Delfín Martell-columna Espacio y Tiempo Sonoro-Alirio Díaz-Rodrigo Riera

En la Escuela de Chacao, el Padre Sojo y Juan Manuel Olivares  formaron académicamente en el arte de la música a casi todos los grandes compositores de la colonia: José Ángel Lamas, Juan José Landaeta, Pedro Nolasco Colón y hermanos, Cayetano Carreño y hermanos, y Lino Gallardo, entre muchos más.

El Padre Sojo fue hijo de Feliciano Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Gedler y de Isabel María Gil de Arratia y Aguirre-Villela, bisabuelos por línea materna de Simón Bolívar, por lo que el Padre Sojo era tío abuelo del Libertador. Nació en la Hacienda Santa Cruz, en Guatire, propiedad de la familia Palacios Gedler.

Pedro Ramón Palacios y Sojo estudió en el Seminario de Caracas y fue ordenado sacerdote en 1762. Después de su regreso de un viaje a Europa, en 1769, fundó el Oratorio San Felipe Neri, que se dedicó al cultivo de la música sacra. Alrededor de 1784 fundó una Escuela de Música en una de sus propiedades en el pequeño pueblo de Municipio Chacao, cercano a Caracas.

El arte de la música en Venezuela le debe mucho al Padre Sojo y es importante destacar que a pesar de mantener una relación estrecha con Europa musicalmente, el desarrollo estético, debido a la distancia por los viajes en barco nos mantuvo algo atrasados respectos a las tendencias musicales de avanzada. Los  periodos Barroco y Clásico (cronológicamente: España, Alemania, Italia) orientan el gusto de nuestros compositores: Händel,  Haydn,  Salieri y particularmente Mozart fueron las referencias de nuestros compositores en la colonia, los cuales implicaron influencias  reflejadas en sus obras.

El desarrollo de la música folclórica en la colonia fue representada por las expresiones del pueblo en las diferentes regiones del país en camino libertario, pero la influencia de España, no quedo atrás en el proceso de consolidación del arte del sonido cultivado por el pueblo en sus expresiones autóctonas. El joropo, el vals y el merengue fueron expresiones nacidas y fusionadas a partir de la música traída por los colonizadores y el cuatro, es parte, de este proceso de fusión.

 

En contacto con el cuatro venezolano…

El cuatro es un instrumento cordófono de cuatro cuerdas, data en fusión colonial, de la familia de las guitarras que se utilizan en todos los ritmos folclóricos de Venezuela como el Joropo, la Gaita Zuliana y el Calipso del Callao. Es totalmente distinto al cuatro de Puerto Rico, que posee cinco cuerdas dobles o sea un quinto doble.

El instrumento se ejecuta rasgueando las cuerdas con la mano derecha y haciendo los acordes con la mano izquierda. La afinación estándar no permite muchas salidas de este esquema, por lo que a veces es necesario cambiar la afinación para llegar a nuevas posibilidades melódicas, como en el caso del Cuatro Solista. Su afinación estándar (tradicional) gravita sobre los sonidos; “A/D/F/B”, es decir, la, re, fa sostenido y si. Estableciendo un circulo armónico sencillo pero lleno de contrastes interesantes.

 

 

En el universo musical nacional encontramos grandes exponentes e intérpretes destacados por su virtuosismo y desarrollo en el instrumento como: Jacinto Pérez (El Rey del Cuatro), César del Ávila; les siguen Fredy Reyna, Enio Escauriza, Sir Augusto Ramírez, Hernán Gamboa, Cheo Hurtado, Proto López, Miguel Siso, Carlos Capacho, Nelson González y Jorge Glem. El cuatro como instrumento melódico-armónico es una herramienta versátil para intérpretes que prestan su creatividad a la composición,  entre ellos, yo citaría a Simón Díaz, Alí Primera, Gualberto Ibarreto y Cecilia Todd.

Un virtuoso referente en cronología es “El Pollo Brito”.

El cuatro como vehículo de expresión ha sido utilizado por agrupaciones emblemáticas como: Los Anauco, Serenata Guayanesa, el Quinteto Contrapunto, Ensamble Gurrufío, El Cuarteto, C4 Trío, el Grupo la Zaranda y a esto se suma la siembra del cuatro (sistema de orquestas) y La orquesta de mujeres cuatristas.

 

LEE TAMBIÉN: “José Ángel Lamas y la música sacra en la colonia”

 

En Carabobo tenemos grandes exponentes del instrumento como Jorge Luis Romero, Leonardo Lozano, José Rafael Gallardo (el cual grabo “Impresiones para cuatro sobre Caballo viejo, de Simón Díaz”) trabajo especial realizado por Delfín Martell para José Rafael Gallardo, obra musical concebida para orquesta de cámara y cuatro concertante”. 

En el año 2013, el cuatro fue declarado Patrimonio Cultural de Venezuela y el pasado jueves 4 de abril, y por instrucciones del Sr. presidente, Nicolás Maduro Moros, fue declarada esta fecha “Día Nacional del Cuatro” en Venezuela.

Ejercicio: escuchar el archivo sonoro de la obra: “Impresiones para cuatro, sobre Caballo Viejo, de Simón Díaz” concebida especialmente para el concertista de cuatro: José Rafael Gallardo, por Delfín Martell (2014)

Recomiendo visualizar luz de color anaranjado, decretando  salud,  paz y amor.

 

***

 

Delfín Martell González es licenciado en Arte, mención Dirección Orquestal, con Maestría en Antropología Cultural, por el Instituto Politécnico de Arte Manuel de Falla, San Juan de Puerto Rico-Puerto Rico. También es productor y conductor de radio y TV, y actualmente conduce el programa radial “Cápsula Sonora” por la señal de la emisora valenciana Arsenal 88.9 FM.  

 

Ciudad Valencia