“Suturas” es el título de la nueva exposición de Víctor Avellaneda, inaugurada recientemente en el Museo de Arte de Valencia (MUVA). Una colección en diferentes formatos y pequeñas esculturas realizadas en material textil y alambre en las que el artista trata de personificar las historias de personajes cotidianos.
El artista caraqueño, establecido en Valencia, está desde hace tiempo centrando su trabajo en personajes zoomórficos y antropomórficos que extrae de los videojuegos y de su estrecha relación con los títeres, oficio artístico que desarrolló durante muchos años.
Estos personajes irregulares están dibujados con hilo sobre telas y su escenario es la vida cotidiana de la casa y la relación con los objetos, y nos adentran en un mundo íntimo donde encarnan sus propias historias.
Las telas sirven de soporte para representar y revivir a aquellos personajes recuperados del misterio de lo humano y que permiten dar volumen y color a su leitmotiv.
Suturas, término tomado de la enfermería cuyo significado es coser heridas, es utilizado por Avellaneda para invitarnos a reflexionar sobre el proceso reparador que implica el acto de coser. Estableciendo un juego entre lo textil y el cuidado del otro, Avellaneda traslada el término a reparar lo roto, lo rasgado, con el propósito de curar la obra. El acto de reconstruir es un acto de sanación para quien cose y para el objeto mismo. Un ejercicio que cuestiona el acto de consumo desenfrenado, pero al mismo tiempo nos hace un llamado a sanar al propio ser humano, aquello que sí podemos reparar: cualquier herida abierta.
El artista cursó estudios en la Escuela de Arte Arturo Michelena de Valencia. Su carrera expositiva da cuenta de las diversas exposiciones individuales y colectivas en las que ha participado tales como:
“Visiones sonoras, homenaje a Giuseppe Verdi, artistas consagrados y emergentes”, en la Galería Braulio Salazar; “2ª Cenacoli d` Arti Scorzé Rio S”. Martino, Scorzé, Italia, y en el Salón Nacional de Arte Aragua del Museo de Arte Contemporáneo Mario Abreu de Maracay; “Patuque” en Sala Río Negro Restaurante Casiquiare Valencia, y “Homenaje a la erosión”, en la Sala Luis Guevara Moreno, Biblioteca Manuel Feo La Cruz.
En el año 2013 y el 2014 recibió el segundo lugar del Concurso de pintura rápida del Departamento de Artes Visuales de la Universidad de Carabobo. En el año 2015 fue seleccionado para formar parte del Salón Octubre Joven y obtuvo la Mención Honorífica en el Salón Municipal Girardot de Maracay. En 2018, obtuvo el premio del Salón Jóvenes con FIA.
Su influencia en el arte viene del movimiento de la Nueva Figuración, un movimiento artístico venezolano de los ’50, que propuso, ante la discusión abstracción-realismo, una tendencia que se presenta como una solución ante las calurosas discusiones de la época, y concilia a partir de un discurso donde era posible trabajar temas de lo humano a través del abstraccionismo, puesto que lo que menos les preocupaba era esa separación, si no los resultados.
Avellaneda toma como base estos elementos y nos propone una obra en la que los materiales textiles le permiten dar vida a personajes, como él mismo señala: “no sé qué son” ni humano, ni animal que vienen a encarnar conflictos humanos.
En este sentido, parte del collage como una técnica, muy potente, que le permite ensamblar materiales, degradar colores, lograr texturas y conseguir una síntesis dramática a través trazos y colores, logrando lo que él ha denominado “poética de la costura” al aprovechar las posibilidades que permite este material para representar el dramatismo, tal y como lo hicieron sus maestros.
