Sospechoso por atentar

Uno de los cuatro detenidos sospechoso por atentar contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, identificado como Gabriel Carrizo, dijo a un amigo horas después del intento de magnicidio que existía el plan de asesinar al hijo de la senadora, el diputado Máximo Kirchner, líder de la organización juvenil La Cámpora.

«Estamos pensando en matar al jefe de La Cámpora», comentó a un amigo, según la transcripción que se realizaron de los chats descubiertos en su teléfono celular, refiere Sputnik.

El mensaje fue enviado a una persona bajo el nombre Jony White, a las 23:40 (2:00 GMT) del 01 de septiembre, horas después de que la expresidenta (2007-2015) fuera víctima del intento de magnicidio.

 

Sospechoso por atentar contra Cristina Fernández tenía otros planes

Cuando acudió a declarar a los tribunales, Carrizo, detenido desde el 14 de septiembre, se presentó como el jefe de un grupo de vendedores ambulantes de copos de azúcar al que también pertenecían Brenda Uliarte, de 23 años, y su novio Fernando Sabag Montiel, de 35, todos procesados por el intento de homicidio de la vicepresidenta.

En una entrevista que brindó a un canal de televisión argentino un día después del atentado, junto con Brenda Uliarte y otros compañeros, el hombre aseguró que «ninguno de ellos era cómplice del intento de asesinato», aunque evitó responder a la pregunta de si Sabag Montiel había tenido alguna expresión violenta contra la vicepresidenta.

 

Antecedentes:

  • El intento de homicidio contra la vicepresidenta tuvo lugar hace más de dos semanas, cuando Sabag Montiel apuntó y gatilló dos veces el arma frente al rostro de Fernández de Kirchner, pero milagrosamente no detonaron los proyectiles.
  • El agresor intentó asesinarla cuando la expresidenta (2007-2015) se paró a saludar a sus seguidores al regresar a su vivienda, en el barrio de Recoleta de la capital argentina.
  • Sabag Montiel es de origen brasileño, aunque vive en Argentina desde los seis años y tiene antecedentes penales por portación ilegal de armas y falsificación de documento público.
  • Del peritaje de los teléfonos celulares se desprende que hubo una planificación del atentado, pues el 27 de agosto, días antes del ataque fallido, Uliarte reconoció a su amiga Agustina Díaz, también arrestada, que había mandado matar a Cristina Fernández.

 

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Ciudad Valencia / VTV