La representación permanente de Rusia ante la ONU rechazó este martes el ataque de Ucrania a Jersón ejecutado por ese ejército con armas estadounidenses contra la ciudad Nóvaya Kajovka que dejó al menos un saldo de siete víctimas mortales.

El titular de la delegación rusa, Dmitri Polianski, señaló que «Los bombardeos contra los objetivos civiles no pueden suscitar más que una firme condena» mientras responsabilizó a EE.UU. por el suministro de las armas con que fueron ejecutadas las agresiones.

De acuerdo con la información del satélite estadounidense Worldview-2, el bombardeo de las fuerzas ucranianas con lanzacohetes múltiples HIMARS dejó al menos siete muertos y 40 heridos.

 

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Por su parte, el jefe de la administración civil y militar del distrito de Kajovka, Vladímir Leóntiev, comunicó que todavía quedan personas bajo los escombros producto del ataque contra la sureña ciudad ucraniana de Nóvaya Kajovka, localizada en la provincia de Jersón.

De igual forma, Leóntiev apuntó que centenares de viviendas han sido dañadas al igual que escuelas, hospitales y una planta de equipos para centrales hidroeléctricas. El servicio de gas y electricidad ha sido interrumpido para evitar mayores pérdidas, precisó.

 

Asimismo, fue destruido un almacén con ayuda humanitaria registrándose la pérdida de 35 toneladas de alimentos y otros suministros. La jefa del Centro de Ayuda Humanitaria, Natalia Zariá, dijo que “era muy importante para la ciudad, ya que nadie recibe pensiones ni salarios”.

El ejército ucraniano lanzó un ataque este lunes contra la ciudad Nóvaya Kajovka como parte de las agresiones perpetradas a Jersón desde que la provincia fuera ocupada por las fuerzas rusas.

 

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Ciudad Valencia / Telesur