“Recuento personal” por Luis Alberto Angulo

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En el Foro

Nací en enero de 1950, un año y once meses antes de cuando mataron a Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar que se impuso luego del golpe de Estado y derrocamiento al gobierno del novelista Rómulo Gallegos (Acción Democrática); que a su vez se había constituido tras el golpe cívico-militar (la Revolución de Octubre), propinado al gobierno de Isaías Medina Angarita, quien sucedía constitucionalmente al gobierno postgomecista de Eleazar López Contreras.

El asesinato del Presidente de la Junta Militar no cambió al régimen de facto, solo sustituyó a un militar por otro y radicalizó férreamente aquel régimen con Marco Pérez Jiménez a la cabeza, quien a su vez sería derrocado por un golpe de civiles y militares el 23 de enero de 1958, hace ya casi 66 años.

Juan Vicente Gómez, un campesino andino militarista, ministro de guerra de Cipriano Castro, a quien traicionó, propinándole un golpe de Estado frío, tomó el poder absoluto durante casi tres décadas con la anuencia total del “Big brother” norteño y sus compañías petroleras, que se aseguraron así el negocio petrolero y minero, mientras el zahorí andino se adueñaba del país sometiéndole a su atroz tiranía de insaciable hacendado.

“Juan Bisonte” era tan rural como su antiguo jefe, pero no tuvo la pasión del “Cabito” por la historia patria, a él solo le importaban las cosas prácticas, era de un pragmatismo chato como solían ser aquellos fronterizos.

La sombra tachirense se impuso en Venezuela con Castro, Gómez, López e incluso con el proyecto modernizador de Medina Angarita; tuvo un breve receso con Gallegos y continuó largamente con la Junta de Gobierno que defenestró a éste. Una junta de gobierno andina, pero no merideña ni mucho menos trujillana, era cuasi neogranadina.

El también tachirense Marco Evangelista Pérez Jiménez se impuso desde 1951 hasta el 23 de enero de 1958. Es un largo período el de Castro, Gómez, López Contreras, Medina Angarita y Pérez Jiménez. Los historiadores lo han estudiado bien, no obstante, ese tiempo aun no deja de decirnos muchas cosas para lograr interpretar mejor los actuales. Por ejemplo, es importante analizar lo que sucede en Táchira y Mérida con el resultado de las votaciones del referéndum sobre la Guayana Esequiba. Algo sucede allí, es obvio.

 

Luego del 23 enero de 1958

Luego del 23 de enero de 1958 se produjo el primer proceso electoral verdadero para elegir presidente en Venezuela. Yo tenía 9 años y aquello me marcó; hice campaña por el candidato de Unión Republicana Democrática (URD), el partido de Jovito Villalba, José Vicente Rangel y de muchos, entre ellos mi papá y sus hermanos.

Apoyamos a Wolfgang Larrazabal, pero Rómulo Betancourt, el líder de Acción Democrática, con un trabajo de base de muchos años ganó esas elecciones e impuso un nuevo modelo político que, sin embargo, al igual que su viejo enemigo político el general Juan Vicente Gómez, no entró en contradicciones con las empresas petroleras estadounidenses, pese a tener Betancourt el mejor libro crítico sobre el petróleo escrito en el país y posiblemente en el continente.

Al igual que Gómez, que les dijo a los gringos: “Hagan ustedes las leyes porque son los que saben”,  él, que sí sabía de petróleo, terminó asegurando su permanencia en el poder por aquella misma vía. No repetiría los “errores” de los defenestrados; así pretendió la hegemonía política de un siglo y durante cuarenta años ese modelo se impuso, pero implosionó por la corrupción, la mediocridad y la ineficacia, creando las condiciones para el surgimiento de un proceso político social radical, cívico-militar, de carácter bolivariano.

Las condiciones de extrema pobreza que la cuarta República generó en el país y el desvelamiento  de las inmensas riquezas nacionales dinamizan un proceso político inédito que tuvo como líder indiscutible a Hugo Chávez, el militar que fracasó en su intento de darle un golpe de Estado al presidente Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato (quien por cierto había eliminado al betancurismo), pero que logró por la magia de los medios  el consenso nacional por su acción y por asumir la responsabilidad de aquel hecho. Obtendría todo por la vía democrática que el pueblo le ofrecía.

 

25 años del bolivarianismo del siglo XXI

Vamos a 25 años de la propuesta venezolana del bolivarianismo del siglo XXI, es un tiempo histórico que hemos vivido con pasión y que alguna vez será estudiado con la “objetividad” que da la distancia de las cosas.

Queda clara la agresión al país por el poder económico mundial representado por el Tío Sam, asimismo queda clara la firmeza de este país para resistirla, pero ha sido  extremadamente fuerte para nuestro pueblo.

Al respecto, el discurso del Presidente Maduro ante la Asamblea Nacional presentando Memoria y Cuenta como jefe de Estado, es memorable, histórico. Por mi parte, como simple ciudadano he vivido un pedazo grande de un tiempo extraordinario de la historia  nacional y espero no estar equivocado en la fe por este país maravilloso.

 

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Napoleón en el cine

Cinéfilos, historiadores, políticos, militares, estudiantes, no se pierdan de ver en una sala de cine a la película Napoleón. Está en cartelera en Cines Unidos en el Sambil. Es una verdadera joya cinematográfica. Ayuda a entender las guerras del siglo XIX, pero también las actuales. Las dimensiones que alcanzaron esos acontecimientos bélicos de ejércitos enfrentados.

 

Napoleón

 

Pese al horror que ellas producen son diferentes a las actuales que acaban con pueblos enteros sin posibilidad de combate. Ya no hay honor en los campos de batalla, tampoco hay campos de batalla, todos somos objetivos.

 

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Luis Alberto Angulo [Rivas]. Poeta, promotor, animador cultural, editor literario y articulista nacido el 13 de enero de 1950 en Barinitas, estado Barinas, residenciado en Valencia. Autor de los libros Coplas de la edad ligera (2021), Antología del decir (2013), y La sombra de una mano (2005), publicaciones de Monte Ávila Editores  (Colección Altazor), así como de Fusión poética (2000) en la Universidad de Carabobo; tomos que compilan su obra poética integrada por una veintena de poemarios. Obtuvo el Primer Premio del IV Concurso Internacional de la Revista Poesía (UC). También es premio nacional de poesía Dr. Francisco Lazo Martí del Ateneo Popular de Calabozo y Primer premio de poesía de la Universidad Rómulo Gallegos en San Juan de los Morros. Ha publicado selecciones poéticas de San Juan de la Cruz, Miguel Hernández, Enriqueta Arvelo Larriva, Ana Enriqueta Terán, Lubio Cardozo y de Ernesto Cardenal (de quién es prologuista de la única edición en vida de su Obra poética completa), así como la antología Rostro y poesía, Poetas de la Universidad de Carabobo.

 

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