Candidatos de la República del Perú buscan votos en Venezuela

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La República del Perú

Para el domingo 11 de abril están programadas las elecciones generales en la República del Perú. Obviamente que los candidatos son peruanos y los votantes también, sin embargo, Venezuela  ha estado presente en la temática electoral, y seguirá siéndolo.

Situación como esta ha sido una constante no sólo en Latinoamérica, sino en Europa, África y hasta en los Estados Unidos.

 

Acciones xenofóbicas planificadas

Recientemente en Colombia se produjo el asesinato de un joven peruano, de este hecho los medios y redes se encargaron de relacionarlo con Venezuela. De inmediato en la nación inca se orquestó, con cierta premura, la reedición de marchas y acciones xenofóbicas contra los venezolanos en Perú. En pocas horas aparecieron, volantes, megáfonos, consignas y muchos recursos, contra Venezuela y los venezolanos, como ocurrió en el 2019.

Candidatos de la República del Perú buscan votos en Venezuela

 

La novedad, en este 2021,  es que, con las expresiones anti venezolanos, se involucra el tema electoral peruano. Se espera, entonces, que candidatos, partidos políticos y medios estén convencidos que la fuente de votos no está en Perú, sino en la Patria de Bolívar.

Las organizaciones políticas de la nación inca, los candidatos a la presidencia y al parlamento, sus sectores de poder que le respaldan (incluyendo medios masivos y redes sociales) se saben que los viejos discursos para conseguir votos están secos, calcinados en el desierto.

 

Candidatos y partidos sin  discursos

La oligarquía peruana y sus organizaciones políticas subordinadas a los designios de Washington hoy se encuentra en una encrucijada de incredulidad. De los 18 candidatos, incluyendo dos mujeres, ninguno, a menos de dos meses de las elecciones, llega a diez puntos, en la intención de voto.

El electorado de la nación inca, según mediciones de febrero, no favorece a ningún candidato en particular. Los diez más preferidos se encuentran en una especie de empate técnico. Sin embargo, resalta en la encuesta, que más del 50 por ciento de los consultados asegura que votará en blanco o que no sabe por quién votar.

 

En febrero del 2016, Keiko Fujimori tenía 40% de respaldo, mientras que el segundo, tercer y cuarto lugar estaban definidos, según las mediciones.

Ahora no hay nadie que destaque, no hay un líder que convoque, que genere esperanza y entusiasmo. Eso demuestra la crisis de liderazgo que hay en el Perú, cuya dirigencia política hace juicio al Gobierno de Venezuela y a sus instituciones.

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 La crisis política en la República del Perú

El electorado en la República del Perú, manipulado por décadas, aún no termina de percatarse de la crisis política por la que atraviesa su país. Bastarían pocos segundos de revisión a la última contienda, en el 2016. Para entonces tuvieron que decidirse, en segunda vuelta, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (PPK).

En los últimos cuatro años la República del Perú ha conocido a cuatro presidentes sin que haya habido comicios electorales.

 

La nación inca tiene una larga lista de ex presidentes envueltos en casos de corrupción. Algunos han terminado en la cárcel o con juicios en su contra. De ello se pueden citar: Alberto Fujimori y Alan García, este último se suicidó en el 2019, acorralado por las denuncias en su contra por el caso Odebrecht.

También están manchados con el tema de la corrupción los ex presidentes: Alejandro Toledo, Ollanta Humala, PPK y el mismo Martín Vizcarra, destituido por el congreso, por incapacidad moral.

 

De nuevo en la nación inca surge un nuevo escándalo al revelarse que cientos de funcionarios del Gobierno, y algunos familiares, se aprovecharon de sus cargos para favorecerse con la vacuna. La secuela de esto forzó a la renuncia de dos ministros y una investigación contra el ex presidente Martín Vizcarra, quien también fue favorecido con la inoculación. Este hecho se produce a pocos días de las elecciones generales.

