Un planeta de dimensiones amplias, de alguna manera orbita una estrella que debió destruirlo, según identificó el programa de exploración de exoplanetas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su sigla inglesa), de Estados Unidos.

Mediante su oficina de prensa, la institución astronómica dio a conocer, que el planeta, nombrado 8 Ursae Minoris b, gira alrededor de una estrella agónica a una distancia de unos 530 años luz.

Pero que no debería poder verse, porque tuvo que haber sido engullido por el proceso de muerte de esa misma estrella.

 

La estrella, identificada como una protuberante roja gigante, debió expandirse más allá de la órbita del planeta observado, antes de encogerse hasta su tamaño actual, sin embargo, la investigación astronómica de la NASA identificó la supervivencia de este planeta.

“El planeta se mantiene en una órbita estable y casi circular. El descubrimiento de esta situación aparentemente imposible, basado en mediciones precisas, realizadas con el satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), de la NASA, demuestra que la formación y destrucción de planetas, parece ser mucho más intrincada e impredecible de lo que muchos científicos pudieron haber pensado”, expresa la agencia espacial, en su página web.

 

La NASA explicó que esas estrellas, como el sol que ilumina el sistema solar, se expanden a su máximo tamaño antes de morir, conocidas entonces como gigantes rojas.

Debido a que el planeta observado no pudo haber sobrevivido la expansión de la estrella a la que orbita, el autor del trabajo, Marc Hon, aventura la posibilidad de que sea el sobreviviente de la fusión de dos estrellas, o bien que haya surgido como un nuevo planeta derivado de los residuos de tal suma estelar.

 

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Ciudad Valencia / VTV