Con el avance tan rápido de la tecnología, no me sorprenderá para nada que este film se haga realidad, incluso en el mismo tiempo en que lo presentan. Como todo y, desde mi punto de vista, todo avance es bueno, siempre y cuando tenga un límite, ya que muchas cosas ya están empezando a salirse de control. Ready Player One llega con la premisa de un futuro no tan distópico en el que el mundo vive en una especie de matrix, una realidad virtual en la que tú puedes ser y hacer lo que se te venga en gana… el límite es la imaginación.

Suena familiar, ¿Cierto? Esto es justo lo que se planea en la novela de ciencia ficción homónima y que es llevada a las pantallas por nada más y nada menos que Steven Spielberg. Claro, no de la forma tan oscura como la que les estoy presentando, eso es al final.

 

Ready Player One-Isabel Londoño-El Rincón Cinéfilo

 

Sin límites

Nos encontramos en 2045. Wade (Parzival o Zeta) es un joven que vive en un suburbio pobre y quien, al igual que todo el mundo, es usuario del metaverso de un juego llamado OASIS, un juego de realidad virtual. Él y sus amigos, Hache, Sho y Daito, son cazadores de llaves, aunque hay más. La trama se presenta bajo una animación impecable digna de un juego de este calibre. En él se pueden encontrar todo tipo de avatares, planetas de lo que se te ocurra, puedes casarte, comprar lo que quieras, en fin… todo lo que puedas soñar está en el OASIS.

El juego fue creado por James Halliday y Ogden Morrow; al morir Halliday, su avatar, Anorak, deja un mensaje que paralizó a todos: quien encuentre las tres llaves tendrá un huevo de oro que le dará al jugador el poder de ser el dueño total del juego, junto con todos los millones que posee.

 

Ready Player One-Isabel Londoño-El Rincón Cinéfilo

 

El primero a la llave… el primero al huevo

Bajo esa consigna, el team de Parzival (aunque en realidad no pertenecían a ningún clan) iba día tras día en busca de esas llaves dentro de misiones complicadas y casi imposibles. Miles de jugadores se reunían puntuales, en el sitio de la primera misión, con la esperanza de pasarla. Estos jugadores también se enfrentaban a un “mega clan”: Los Sixers. Estos eran jugadores contratados por la empresa más grande del mundo para poder encontrar todas las llaves y dárselas a su CEO: Nolan Sorrento, un empresario que solo quiere apoderarse del OASIS para poder vender más publicidad dentro del juego.

 

 

Un juego de vida o muerte

Al tratarse de un juego, si un avatar era destruido o moría en cualquier parte, no pasaba nada, solo que perdía absolutamente todo lo que había hecho dentro del juego. Esto llevaba a las personas a la locura, podían invertir todo su dinero en el juego y al morir dentro del juego, prácticamente perdían su vida en la realidad. Quienes lograban sobrevivir a esa locura eran encontrados por IOI, la empresa de Sorrento, quien pagaba todas sus deudas a cambio de que “trabajaran” para la empresa hasta que cancelara su deuda totalmente, lo cual era nunca. Sí, esclavitud súper moderna.

 

 

Cazadores cazando

Art3mis era otra cazadora muy reconocida dentro del OASIS. Ella quería el easter egg solo para vengar a su padre, él murió pagando su deuda en IOI. Por cosas del juego, se encuentra con Parzival y, junto al resto del team, empiezan a tratar de descifrar cada misión para hallar las llaves. Para lograrlo, tienen que buscar dentro de la mente de Halliday, y el mejor sitio para eso era Los Diarios de Halliday, una biblioteca llena con toda la vida de su creador.

Se supone que dentro de sus memorias se encuentran las pistas sobre los lugares donde se esconden las llaves, pero no era nada fácil una vez que eran descubiertos todos esos métodos. La creciente fama de Parzival lo tenía bajo la mirada de Sorrento, quien obviamente tiene su propio avatar y le encarga a i-R0k (un mercenario muy cool) encontrar a Parzival cueste lo que cueste.

 

 

La historia se desarrolla muy bien, desconozco si se mantiene fiel a la novela, pero atrae a la primera y te hacer querer ser partícipe de ese metaverso. El único punto negativo que señalaría sería el final, raya en lo infantil e innecesario por lo apresurado de todo y, de paso, ocurren cosas que hacen que te preguntes ¿Qué pasó ahí?, ¿De dónde salió todo eso? Pero apartando ese detalle, realmente es un film bueno; podrías disfrutarlo y al mismo tiempo cuestionarte ¿Qué harías si te encuentras ante esa nueva realidad? Porque, al fin y al cabo, no es un hecho aislado, está pasando ya, solo que no a la escala de esta historia, pero insisto, no es un futuro muy lejano.

 

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¿Tendríamos la suficiente capacidad de conciencia para enfrentarnos a un metaverso de ese calibre? Sobre todo, porque en el film nos plantean una situación mundial muy real que está cerca de suceder: falta de recursos (alimentos y monetarios). La tecnología sería el único escape ante esa realidad que no queremos ver. Algo sinceramente para reflexionar después de disfrutar esta película, así que como siempre les digo: “Si no la han visto, véanla, y si ya la vieron, vuélvanla a ver, no tiene pérdida de nada”.

 

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Isabel Londoño-El Rincón Cinéfilo

Isabel Londoño, egresó de la Universidad de Carabobo (UC) en el área psicosocial, tiene también estudios universitarios en turismo y sistemas.

Es una apasionada de la música y del Séptimo Arte desde que tiene memoria, siendo el cine y sus distintos géneros la pasión a la que ha dedicado más horas y análisis. Sus reseñas sobre clásicos o estrenos del cine aparecen ahora, cada viernes, en Ciudad Valencia desde “El Rincón Cinéfilo”.

 

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