En la larga coyuntura política que vive Venezuela, que arranca con el Caracazo el 27 y 28 de febrero de 1989, cuando los sectores explotados salimos a expresar en las calles nuestro rechazo al imperialismo y su paquete neoliberal, el poder popular ha sido protagonista de distintas maneras.
Con la llegada del comandante Hugo Chávez al poder político, se hicieron grandes intentos por lograr la organización y participación del pueblo en la gestión de gobierno.
El poder popular, con la nueva Constitución Nacional, y el irrestricto apoyo de Hugo Chávez, tiene una oportunidad histórica, nunca antes experimentada, de asumir el protagonismo en el ejercicio directo del poder.
Este poder popular de hoy, de alguna manera es la expresión de los grandes sectores explotados, que durante la guerra de independencia, ante la búsqueda de libertad económica por parte de los blancos criollos y el control político por los imperialistas peninsulares, se incorporaron intermitentemente a ambos bandos buscando la justicia e igualdad social, lo que aún seguimos buscando.
En la actualidad, las revolucionarias y revolucionarios, exponentes del poder popular, nos encontramos mayoritariamente militando en el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), construido por el comandante Chávez bajo algunas condiciones muy específicas.
El Psuv es un partido heterogéneo construido por Chávez ante la necesidad de unificar a los distintos sectores nacionalistas, antimperialistas y revolucionarios para dar respuesta a la construcción de la República Bolivariana de Venezuela y frenar los avances de la derecha.
Y como ya lo dijo el máximo exponente del Marxismo, “la historia de la humanidad es la historia de la luchas de clases”, el Psuv al igual que todo partido de con distintos componentes ideológicos no está exento de este combate entre los distintos sectores ideológicos que hacen vida en el.
En este combate, quizás debido a la falta de consciencia de clase y a la falta de organización, los sectores revolucionarios y el poder popular han venido perdiendo espacios, evidenciándose en gran medida en el actual momento político donde la gran mayoría de candidatas y candidatos a gobernadoras, gobernadores, alcaldesas y alcaldes en sus planteamientos encarnan la continuidad y defensa de las viejas estructuras del estado burgués.
En este escenario las revolucionarias y revolucionarios estamos obligados a profundizar la aplicación del proyecto bolivariano, el proyecto de Hugo Chávez, necesitamos avanzar en la destrucción de las viejas estructuras de este estado que una vez Chávez calificó de moribundo y construir las nuevas estructuras necesarias para la sociedad justa y amante de la paz, la sociedad socialista.
Y como lo señaló Eduardo Piñate en su libro sobre la participación del Psuv en las luchas populares: “las revolucionarias y revolucionarios debemos militar en la izquierda del Psuv”. Esto implica luchar por mantener la unidad del partido, comprendiendo que es dentro del Psuv y no fuera donde hay que dar la discusión y la pelea.
Dentro del Psuv todo fuera del Psuv nada.
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Dámaso J. Pérez C. / Ciudad VLC
