A 137 años de su nacimiento: El paisajismo literario de Rómulo Gallegos

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A pesar de que algunos críticos literarios desdicen de la obra de Gallegos por el hecho de no poseer elementos surrealistas, el trazo paisajístico en el realismo del maestro contentivo en todas sus novelas le valen para sobreponerse a estas adversidades y colocarlo en la cumbre de nuestros escritores, con un cúmulo de piezas en realidad emblemáticas del país y de la región.

Esto, se une a que su paisajismo literario abarca tres áreas fundamentales, como son:

  • Las que tienen que ver con la descripción del ambiente criollo, en la que plantea el choque entre civilización y barbarie
  • Las de observación de costumbres de los protagonistas, que reúne características de tipo sociológico
  • Y las que transmiten pasiones y desequilibrios, que tiene elementos de orden psicológico.

Es decir, abarca la geografía física nacionalista, en primer lugar; así como también aspectos de la geografía humana, como son los fundamentos sociológicos y sicológicos.

Rómulo Gallegos

NACIMIENTO Y ORÍGENES

¿Cómo saber el destino de cada niño al nacer? Es una pregunta imposible de responder.

Si alguien hubiese intentado tener alguna premonición sobre el hado de aquel recién nacido, bautizado como Rómulo Ángel del Monte Carmelo Gallegos Freire, se puede decir que aunque hubiese sido ambicioso, no hubiera logrado el alcance real que logró al ejercer su oficio de escritor.

Rómulo Gallegos, como es conocido desde entonces, nació en la vieja Caracas, el 2 de agosto de 1884; y murió en su ciudad natal el 5 de abril de 1969.

Es difícil presentar su amplia actividad en pocas palabras, pero bastaría con decir que fue un destacado escritor y político venezolano, a quien se le ha considerado como el novelista nativo más importante del siglo XX.

Era hijo del hogar conformado por Rómulo Gallegos Osío y Rita Freire Guruceaga. Sus biógrafo aseguran que inició sus estudios primarios en 1888; para ingresar en 1894 en el Seminario Metropolitano, de donde se ve obligado a salir por la repentina muerte de su madre, ocurrida dos años más tarde,  por la necesidad de ayudar a su padre en el sostenimiento de la familia.

Paralelamente a su trabajo para colaborar con su familia, comienza a estudiar bachillerato en 1898 en el colegio Sucre donde recibe el título de bachiller, en 1902.

Para esos años, tenía la ilusión de convertirse en abogado, por lo que ingresó a la Universidad Central de Venezuela en la carrera de leyes, la que posteriormente abandona en 1905.

Contrae matrimonio con Teotiste Candelaria Arocha Egui el 1 de abril de 1912. Ya había iniciado su descollante trayectoria como escritor.​

 

EL CUENTO Y EL TEATRO EN SUS INICIOS

A pesar de que Gallegos fue conocido más como narrador que como dramaturgo, el comienzo de su trabajo literario fue en el teatro. Entre otras piezas para este medio, se recuerdan algunas pocas, como por ejemplo “Los Ídolos”(1909) y “El motor” (1910), las cuales no tuvieron suficiente difusión.

Se dice que el maestro destruyó dos piezas suyas, como por ejemplo  “Listo” y “La espera”, luego de reflexionar sobre su unidad dramática.

Su maestría como dramaturgo sólo se pudo contemplar en sus trabajos como guionista, tanto en “Juan de la Calle”(1940), como en “Doña Bárbara” (1943); o en “Canaima”. De sus guiones, sólo se conserva “La doncella”, una pieza de 32 actos publicada en México en 1957.

El cuento fue abordado por Gallegos como su entrada al campo de la narrativa. En este género, existen obras como “Los aventureros” (1913)

En sus comienzos como narrador, Rómulo Gallegos publicó Los Aventureros (Caracas, 1913), “La rebelión” y “El último pats de 1957).

 

Rómulo Gallegos

DOÑA BÁRBARA Y OTRAS NOVELAS

Es muy acertada la forma en la cual Gallegos se documenta para sus novelas. Por ejemplo, se sabe que viajó a los llanos venezolanos en  1927 para conocer el paisaje llanero y así poder describirlo en “Doña Bárbara”. Hay quienes aseguran incluso que en ese viaje conoció hasta el personaje principal de la misma.