 

La pandemia consigue al Perú en dilema neoliberal

La economía de la nación inca creció 2.16 por ciento para el año 2019. Era la tasa de crecimiento más baja en los últimos diez años. Niveles que no se observaba desde 2009 cuando obtuvo un crecimiento del 1 por ciento, como consecuencia de la crisis internacional.

Con la llegada de la pandemia por coronavirus en el 2020 mucho se dijo que las grandes, y las propias economías emergentes, entrarían en crisis. Los llamados a cuarentena, y a confinamiento dejarían en parálisis a la economía global.

 

Sin ninguna duda que el virus arrastraba a la América Latina a un quiebre de su economía. Y dentro de la región un empuje negativo contra Perú. El Producto Interno Bruto (PIB) peruano le llevaría a escenarios de 1989, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los llamados a confinamiento estricto por la pandemia hicieron palidecer a la economía. Y más, cuando la República del Perú cuenta con sólo tres trabajadores formales, de cada diez. La economía se paralizó, sin embargo, la transmisión del virus no, como consecuencia de ese siete por ciento informal o sin empleo, que de alguna manera se  mantenía en la calle.

 

Los números por coronavirus colocan al Perú entre los cinco más golpeados en la región y el 19 en la escala global. Perú ocupa el decimotercer lugar en el mundo de más muertos por cada 100 mil habitantes. Mientras que en la escala global, Venezuela está en el lugar 79.

 

Grupo de Lima devaluado

Suerte que la declaración contra Venezuela del 8 de agosto de 2017 se hizo en la capital peruana. De allí saldría la Declaración de Lima que dio paso  a que, participantes y medios, le dieran vida al Grupo de Lima. Suerte, porque si el encuentro hubiese sido en Buenos Aires sería entonces el Grupo de Buenos Aires, ahora sin la presencia de Macri.

 

Lo cierto es que Perú y su capital han asumido la línea de fracaso de la OEA y Almagro. Poco o nada de sus decisiones han tenido los efectos queridos.

La presencia de Bolivia en el grupo duró tanto como estuvo la dictadura de Jeanine Áñez, mientras que Argentina  declara que seguirá en el grupo, pero no aprobará cayapa contra Venezuela. Otro tanto ocurrió con México con la elección de Andrés Manuel López Obrador.

El próximo 11 de abril la República del Perú elegirá nuevo presidente

 

Acerca de los candidatos de los comicios del 11 de abril

El joven ex futbolista, George Patrick Forsyth Sommer, ha estado en el primer lugar de preferencias de los peruanos en su candidatura. Viene de ser concejal y luego alcalde de La Victoria, en Lima, cargo al que renuncia para aspirar a la presidencia. Le respalda la agrupación Victoria Nacional.

La candidatura de Forsyth es el resultado del agotamiento de los partidos políticos tradicionales, en América Latina, partidos salpicados de corrupción, particularmente en la nación inca. Además de deportista se le conoce como empresario con ideas políticas de centro.

 

Forsyth nació en Caracas pero fue reconocido como peruano por nacimiento. También posee la nacionalidad chilena, por ser hijo de madre chilena.

Los sondeos de enero y febrero revelan que al menos existe un grupo de diez a doce aspirantes, con posibilidades de ir a segunda vuelta. Entre ellos: Keiko Fujimori, Verónika Mendoza, Yonhy Lescano, Hernando de Soto, Rafael López Aliaga, Daniel Urresti, Julio Guzmán, Ollanta Humala y Daniel Salaverry.

 

En el 2016 Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski fueron a segunda vuelta, Fujimori se había impuesto en la primera vuelta. El respaldo, sin pacto, de Verónika Mendoza a PPK fue decisivo para que Kuczynski ganara la presidencia.

Verónika Mendoza, candidata por Juntos por el Perú y líder del movimiento socialista democrático Nuevo Perú, ha sido blanco, desde todos los ángulos, de diversos ataques. Se le señala como “la candidata del castro-chavismo”. Insisten mucho en relacionarla con Venezuela, pretendiendo con ello restarle simpatía y votos.

Candidatos de la República del Perú buscan votos en Venezuela

 

Ciudad VLC / William Hernández / Agencias