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Vielsi Arias, autora de la columna de Ciudad Valencia "Ciudad Escrita"

La figura del cronista es muy antigua, data en Venezuela de principios de 1600, durante el proceso de colonización, cuyo fin era registrar la forma de vida de las comunidades originarias, la geografía, el clima… Desde el siglo XVII a nuestros días el cronista es la persona que se encarga de registrar la historia de las ciudades.

El primer cronista oficial de Venezuela y de la ciudad de Caracas fue el valenciano Enrique Bernardo Núñez, nombrado en el año 1945. En su memoria, la Asociación Nacional de Cronistas de Venezuela, cuya primera convención se celebró en la ciudad de Valencia en el año 1968, decretó el 20 de mayo como el Día nacional del cronista.

La figura del cronista es designada a través de un proceso de postulación convocado por las autoridades municipales y se encuentra establecida en la Ley Orgánica del Poder Municipal  como un órgano auxiliar, el cual tiene como función : “recopilar, documentar, conservar y defender las tradiciones, costumbres y hábitos sociales de la comunidad”.

En los últimos años en Venezuela han surgido figuras  de escribas de la historia local, que se han denominado cronistas comunales. Se trata de líderes de comunidades populares que por su edad y conocimientos empíricos conocen la historia del lugar; en algunos casos, historia que se ha transmitido de una generación a otra a través de la oralidad. Esta realidad nos plantea la interrogante de quién escribe la historia. Sin dudas existe una historia oficial, la del consenso, y dentro de ella están inmersas microhistorias que solo conocen sus protagonistas.

Tal vez el cuestionamiento al cronista oficial viene por la necesidad de socializar el conocimiento y por la idea de una figura externa que viene a escribir de “nosotros”.

En este caso, son los vecinos que hablan y cuenta su memoria, generando un proceso de reconocimiento y relación más cercana con el lugar. Mirarse a sí mismo, en el nosotros, implica entonces construir una identidad común. Aunque en el ámbito local han surgido estas figuras, creemos que la labor de ambas, una desde la institución y otra desde la comunidad, es vital para la conservación del patrimonio.

 

Día Nacional del Cronista-cronistas comunales-Mohamed Abi Hassan-Ciudad Escrita-Vielsi Arias-Antonio Trujillo

 

Los cronistas comunales son personas que viven y conocen la historia del lugar. En reconocimiento a su labor han surgido algunas iniciativas institucionales para visibilizar la historia no contada. Una de ellas es el proyecto que lleva adelante el poeta y cronista de San Antonio de los Altos, Antonio Trujillo, a través del Diplomado de Cronistas Comunales, un programa de formación promovido por La Vicepresidencia de Comunicación, Cultura y Turismo y que tiene como propósito, establecer un espacio de diálogo y encuentro entre todos los protagonistas de la historia local.

Valencia fue escenario de este programa el año pasado en los espacios de la Casa de Talleres Luis Eduardo Chávez, con la participación de historiadores, poetas, intelectuales y líderes comunales. El entusiasmo de esta experiencia fue extensivo y llegó a Mariara. Un municipio que acogió esta iniciativa y ahora desarrolla un taller de cronistas comunales con un público amplio: maestras, niños, poetas, vecinos, abogados, periodistas, instituciones.

En honor al Día Nacional del Cronista y para conocer más de cerca la experiencia conversamos con el poeta Mohamed Abi Hassan, quien coordina el taller:

 

La microhistoria

Si nos remitimos a lo que significa “taller” como lugar donde se realiza un trabajo u oficio, y a “comunal”, que se refiere a lo común, donde la gente participa por un solo fin, en este caso construir su propia historia, y la crónica es el género literario donde la va a construir. Donde escribe su historia de vida, su calle, sus plazas, su gente y sus vecinos y todos pasan a ser protagonistas de una microhistoria o historia local o como la denominó Miguel de Unamo, en 1895, la intrahistoria. Es decir, la historia dentro de la histora; la historia construida por sus protagonistas o personajes anónimos de la cotidianidad invisibilizados por la historia oficial, la contada por los historiadores. Aunque la historia grande se nutre de las pequeñas historias, al respecto Enrique Bernardo Núñez, nuestro primer cronista, apuntaba en 1945: “hay otro cronista que es el pueblo mismo”.

 

Día Nacional del Cronista-cronistas comunales-Mohamed Abi Hassan-Ciudad Escrita-Vielsi Arias

Cronista comunal

A diferencia del cronista oficial, que es un funcionario público elegible, mediante concurso y cuyo carácter es vitalicio, el cronista comunal surge de la organización popular en los años ‘90 aproximadamente y es una figura que se acerca a la gente donde vive. No obstante, es una figura ah honorem que ha generado como resultado, la historia del barrio, un concurso como reconocimiento a su labor, de hecho yo participé en uno y gané con la historia Las locainas de la Cabrera, hace algunos años. De ahí surgió el libro, editado por el Perro y La Rana.

 

Eso es toda una historia aparte, me invitaron a asistir a la celebración de las locainas en Cabrera, se realiza en diferentes estados del país, y yo nunca había tenido la oportunidad de ir. En la crónica comunal desaparecen los límites territoriales las cuales pasan a ser determinadas por la gente. Los cronistas oficiales tienen unos parámetros que obedecer, en este caso no, hay más libertad y aquí, en la crónica comunal, la comunidad se mira a sí misma. El cronista oficial viene de afuera a hacer la crónica, en este caso no, es una persona de la misma comunidad.

 

La génesis

Tengo que hablarte de la génesis del taller, esta propuesta nació del poeta y cronista de San Antonio de Los Altos Antonio Trujillo. Quien me propuso realizarlo en Mariara con los consejos comunales y docentes, a diferencia del taller que se realizó en Valencia el año pasado, el cual tuvo un carácter de Diplomado, este está más abierto al público general. Antonio Trujillo visitó Mariara en enero, en un ciclo de poesía titulado Vuelo a lo invisible. Estuvieron con nosotros los poetas: Reynaldo Pérez Só, Antonio y Wuilliams Hernández.

 

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Allí participa un público heterogéneo, el cual oscila entre los 9 y 80 años de edad, convoca a docentes, escritores, periodistas, docentes, consejos comunales, abogados, ingenieros, entre otros, la dinámica es lo que determina el éxito del taller, ya que llevamos tres meses de forma ininterrumpida, el público hace preguntas, se comparten libros, café, el equipo de prensa va llevando un registro de toda la actividad.

Podríamos decir que este taller es un sueño colectivo hecho realidad.

 

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Vielsi Arias Peraza, Valencia, Venezuela (1982), docente egresada de la Universidad de Carabobo (UC) Mención Artes Plásticas. Ha publicado Transeúnte (2005), colección Cada día un Libro, editorial El Perro y la Rana; Los Difuntos (2010), editorial Fundarte, galardonado con Mención Honorífica Premio Nacional Estefanía Mosca; Los Difuntos (2011), reedición del sistema de imprentas regionales de Carabobo; La Luna es mi pueblo (2012), editorial El Perro y la Rana; Luto de los árboles (2021). Ha publicado también en distintas revistas nacionales literarias y académicas como: Cubile, A plena Voz, Revista Estudios Culturales UC, entre otras. Actualmente coordina la Plataforma del Libro y la Lectura del Ministerio de la Cultura en el estado Carabobo.

  

Ciudad Valencia / Foto de la autora por Luis Felipe Hernández