Para conocer más de cerca el trabajo de Víctor Avellaneda lo hemos invitado a conversar en esta entrega:
Pintar
Siempre estuve ligado al arte, de alguna manera, en el colegio, siempre me gustó dibujar, tenía amigos que dibujaban muy bien y yo siempre dibujé, fui ilustrando, pintando, visitando museos, tenía una influencia muy fuerte con el arte de por si familiar, mi hermana estudió arte. Cuando yo comienzo a pintar fue desde un principio muy serio, yo no quería pintar por pintar. Tenía atesorado unos óleos desde hace tiempo que me habían regalado, entonces los tenía así como que algún día voy a usarlos. Los olía, me familiarizaba con el olor de la pintura óleo que de verdad atrapa al pintor de una manera que la gente no tiene idea; te vuelves adicto al óleo. Es la verdad… yo pintaba con óleo sin siquiera saber lo que estaba haciendo, no estaba aprovechando las bondades del óleo, pero atesoré esos óleos y la idea era usarlos con un concepto ya, un tema, tenía inquietud de no pintar por pintar, sino que yo quería que algo me motivara y comencé con paisajes, pero fue a través de un viaje que hice a la Gran Sabana y fue como el arranque, ya yo había hecho esa investigación de lo que quería abordar, que era esa cuestión metamórfica de la naturaleza y por ahí me fui y bueno ya yo venía haciendo dibujos, marca libros. Una serie que hice en marco libros -larguísima- que eso, yo considero, fue una prueba de color muy importante; yo ahí adquirí una confianza; me di cuenta que era un colorista intuitivo, lo hacía con papel pero le echaba pega, el color se mezclaba, marcadores, fue antes de que comenzara con los óleos, por eso te digo que yo, con las artes plásticas lo hacía muy natural y bueno cuando entro en la Escuela de Arte ya bueno… tenía 29 años.
Influencias
La influencia plástica es todo lo que tiene ver con el movimiento de la Nueva Figuración en Venezuela: Jacobo Borges, Alirio Rodríguez, Zapata, los más contemporáneos, todo lo que es el informalismo, los expresionistas europeos. Por lo menos aquí es la Nueva Figuración, en Londres era la Escuela de Londres. Siempre ha habido ese movimiento contestatario expresionista a través de lo humano, esa metáfora de lo antropomorfo y todo eso… me fui por ahí, por la personificación, siempre hay un personaje que se destaca en sí, más allá de la técnica soy un personificador; estoy buscando el protagonismo de un elemento que tiene que ver con lo humano.
Mucho de eso también, las comiquitas, los video-juegos, pero lo retro, porque también yo soy objetual, soy muy escultórico. Siempre pienso, sin darme cuenta, en la tridimensionalidad del objeto pero desde planos, porque a la vez trabajo planos, entonces, es como contradictorio y a la vez soy escultórico por el tema de las líneas y ahora con lo geométrico, por eso me estoy soltando a la escultura; creo que mi pensamiento es escultórico en el dibujo -es casi lo mismo- siempre lo he visto así un dibujo es una escultura, por eso también vez en el formato bidimensional que ya tiene una lectura, al ser polígonos irregulares, ya tiene una lectura tridimensional. Te va llevando a lo tridimensional.
Telas
Me sumerjo en el mundo textil porque eso es un universo, es a través del collage… El collage es la sustitución del color por el papel o por otros materiales; el collage nace de allí: de que no conseguiste ese tono de color. Ya la pintura era manufacturada, y entonces no conseguían ciertos colores específicos, y de repente lo veían en un mantel, en el vestido de su esposa y comienzan a cortar y pegar y a resolver, sobre todo si logras integrarlo, que no parezca realmente que eso viene del exterior se integra bien con la pintura, porque después viene el tono que le sigue, lo degradas, hay un matiz. Es súper interesante el collage, cuando yo entendí bien el collage ya yo la pintura no la puedo entender únicamente como un material acuoso, si no ya desde que la pintura es color y sabes que la pintura es color y entiendes qué es collage, ya no estas limitado al papel, sino que vez que las telas tienen unas bondades maravillosas: plasticidad, textura, una cantidad de cosas, ya tiene una gráfica resuelta en el estampado que te funciona, puede tener una característica perdurable en el tiempo, dependiendo de las telas, es infinito cuando la estiras, la rompes, rasgas, la rompes, la trabajas con la tijera. Entonces como ya yo venía también con lo geométrico, lo que yo llamo geompétrico, otro diría a qué llamas geométrico si estas cuadriculando cosas, sí, mi etapa geométrica es cuadricular personajes, planos, garabatos, porqué, por la tijera, cuando tu agarras un garabato y lo sacas de ese plano con la tijera ahí queda encapsulado, vectorizado y encriptado, porque todo se une. El corte de la tijera es perfecto para geometrizar cualquier cosa.
