en la rifa de los cuartos del animal y a muchos le salvaba la patria la ansiada rifa, otros más viciosos se hundían en el mar de la esperanza.

Del palito ni hablar, el ponsigué añejado representaba la bebida típica para brindar una tacita o una copita de ese ancestral aperitivo a los visitantes, la leche´e burra de fabricación casera era suculenta, muy sabrosa y era consumida más que todo por las mujeres.

Los versos se entrelazaban con el bullicio del pueblo en las calles, porque esta fue la tradición que nos legaron nuestros abuelos donde los aires pascuales brillaban y los aguinalderos improvisaban al romper sus versos de aporte a la parranda.

Las posadas navideñas, tradición que sigue latente en México - Noticias de  San Luis Potosí

 

Ojalá que la nueva generación pueda heredar esa virtud que la tenía casi todo el pueblo oriental y margariteño, condición innata en la gente. Hoy día las changas y reguetones han finiquitado y enfermado la mente de nuestros niños venezolanos, mientras nosotros los docentes solo hacemos comentarios de salvación a la transculturización.

Nosotros íbamos al conuco de José Inocente conocido como ‘llillo’, el de ‘yojo’ o a la huerta de Eliso Marcano (palicho) para escoger el mejor Caraquey y confeccionar el nacimiento oriental o margariteño, se buscaba el más grande y el más rojito.

Los últimos que he visto son elaborados con caracoles o conchas marinas. Y debo decir que es muy buena la imaginación de acuerdo con la región, intereses y necesidades de las comunidades, aunque el nacimiento antiguo no tiene comparación.

 

Queremos que las instituciones culturales y las escuelas reafirmen estas tradiciones que viven en nuestras mentes, puesto que las vivimos y quedaron marcadas como un recuerdo imperecedero en el tiempo.

Las calles deben respirar la paz y absorber la cordialidad que tanto necesitamos en este milenio lleno de ilusiones y expectativas familiares.

No dejemos que Sucre y Nueva Esparta caigan en los infames brazos del olvido, ni que los nuevos elementos navideños que vienen de otras partes del mundo intervengan en nuestra querencia y en nuestra huella fondeada en esta Venezuela de antaño tan bella y tan auténtica.

Luchemos de corazón por nuestra tradición/

es el camino trazado/.

Un abrazo a todo el universo con olor a Niño Jesús.

 

"Caraquey" es un nombre indígena de una mata que bota una frutica muy sabrosa
llamada Chiguichigue, perteneciente a la xerófila. De color verde y por dentro
se pone rojita, emite varios colores muy lindos.
Es utilizada por las personas para construir arbolitos y nacimientos.

 

TAMBIÉN TE INTERESA: EN VALENCIA LA 10A EDICIÓN DEL FESTIVAL NAVIDEÑO DE CORALES SE REALIZA EN LA IGLESIA LA PURÍSIMA

José Gregorio Figueroa / Ciudad Valencia