Tu rímel seco

Si tienes tu rímel seco, lo puedes recuperar sin dañarlo para que puedas tener siempre tu maquillaje listo para usarlos.

Con estos trucos como las lágrimas artificiales o el clásico baño María pueden ayudarte a restaurar su textura y hacer que funcione casi como recién abierto.

Eso sí, ten en cuenta que son soluciones momentáneas, pensadas para sacarte del apuro.

 

  • Aplica suero fisiológico o lágrimas artificiales

Cuando el rímel comienza a espesarse, pero aún no ha llegado a secarse por completo, unas gotas de suero fisiológico o lágrimas artificiales pueden ayudar a recuperar su consistencia original. Estos líquidos estériles están formulados para el uso ocular, por lo que son seguros y no alteran la fórmula del producto.

 

  • Sumerge el tubo en un vaso de agua caliente

Un truco casero para ablandar el rímel seco es sumergir el tubo cerrado en una taza con agua caliente durante 3 a 5 minutos. El calor ayuda a que los componentes se suavicen y se mezclen de nuevo, devolviéndole al producto una textura más fluida.

Eso sí, asegúrate de que el agua no esté hirviendo, para no deformar el envase ni alterar su contenido. También es fundamental mantener la máscara bien cerrada durante el proceso, ya que abrirla podría permitir la entrada de humedad o bacterias.

 

Al terminar, sécalo por fuera y agítalo con suavidad.

 

  • Aplica líquido para lentillas

Si usas lentes de contacto, es probable que ya tengas a mano un aliado perfecto para tu rímel seco. Solo necesitas añadir 2 o 3 gotas de solución para lentillas al tubo cerrado, agitar con suavidad o girarlo entre las palmas de las manos. Este líquido estéril ayuda a suavizar la fórmula y recuperar una textura más fluida, ideal para una aplicación sin grumos

 

  • Añade unas gotas de aceite de coco o de ricino

Los aceites naturales no solo suavizan la textura del rímel seco, también ayudan a evitar que se formen grumos al aplicarlo. Tanto el aceite de coco como el de ricino son conocidos por sus propiedades humectantes y nutritivas, y pueden ayudarte a recuperar la consistencia del producto.

Añádelo directamente al envase o se retiran bien al final del día.

 

  • Agrega una gota de aloe vera

La textura ligera y gelatinosa del aloe vera puede ayudar a recuperar la fluidez del rímel seco, mientras aporta hidratación y un extra de cuidado a tus pestañas. Para aplicarlo, añade solo una gota de gel puro dentro del tubo, usando un gotero o una espátula cosmética limpia. Luego, cierra bien el envase y agita con suavidad para integrarlo.

Evita excederte, ya que demasiado gel podría espesar la fórmula y dificultar la aplicación. Además, este truco no es recomendable en máscaras resistentes al agua, ya que el aloe puede alterar su composición y reducir tanto su duración como su pigmentación.

 

  • Añade unas gotas de glicerina

Conocida por su poder humectante, la glicerina es un ingrediente común en productos de cuidado facial y capilar por su capacidad para retener la humedad. En el caso del rímel seco, puede ayudar a devolverle suavidad y mejorar su aplicación, siempre y cuando se use en cantidades muy controladas.

Añade solo una o dos gotas dentro del tubo cerrado, agítalo con suavidad y deja reposar unos minutos antes de usar. La textura del producto se volverá más fluida, lo que facilita que el cepillo se deslice mejor por las pestañas.

 

Recuerda que, por su uso cercano al ojo, la máscara de pestañas es uno de los cosméticos más delicados. Apostar por una buena higiene, conservar el producto en condiciones óptimas y saber cuándo es momento de renovarlo son claves para una rutina de maquillaje segura y efectiva.

 

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