Una nueva evidencia y prueba comunicacional sobre la verdad del caso de la televisora privada RCTV, cuya concesión se venció en 2007, surgió este jueves tras la revelación del exlocutor de VenevisiónManuel Sáinz, durante una entrevista a un medio internacional, confesó que los directivos de esa empresa actuaron con “soberbia” y se negaron a solicitar la renovación de la señal para continuar en operaciones y usufructuar el espectro radioeléctrico público de Venezuela, porque no reconocían al Gobierno nacional que presidía el Comandante Hugo Chávez Frías.

“RCTV y el departamento jurídico RCTV, por una cuestión que ellos asumían que era, pues, no solicitaron la renovación y, bueno, Chávez, no solamente, Chávez agarró y dijo: mira, voy a, “no les voy a renovar la concesión”. ¡NO, es que ni hizo falta eso, porque ellos no lo solicitaron y fue un acto de soberbia de tal magnitud, que ellos agarran y empiezan a salir por internet, mejor dicho por satélite con RCTV Internacional!”, dijo el también periodista venezolano que se hizo tristemente célebre durante el golpe de Estado de 2002.

 

Explicó Sáinz que la señal autorizada por 20 años de RCTV, la obtuvieron durante el gobierno de Jaime Lusinchi, en los años 80, quien se basaba en el obsoleto Reglamento de Radio y Televisión elaborado en la década de 1940. Pero en el nuevo siglo, ya existía La Ley Orgánica de Telecomunicaciones aprobada en junio del año 2000, y todos los medios de comunicación empiezan a regirse bajo esa normativa legal, pero RCTV pretendió que se le autorizara su señal con el anterior reglamento derogado legalmente.

16 años después del cese de la concesión de esa frecuencia, este testimonio público sale a la luz para ratificar la legalidad de aquella decisión de no renovar la señal a una empresa televisora cuyos dueños estaban implicados abiertamente en el golpe de Estado de 2002 contra el Comandante Chávez, que sabotearon la Cadena Nacional Presidencial en aquella tarde luctuosa del 11 de abril, e incluso mucho antes, mediante mentiras y situaciones ilegales transmitidas abiertamente contra el Gobierno venezolano.

 

 

No obstante, con este caso, se intentó durante más de tres lustros afirmar que se había “cerrado” a una televisora privada, y pese a que esa empresa que continuó en labores en medios electrónicos, satelitales y redes internacionales, impuso una matriz de opinión para manipular las emociones de los venezolanos y venezolanas durante el llamado “show”, transmitido en las horas finales de la antigua concesión en mayo de 2007.

El periodista Barry Cartaya, en su programa Tras La Noticia, además de mostrar esta confesión de Sáinz, recordó que éste trabajaba en otra planta televisiva nacional privada, Venevisión, durante el golpe de Estado 2002, y fue el locutor que tergiversó insólitamente la libertad de expresión y las informaciones mediante imágenes trucadas y editadas. Con ellas, aquel 11 de abril, emitía juicios personales y situaciones falsas e intencionadas para responsabilizar y satanizar al pueblo que defendía en la calle al Gobierno nacional, durante el golpe mediático-militar que derrocó por 47 horas al entonces presidente Chávez.

Cartaya mostró el antes y después del locutor, y las mentiras propaladas abiertamente por éste y también los dueños de otras televisoras privadas en aquellas jornadas de desestabilización contra la democracia venezolana en abril de 2002, precisamente cuando la señal de Venezolana de Televisión (VTV), fue cerrada en forma forzada y bajo amenaza armada por el entonces gobernador derechista en Miranda, Enrique Mendoza, para que la verdad de lo que ocurría en Venezuela no pudiera ser televisada. Algo que, sin embargo, solo lograron sostener por 47 horas.

 

TE INTERESA LEER: MISIÓN VERDAD: EL TURBIO NEGOCIO DE LA CRUZ ROJA INTERNACIONAL

Cuidad Valencia / VTV