Con esta segunda entrega damos continuidad a la celebración del 128 aniversario del cine nacional, hermanados con el cine hecho en Nuestra América y mano a mano con Gabriel García Márquez, apasionado defensor, promotor y fundador del Nuevo Cine Latinoamericano, (catalogado por algunos como cine “subversivo”, cine “guerrilla” o cine “ñángara”), quien seguidamente nos transmite su parecer en torno al tema que nos ocupa:
A mí me hacen mucho una pregunta: ¿qué interés político hay detrás de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, qué interés político hay detrás de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños? Les contesto: el interés político no está detrás, está delante. Es decir, el desarrollo del cine latinoamericano es una necesidad cultural cuyo valor político es indudable: en primer término contribuye al desarrollo de la cultura en América Latina, a la divulgación de la cultura latinoamericana, a la integración de la América Latina, al sentido de independencia, de autonomía creativa de la América Latina, a la búsqueda de la identidad de los países de América Latina, a que sea un cine único el cine latinoamericano, que sea uno, a pesar de que cada país conserve sus características propias.
Por tanto, resulta oportuno señalar que en el taller Pensar la Imagen, a cargo de Fernando Martínez, tuvimos oportunidad de apreciar a vuelo rasante películas como The Vampires of Poverty (Los Vampiros de la Pobreza), 1978, de los cineastas colombianos Carlos Mayolo y Luis Ospina, falso documental donde hacen una crítica cómica, pero realista de la industria cinematográfica hollywoodense, la cual mercantiliza la imagen de la miseria en América Latina. En ella unos periodistas que trabajan para un canal de televisión alemán recorren las calles de Cali en búsqueda de las imágenes que mejor reproduzcan la pobreza, según el concepto preconcebido en el imaginario europeo a través de los medios.
También se proyectó el trabajo del cineasta Glauber Rocha (Brasil, 1938-1981), considerado como uno de los mejores directores brasileños de todos los tiempos y líder del movimiento Cinema Novo de Brasil, corriente artística que insurgió en los años sesenta y cuyos integrantes se alzaron con varios premios, como la Palma de Oro en Cannes, el León de San Marcos en Venecia y el Premio Especial en Berlín.
Sus protagonistas eran el hombre del campo y el habitante de las favelas. Su lema era: “Una cámara en la mano y una idea en la cabeza”, con clara influencia del Neorrealismo italiano y la Nouvelle Vague (Nueva Ola) francesa. Los miembros del Cinema Novo o Cine Nuevo fueron Glauber Rocha, Nelson Pereira Dos Santos y Rui Guerra, entre otros.
Llama la atención que los filmes de esta corriente eran realizados a un bajo costo, la filmación se hacía en las “favelas” (nombre dado en Brasil a los asentamientos precarios o informales que crecen en torno o dentro mismo de las grandes ciudades), no utilizaban actores profesionales, era común ver a personas de dichas favelas interpretando a los personajes. Igualmente, se permitía la improvisación, la fotografía se realizaba bajo luz natural y el sonido directo sin necesidad del laboratorio.
Al respecto, Glauber Rocha afirma:
En Brasil, el cinema novo es una cuestión de verdad y no de iluminación. Para nosotros la cámara es un ojo sobre el mundo, el travelling es un instrumento de conocimiento, el montaje no es demagogia sino la puntuación de nuestro ambicioso discurso sobre la realidad humana y social de Brasil”.
Acerca del Neorrealismo Italiano: “Fue la mejor cosa del cine después de la guerra. Para Brasil dio una lección inestimable, si bien comprendida y transpuesta …
Y sobre la Nueva Ola Francesa, el afamado director remata:
Es una inspiración típicamente neodecadentista, un movimiento cultural que defiende la pequeña libertad burguesa y que se integra también en el lenguaje anárquico. Es un peligro para los jóvenes de países subdesarrollados, más allá de haber contribuido para el avance del cine. Godard y Resnais son respetables, así como Truffaut. Pero en el fondo son burgueses, cantan la tristeza desesperada de Francia y olvidan la reducción sartreana, que me parece lo más importante de la cultura europea de hoy. Personalmente la Nouvelle Vague no me interesa, más allá de que sean bellas algunas de sus manías: las mujeres principalmente, el trato de ellas…
En otra ocasión este polémico realizador afirmó:
“Yo soy el Cinema Novo (Eu sou o Cinema Novo)”, parafraseando la famosa cita de Luis XIV. Sus películas eran conocidas por sus temas políticos expresados con mucha fuerza, combinados con algo de misticismo y acompañado de su singular estilo y fotografía.
