“La realidad supera a la ficción”, eso muchos lo sabemos y también se ha hablado muchísimo al respecto. Y una de sus pruebas es este film biográfico de la artista plástica Margaret Keane: Ojos Grandes, dirigida por mi director favorito: Tim Burton. En esta muestra en especial (para algunos) no se siente tan fuerte esa esencia oscura y cínica de Burton, pero para los que seguimos su trabajo desde hace muchísimo, sabemos que sí está ahí, de una forma tan sutil y perspicaz, como si de una pincelada en un lienzo se tratara, digo de esta obra.

La película en sí no fue tan tomada en cuenta, quizás por ese mismo detalle, estamos acostumbrados a un Burton tétrico, directo y con historias llenas de fantasías un poco trágicas. Pero si nos ponemos a pensar un poco, encontraremos todas esas caraterísticas en este film, solo que más ligero (además de que hablamos de un film biográfico).

 

Ojos grandes-Big eyes-El rincón cinéfilo-Isabel Londoño-Tim Burton

 

Argumento

Claramente ya les adelanté una parte de la trama. Nos encontramos con una Margaret huyendo de un hogar tormentoso junto a su pequeña hija. Siendo los ‘60, ya sabemos lo duro y lo absurdo que tenía que hacer una madre soltera para sobrevivir; por suerte Margaret contaba con el poder de su arte, aunque era muy poco apresiado tanto por su género como por su situación. Esperanzada por cumplir sus sueños, se cruza con ese hombre perfecto que todas deseamos cuando estamos destrozadas.

 

Ojos grandes-Big eyes-El rincón cinéfilo-Isabel Londoño-Tim Burton

 

Rosa pastel

Entregada desde el temor por lo que pasó con su antiguo marido, conoce a Walter, otro reconocido artista, quien le mostraba su mundo con hermosas palabras, cayendo poco a poco en el inevitable amor. Tanto era el amor que Margaret sentía por él que nunca se dio cuenta de algo mega importante: era un total fracasado y oportunista.

 

Ojos grandes-Big eyes-El rincón cinéfilo-Isabel Londoño-Tim Burton

 

Una oportunidad

Su nuevo esposo necesitaba resurgir en el medio, y pensó que también apoyando a Margaret, conseguirían fama juntos. Pero algo no salió como pensaban. Ella al cambiar de apellido, cambió su firma en sus obras, prestándose a una total confusión: todos pensaban que los Keane de ella, eran los mismos que los de su esposo. Al ser mujer, las artistas de ese entonces no eran tan reconocidas, pero ahora con esta pequeña confusión, ella podía hacer su arte y sacar mucho dinero. Pero la realidad era muy distinta a lo que ella creía, Walter se atribuía todo el crédito con la excusa del dichoso enredo.

 

 

Famoso anonimato

La obras de Margaret eran un total éxito y Walter era más famoso que nunca, ambos harían un dueto maravilloso, pero al fin y al cabo era una total farsa que le estaba pasando factura a Margaret. Totalmente apartada del mundo y hasta de su hija, era obligada a fingir ante los fanáticos que era una ama de casa sin gracia alguna que vivía bajo la sombra de su afamada pareja.

 

 

Entre tanto engaño, llega la musa

Margaret ya casi tocando fondo, descubre que sus famosos Ojos Grandes podrían quedar de lado para ella. Descubre con nuevos trazos una renovada obra, con un estilo totalmente distinto. Walter en vista de este nuevo hallazgo, trata de disuadirla para que no busque mostrar sus nuevas obras al público y, cuando se decide a hacerlo, este la ridiculizaba delante de todos. Ya para este punto, Margaret estaba totalmente entregada a vivir en el engaño.

 

 

Una total ilusión

Devastada por la vida que le tocó vivir, Margaret sigue descubriendo cosas de su oportunista marido. Saber que él tenía otra hija, descubrir que realmente él no era quien decía ser terminó por derrumbarla. Cuando ella por fin decide dejarlo, es amenazada de muerte, pero aun así tomó nuevamente la fuerza y huye con su hija.

 

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Quisiera poder contarles más, pero creo que hasta esa parte podría llamarles la atención y logren verla. Y podría agregar otro detalle que tal vez a muchos les guste: entre quienes participaron en la banda sonora, se encuentra la grandiosa Lana del Rey con dos composiciones espectaculares, que simplifican todo el drama de una mujer maltratada y manipulada (ella sí que sabe cómo hacerlo).

Además cuenta con actuaciones espectaculares de artistas que, en lo personal, reflejaron a la perfección cada personaje de la historia. Otro dato curioso que podría darles es que en algunos fragmentos, podremos ver a la propia Margaret Keane dando un poco la sensación de nostalgia y de que sí se puede salir de relaciones y vidas tormentosas.

Y no es porque Burton sea mi director favorito, pero realmente es un gran film, quizas no sea nada de lo que estén acostumbrados a ver de él, pero sí es altamente recomendable. Así que si me preguntan, obviamente les diré como siempre: “Si no la han visto, véanla, y si ya la vieron, vuélvanla a ver, no tiene pérdida de nada”.

 

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Isabel Londoño-El Rincón Cinéfilo

Isabel Londoño, egresó de la Universidad de Carabobo (UC) en el área psicosocial, tiene también estudios universitarios en turismo y sistemas.

Es una apasionada de la música y del Séptimo Arte desde que tiene memoria, siendo el cine y sus distintos géneros la pasión a la que ha dedicado más horas y análisis. Sus reseñas sobre clásicos o estrenos del cine aparecen ahora, cada viernes, en Ciudad Valencia desde “El Rincón Cinéfilo”.

 

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