Cuando la conocí, ella era exactamente como su nombre, un inmaculado Lirio del piedemonte andino, una muchacha hermosa de Altamira. Se casó con Edgar Garcés, el simpático Negro, alma de todas nuestras fiestas de primera juventud.
La vida, como suele suceder, distanció a la pareja, aunque ellos crearon vínculos indestructibles. Ambos fallecieron este año, el Negro Garcés en Altamira y el blanco Lirio Briceño en Maracay. Mi sentido pésame a la familia. No tengo palabras para la madre que la sobrevive, la Tía Carmen, una flor también de la montaña, santa y bella.
Pienso en su congoja y en esta Semana Santa, la imagen de “La Dolorosa”, se me viene encima. El Negro fue mi pariente y amigo, ella hija de una hija de mi abuelo, sobrina de mi madre, una prima querida.
Mi generación como tal, empieza a salir de escena, el viernes pasado falleció otro pariente, Oswaldo Rivas Baute, hijo del recordado José Joaquín. Con su hermano Luis Federico, habíamos pensado en encontrarnos para conversar y celebrar el afecto, ello no fue posible.
Estaciones del Calvario en la Semana Mayor. Nos aferramos a la promesa de la resurrección, al milagro que transforma el agua en vino y a la muerte en vida.
Ayer 12 de abril, falleció en Barinas, Celis Ernesto Torres, “Chepe”, como le decían sus amigos, perteneció también a la promoción que celebró en plena juventud los 400 años de la fundación de Altamira de Cáceres. Gran persona, amable, pro activo a favor de la comunidad, enamorado de la crónica y de la poesía.
Un grupo muy valioso se va y Altamira no los olvida para que crezca su recuerdo dentro de ella. Que todo este dolor y sufrimiento conduzcan a la iluminación irreversible. Amén.
Miércoles, 13/4/22
DEL MISMO AUTOR: SÁBADO: «ANIVERSARIOS», POR LUIS ALBERTO ANGULO
Autor: Luis Alberto Angulo, poeta, articulista, ensayista, antólogo, cronista literario, editor y promotor de las artes y de la solidaridad.
Algunos de sus libros: Coplas de la edad ligera (Monte Ávila Editores, Col. Altazor, 2021), Antología del decir (Monte Ávila Editores, Col. Altazor, 2013), La sombra de una mano (Monte Ávila Editores, Col. Altazor, 2005), y Fusión poética (Universidad de Carabobo, 2000), reúnen su obra poética publicada: Viento barinés (UC, 1978), Antología de la casa sola (Fundarte, 1982), Una niebla que no borra (Sec. Cultura Carabobo, 1984), Antípodas (Predios, 1994), De norte a sur (UC, 1999), Fractal (Monte Ávila, 2005), Imágenes del parque, y Poética del decir (Monte Ávila, 2013).