La estética del hambre es un manifiesto firmado por Glauber Rocha en 1968, al tiempo que concebía sus más grandes obras cinematográficas: Dios y el Diablo en la tierra del Sol (1964) y Tierra en trance (1967).
En otro orden de ideas, queremos compartir en esta nota celebratoria la reciente experiencia que tuvimos en la convocatoria realizada por el Museo Cinematográfico de Venezuela José Manuel Funes (Mérida), en la que dos documentales de nuestra autoría, “Hombre X” y “Guamacho en la memoria…”, fueron seleccionados, entre un número considerable de participantes, para ser exhibidos en las diferentes proyecciones que se han realizado en las últimas dos semanas con motivo de los 128 años del cine hecho en Venezuela.
Cabe destacar que El Museo Cinematográfico de Venezuela “José Manuel Funes” se fundó en 25 de junio del 2021 en las instalaciones del Centro Cultural “Tulio Febres Cordero”. Lleva ese nombre en homenaje al maquinista de cine venezolano José Manuel Funes, el cual tenía el sueño de crear un museo con todas las piezas cinematográficas que coleccionaba, al morir, su viuda donó todas las piezas a Fundecem…
Asimismo, estaremos compartiendo con los vecinos de la comunidad de Guamacho y con todos los amantes del Séptimo Arte, la proyección y posterior cine-foro de los dos cortometrajes arriba mencionados, en la Base de Misiones “Los Guamachos”, el próximo domingo 16 de febrero, a las 11 am, como parte de la celebración de la gran fiesta del cine insurgente que retrata al barrio y lo proyecta en la gran pantalla.
Finalizamos esta travesía cinéfila citando varias frases del Nobel colombiano en relación con su desbordada pasión por la imagen en movimiento:
GARCÍA MÁRQUEZ: LA ESCUELA INTERNACIONAL DE CINE Y TELEVISIÓN EN CUBA. EL NUEVO CINE LATINOAMERICANO. LA LANGOSTA AZUL
Retomando el hilo discursivo relacionado con Gabriel García Márquez (Colombia, 6 de marzo de 1927- Ciudad de México, 17 de abril de 2014), apuntamos que este siempre profesó un desmesurado interés por el cine y la televisión. En 1954 participó en la realización del cortometraje surrealista La langosta azul, conjuntamente con el pintor Enrique Grau, el escritor Álvaro Cepeda Samudio y el fotógrafo Nereo López. Posteriormente estudió la carrera de cine en el Centro Sperimentale Di Cinematofrafia de Roma, teniendo como condiscípulos al argentino Fernando Birri y al cubano, Julio García Espinosa, considerados fundadores de la llamada Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, institución presidida por el Gabo desde sus inicios en 1986, con sede en La Habana, Cuba.
Ese mismo año funda, por iniciativa propia, la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, ente creado conjuntamente con Fidel Castro y sus compañeros en la utopía, arriba nombrados, con la finalidad de apoyar la carrera de cine de jóvenes provenientes de América Latina, el Caribe, Asia y África.
En esta fiesta del cine venezolano celebramos también que la película venezolana Alí Primera, del realizador Daniel Yegres, esté nominada a la categoría Perspectivas Latinoamericana, Premio Colaterales, en la edición 45 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, diciembre de 2024. “De dos mil obras inscritas, Alí Primera, quedó seleccionada”, expresó el director del filme, satisfecho por formar parte de lo mejor del cine latinoamericano.