Todo es geometría, es lo mejor para entender el dibujo, la geometría de la vida, a partir de puntos y así empecé hacer muchas reflexiones de lo que es la figuración de lo que hablan de lo abstracto y de tantas cosas, todo está relacionado
Después del 2020, empecé a ordenar todo como la cronología de mi historia como investigador y artista y llegué a este tema de la digitalización social de la cotidianidad a través del celular y eso te va poniendo el mundo cuadriculado te va sintetizando, te digitaliza hasta tu forma de vivir.
Personajes
Un poco de todo, tienen una mezcla bien fuerte, de tantas cosas ya llega un momento que… fíjate, hay muchos animales, pero nunca pienso lo del tema del personaje, es una pareidolia, eso me hace romper, manchar es una personalidad que sale sola, los empiezo a ver…
La gente me dice: eso un cochino, un gato, pero nunca sé qué son, esa es la verdad y como a mí me gusta tanto el misterio: todo parte siempre de cuál es el tema , cómo lo pones en una palabra, el misterio, yo soy muy conspiranoico, me encantan todas esas cosas … yo no creo en nadie, soy un escéptico cada vez me doy cuenta de esa y no me interesa ya mi opinión … escéptico con todo, porque estamos en un mundo muy loco, esa es la verdad, no sabemos nada.
Suturas
Es como la poética de la costura, pero desde ese punto de sanar, es porque la imagen que va viajando en el tiempo al irla limpiando yo le voy como limpiando el aura; me he dado cuenta que hay una… sutura es una costura, esa es la metáfora no, pero en realidad el proceso es un saneamiento porque se supone que yo estoy evolucionando esas obras, si yo las estoy reutilizando es para evolucionar, porque pasan por ejemplo de unas obras cargadas o una obra minimalista, a un ambiente limpio en todo el sentido de la palabra. Antes yo trabajaba el sucio, el color sucio, el sucio del taller, todavía pueden quedar algunos destellos de eso, pero lo limpio, lo curo hasta les paso jabón a las obras, ahora el proceso es un saneamiento de la imagen, de los personajes, de la obra que reutilizo es para sanarla para que ella evolucione, conceptualmente, técnicamente, por eso suturas.
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Esa obra de Jóvenes con FIA se llamaba “Mapeando la hecatombe”, pero luego uno va evolucionando el título va adquiriendo… se va transformando porque eso también estaba relativamente reciente, porque para mí el trabajo textil era abstracto totalmente era más de planimetrías, mapas, tomas cenitales, atmósfera, no había personajes, no era figurativo, el figurativo nace en Jóvenes con FIA, esa idea nació para esa obra, por eso que en ese momento “Suturas” yo no podía entenderlo como un saneamiento de nada, suturas era una obra que le puse así.
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Vielsi Arias Peraza, Valencia, Venezuela (1982), docente egresada de la Universidad de Carabobo (UC) Mención Artes Plásticas. Ha publicado Transeúnte (2005), colección Cada día un Libro, editorial El Perro y la Rana; Los Difuntos (2010), editorial Fundarte, galardonado con Mención Honorífica Premio Nacional Estefanía Mosca; Los Difuntos (2011), reedición del sistema de imprentas regionales de Carabobo; La Luna es mi pueblo (2012), editorial El Perro y la Rana; Luto de los árboles (2021). Ha publicado también en distintas revistas nacionales literarias y académicas como: Cubile, A plena Voz, Revista Estudios Culturales UC, entre otras. Actualmente coordina la Plataforma del Libro y la Lectura del Ministerio de la Cultura en el estado Carabobo.
Ciudad Valencia / Foto de la autora por Luis Felipe Hernández