Publicada en 1929 en Madrid, “Doña Bárbara” cuyo personaje central representa a la Venezuela cruel e insensible que sucumbía bajo la corrupción y el latifundismo; pero, sobre todo por la injusticia y la brujería.

A esa villanía, se yergue Santos Luzardo, que representa el alma buena que lucha contra la tiranía. Esta novela lo llevaría a ser reconocido como el escritor más importante del siglo XX

Gallegos siempre se interesa por el conglomerado social venezolano, lo que se demuestra en cada una de sus  novelas. Por ejemplo en “El último Solar” (1920), la primera de ellas, encierra la historia de la decadencia de un grupo familiar aristocrático venezolano, cosa que retrata la vida de muchas familias caraqueñas.

Pero, como si fuera poco, aún hay más. Para mediados de la tercera década del siglo pasado, publica dos de las novelas que vienen a darle forma a su estilo narrativo. Nos referimos a “Cantaclaro” (1934) y “Canaima” (1935). Incluso, muchos críticos literarios han llegado a decir que esta última es su mejor obra.

Para 1937, publicó “Pobre negro”; para 1942, “El forastero”; y al año siguiente “Sobre la misma tierra”. Faltarían “La brizna de paja en el viento”, en 1951; para después redactar, un año más tarde, su última novela “Tierra bajo los pies”, la cual vió la luz en 1973.

 

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SU PASO POR EL CINE

Mucho antes que otros intelectuales, Gallegos vio en el cine una veta interesante. Por ello, creó una de las primeras productoras cinematográficas venezolanas: “Estudios Ávila”, que gerenció por más de cuatro años, desde su fundación en 1938.

Si bien es cierto que la firma tenía aspiraciones culturales, también las tuvo de índole comercial, pues la misma produjo numerosas piezas de propaganda institucional que se proyectaban en los cines de la época, antes que comenzaran las películas que venían de Hollywood, la mayoría; o de México y Argentina, las otras.

Aprovechó la existencia de la productora para filmar la versión cinematográfica de su obra “Juan sin miedo”, cuyo montaje realizó junto al cineasta Rafal Rivero, quien se había hecho su amigo. Tal cosa ocurrió en el año de 1941.

Después que vendiera la productora, Gallegos continuó adentrándose en el cine. Lo vemos cuando se va  a México para filmar su obra cumbre “Doña Bárbara”, donde  participó como supervisor y coguionista de la cinta.

Se dice que escogió personalmente a los actores Julián Soler y María Félix para los roles principales y a Fernando de Fuentes, para la dirección. Posteriormente, filmaría “Canaima”, con Jorge Negrete de protagonista.

TINTA CONTRA BALAS

Su prestigio como escritor le valió para hacer una prodigiosa carrera política. Ya en 1937 fue elegido diputado y fue designado Ministro de Instrucción Pública (lo que es hoy el Ministerio de Educación) cuando el general López Contreras, en 1936.

Pero, el destino le tenía deparado un futuro superior, pues fue candidateado por el partido Acción Democrática, que antes había ayudado a fundar, como candidato a la presidencia de la república en 1947, luego de haber participado en el golpe militar que derrocó a Medina Angarita.

Fue en 1947 cuando mediante sufragio universal, director y secreto, gana la presidencia en la primera de las elecciones libres de la historia venezolana. Gallegos asume el cargo el 15 de febrero de 1948 y fue derrocado sólo nueve meses más tarde cuando se subleva Carlos Delgado Chalbaud, lo que le obligó a exiliarse.

 

ÚLTIMOS AÑOS

Después de re instaurada la democracia y luego de  una larga vida pública, Gallegos fue electo Comisionado y primer presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, órgano de la OEA, en 1960, donde estuvo hasta 1963.

Posteriormente a esta ocupación, regresó a Caracas, donde vivió con una jubilación del Congreso Nacional como senador vitalicio. Falleció en 1969, cuando tenía 84 años de edad.

Fue sepultado junto a su esposa en el Cementerio general del Sur hasta 2016 cuando fueron profanadas sus tumbas, lo que obligó a la Alcaldía de Libertador ordenar el traslado de sus restos al Panteón Nacional.

 

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Ciudad VLC/Vicente Gramcko