Continuaré presentándoles a algunos arreglistas corresponsables de muchos éxitos musicales de la Salsa. En la pasada entrega conocimos someramente a músicos como el tresista Máximo Torres, el trompetista Tommy Villarini, el trombonista Carlos “Cuto” Soto; el maestro de maestros, el trompetista Luis “Perico” Ortiz (los cuatros de origen puertorriqueño) y al pianista de origen colombiano Eddy Martínez, todos excelentes músicos y arreglistas connotados de la Salsa.
Para ampliar esta lista les traigo otros nombres, no menos grandes que los ya mencionados: Uno de los temas más sonados del vocalista Lalo Rodríguez fue “Máximo Chamorro” (1980); un dúo maravilloso que se conformó para grabar fue el de Celia Cruz con Pete “El Conde” Rodríguez en la canción “Encántico” (1981), con Las Estrellas de Fania; otro gran tema, alusivo directamente a la impuntualidad de Héctor Lavoe, fue “El rey de la puntualidad” (1984); y de otro boricua, Frankie Ruiz, se escuchó mucho la canción “Para darte fuego” (1989), de todos estos temas es responsable de la parte musical el maestro puertorriqueño Luis García, tresista, arreglista y director musical nacido en Puerto Rico el 2 de febrero de 1952.
Luis García, además, fue quien estuvo a cargo, como director musical, de la orquesta de Cheo Feliciano en todas sus giras hasta el final de su carrera.
Otro músico pianista y extraordinario arreglista fue el señor Luis (Louie) Cruz, quien destacó como pianista esencialmente con la orquesta de Ray Barretto, y antes había participado en la orquesta del maestro Willie Rosario “Mister Afinque”. No obstante, su trabajo como arreglista se pierde de vista, ya que son muchos los éxitos que se anotan en su lista, tales como “Que viva la música” (1972) de Ray Barretto; “Señor sereno” (1972) de Ismael Miranda y la Orquesta Harlow; “Buscando guayaba” (1979) con Willie Colón y Rubén Blades; “Los entierros” (1979) con Cheo Feliciano y, por último, “Juanito Alimaña (1983) con Héctor Lavoe, entre muchísimos otros éxitos.
Luis Cruz nació el 27 de febrero de 1939 en el Barrio Obrero de Santurce, Puerto Rico, y falleció el 15 de agosto de 2015 en West Palm Beach, Florida, dejando una asombrosa producción como arreglista.
Entre los talentosos músicos de la Salsa también se encuentra el venezolano Mauricio Silva, trombonista, pianista, cantante, compositor, arreglista y director musical, uno de los músicos más completos del país, quien fue responsable, por varios años, de acompañar a varias figuras internacionales que visitaron nuestro país en las décadas de los años 80´s y 90´s, tales como Ismael Miranda, Justo Betancourt y Héctor Lavoe, entre otros.
Algunos de los temas arreglados por Mauricio son “Se necesita rumbero” (1978) con La Crítica; “Cruel desilusión” (1978) con La Crítica; “Callejón” (1980) con Arabella; “Te haré feliz” (1989) con Silva y Guerra, y por último “Debe ser el amor” (1990) también con Silva y guerra.
Ángel Mauricio Silva nació en Caracas el 30 de diciembre de 1958, procedente de una familia de músicos; su padre Miguel Silva era bajista, su hermano Daniel es bajista, arreglista y vocalista, y su otro hermano, Josué, ya fallecido, era trompetista y lo acompañó con su orquesta Silva y Guerra.
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En la actualidad, el músico y arreglista que está en boga es el estadounidense Sergio George, nacido en Harlem, Nueva York, el 23 de mayo de 1961. Su vigencia se debe a que es el arreglista de una de las figuras más notables de la Salsa actual, Marc Anthony; aunque también ha contribuido con sus arreglos a las carreras de artistas como La India, Tito Nieves, Celia Cruz (en sus últimos años) y José Alberto “El Canario” entre otras.
Pueden destacarse entre los temas arreglados por Sergio: “Disculpe señora” (1992) con José Alberto “El Canario”; “Vivir lo nuestro” (1994) con La India a dúo con Marc Anthony; “La negra tiene tumbao” (2001) con Celia Cruz; “Fabricando fantasías” (2004) con Tito Nieves; “Vivir mi vida” (2013) con Marc Anthony; y para cerrar “Flor pálida” (2013) con Marc Anthony. Todos éxitos rotundos que demuestran ese criterio de Sergio, quien afirma que la Salsa debe fusionarse con otros estilos para mantenerse vigente.
Nuestro quinto arreglista seleccionado es toda una institución de la Salsa Dura, aunque viene de las filas de la Sonora Matancera, es el pianista Javier Vásquez, quien tiene en su haber una cantidad sorprendente de éxitos con múltiples orquestas y cantantes solistas.
Javier nació en La Habana, Cuba, el 8 de abril de 1936, en el Barrio Jesús María. A sus 19 años ya era colaborador en la Sonora Matancera, en 1965 se fue a Nueva York y tres años después se estrenó con Ismael Rivera y sus Cachimbos como pianista y director musical. Entre los muchos arreglos hechos por este maestro figuran “Pa´bravo yo” (1972) con Justo Betancourt; “El nazareno” (1974) con Ismael Rivera; “De todas maneras rosas” (1977) con Ismael Rivera; “Las caras lindas” (1978) con Ismael Rivera; “La dicha mía” (1980) con Celia, Johnny y el Conde; y, para cerrar, “Ligia Elena” (1986) con Willie Colón y Rubén Blades.
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Ramón Emilio Toro Martínez (Caracas-Venezuela, 1966) es licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura, de la Universidad de Carabobo (UC) en 1993. Es también Productor Nacional Independiente y locutor con experiencia en el desarrollo de programas radiales sobre música afrocaribeña en la ciudad de Valencia, estado Carabobo: Ciento por ciento Natural, por Lago 91.5 FM; Letras y Notas, por Salsera 96.3 FM, y Óyelo que te conviene, por RNV Región Central 90.5 FM. Es autor del libro «Letras y Notas sobre la Música del Caribe» (2020), presentado en la FILVEN Caracas 2020 (Casona Cultural Aquiles Nazoa) como el único proyecto editorial independiente de ese año.
Ciudad Valencia / Foto de RT: Edicson Dávila
