La parálisis del sueño es un trastorno en el que la persona es incapaz de realizar movimientos voluntarios, como moverse o hablar. Es un despertar incompleto que ocurre en las transiciones entre sueño y vigilia.

Las personas que lo padecen se encuentran cognitivamente despiertas, pero experimentan una parálisis de toda la musculatura que le impide moverse y pedir ayuda.

Quienes experimentan la parálisis tienen alucinaciones vívidas y aterradoras, que pueden contribuir a la sensación de miedo e impotencia. Aunque no es perjudicial para la salud, puede ser muy angustiante y afectar a la calidad del descanso.

De hecho, uno de los motivos que provocan este trastorno es una mala higiene del sueño. Dormir pocas horas, o no descansar lo suficiente, aumenta las posibilidades de que ocurra.

 

En este sentido, la neuróloga y experta en medicina del sueño del Centro Integral de Sueño y Neurociencias (CISNe) en España, Celia García, indica que entre el 5 % y el 10 % de la población está predispuesta a sufrir este trastorno.

“Si son personas sanas, la parálisis del sueño se considera ‘benigna’.

En otras ocasiones, es un síntoma de otras enfermedades, por ejemplo, de la narcolepsia”, explicó a la vez que comentó que cuando un paciente tiene esta enfermedad, entra con mucha rapidez en fase de movimiento ocular rápido (REM por sus siglas en ingles) y es por ello que se producen las parálisis.

 

Cuando dormimos pasamos por cinco fases de sueño, divididas en fases no-REM y en la fase REM. La primera categoría se divide en sueño ligero y en sueño profundo, donde hay mayor movimiento corporal. En cambio, en la REM predomina la actividad cerebral y es en esta fase cuando se sueña.

“Cuando una persona sufre una parálisis del sueño, se encuentra a caballo entre el sueño REM y la vigilia”, detalló García. La persona está despierta y la consciencia está preservada, pero el cuerpo sufre atonía muscular.

 

Esto significa que todos los músculos del cuerpo, excepto los de los ojos y el diafragma, permanecen bloqueados, lo que provoca que uno no pueda moverse ni hablar durante el episodio.

La atonía muscular es una respuesta normal del cuerpo durante la fase REM del sueño, pero en la parálisis se produce en un momento inapropiado, lo que provoca la sensación de impotencia y miedo que caracteriza este trastorno.

 

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Ciudad Valencia / VTV