Decía el genio de la física Albert Einstein, pero al parecer esta frase no es muy conocida por los que dirigen el baloncesto profesional en Venezuela, a través de la llamada Superliga.

Porque solo así se explica que esta liga insista en que es más importante la cantidad de equipos, que la calidad de los mismos. Para el próximo torneo de esta “Superliga” que arranca el próximo 18 de marzo, de nuevo jugarán 20 quintetos, por lo que hay que contar con un aproximado de 300 jugadores de primer nivel, algo difícil lograr y que habría que completar con buenos jugadores, pero que aún no estarían a ese nivel profesional.

Pero en un acto de “genialidad”, los directivos y dueños de equipos para contrarrestar esta falta de nivel, aprobaron alegremente la incorporación de 100 importados, o sea cada equipo puede contratar hasta cinco jugadores foráneos.

 

Pero fueron más allá al aprobar, también muertos de risa, que de esos 5, cuatro podrían estar al mismo tiempo en la cancha. Imagino que ellos pensarán que los criollos para desarrollarse en vez de estar en acción en la cancha, sería mejor que aprendieran viendo jugar a esos cuatro importados.

Mientras en la selección nacional, seguimos dependiendo de los mismos nombres de hace años, los mismos que buscarán el cupo mundial en Caracas después de carnaval. Me diría muy contrariado, una figura del baloncesto criollo: “Lo que le falta a la Superliga es aprobar traer equipos completos de otros países para que jueguen el torneo venezolano”.

 

Les aconsejo a los amigos de la Superliga, que se fijen en la experiencia de la Liga Profesional de Futbol, que luego de inventarse torneos con 20 equipos en la primera división, la realidad económica y logística le pegó en la cara y este año van con un campeonato más realista con 14 divisas.

Por cierto se ha movido el deporte internacional aquí en Venezuela, en este inicio del 2023, ya que en menos de mes y medio, hemos tenido la Copa Davis de Tenis en Puerto Cabello, la Serie del Caribe de Beisbol en la Gran Caracas, la Vuelta Ciclística al Táchira, mientras por ahí vienen el premundial de baloncesto y la Copa Libertadores de Fútbol, por lo que podemos decir que se ha recuperado la confianza deportiva del País.

 

TBT… El 6 de febrero de 1969 el Magallanes jugó su último partido como home club en el estadio Universitario.

Navegantes del Magallanes, campeón de la Temporada 1969-1970 ...

 

En marzo el equipo sería vendido a un grupo de empresarios carabobeños, por lo que a partir de la temporada 1969-70 el equipo navegante se mudaría a Valencia, donde permanecen hasta ahora.

 

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