GARCÍA MÁRQUEZ Y EL CINE, TIENEN LA PALABRA
La estrecha relación de García Márquez con el séptimo arte se puede apreciar en la adaptación de su obra escrita a la gran pantalla y en su pasantía como director, guionista, montador, crítico y actor, además de propulsor de diferentes iniciativas destinadas a fomentar el mágico invento de los hermanos Lumiere en el ámbito cinematográfico. De la Fundación Gabo tomamos algunas frases reveladoras de la forma cómo el afamado escritor percibía su cinéfila pasión:
GARCÍA MÁRQUEZ Y LA ÚNICA ESCUELA POSIBLE
Siempre me ha gustado el cine, hasta el punto de que lo único que he estudiado sistemáticamente en una escuela es el cine. Nunca estudié literatura en ninguna escuela, ignoro por completo las leyes de la Gramática Castellana, escribo de oído, pero hice mi curso de Dirección de Cine lo mejor que pude en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma.
CINE Y LITERATURA: UN MATRIMONIO MAL AVENIDO
He creído siempre que mientras el director de cine necesite de un escritor, el cine está sometido a una servidumbre a la literatura. La aspiración del cine para ser un arte completamente autónomo es que el propio director cuente su historia completa desde el principio, sin la ayuda de ningún texto literario. Este es un pensamiento idealizado que tengo por mi amor al cine y por mi amor a la literatura. Sin embargo la realidad es otra, la realidad es que, hasta ahora, cine y literatura son una especie de matrimonio mal avenido: no pueden vivir ni juntos ni separados.
CIEN AÑOS DE SOLEDAD: LA NOVELA QUE NO SERÁ PELÍCULA
La razón por la cual no quiero que Cien años de soledad se haga en cine es porque la novela, a diferencia del cine, deja al lector un margen de creación que le permite imaginarse a los personajes, a los ambientes y a las situaciones como ellos creen que es. Y entonces cuando ven a un personaje se les parece a un tío, y hay una señora que es exactamente igual a una señora que ellos conocieron cuando eran niños o que conocieron la semana pasada.
O al revés, un día encuentran a una persona que les parece exactamente igual a Úrsula Iguarán (personaje de su novela, Cien años de soledad), y en esa forma van pegando caras y van pegando lugares y ellos reconstruyen la novela dentro de su imaginación y hacen una novela para ellos. Ahora, en cine eso no se puede, porque en cine la cara es la cara que tú estás viendo, la imagen es de tal manera impositiva que tú no tienes escapatoria, no te deja la mínima posibilidad de creación porque te está diciendo todo como es, con una plasticidad, una perentoriedad que no te escapas (…) Entonces prefiero que mis lectores sigan imaginándose mis personajes como sus tíos y mis amigos y no que queden totalmente condicionados a lo que vieron en la pantalla…
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GABO AMANTE DEL CINE Y LA TELEVISIÓN
Antes de aprender a leer, mucho antes incluso de entrar a un salón de clases, Gabriel García Márquez iba al cine. Su abuelo lo llevaba a las funciones tempraneras del teatro Olympia en Aracataca y no salían de allí hasta que el proyector se apagaba. Eran, en su mayoría, películas de Tom Mix con vaqueros intrépidos y forajidos armados hasta los dientes. El pequeño Gabriel regresaba a su casa con la imaginación encendida y, al día siguiente, mientras desayunaba o almorzaba, reconstruía en voz alta las tramas de las películas que había visto. Si olvidaba un episodio importante, su abuelo le ayudaba a recordarlo. Sólo después de haber relatado numerosos argumentos cinematográficos en la mesa del comedor, García Márquez leyó su primer libro. Una edición para adultos de Las mil y una noches. Cuando el novio de su prima Sara Emilia Márquez lo vio leyendo ensimismado las historias de Sherezade, exclamó:
-¡Carajo! Este niño va a ser escritor.
No sabía, por supuesto, que el cine había llegado primero”.
(Continuará). ¡Salud, Poetas!
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Mohamed Abí Hassan (El Tigre, 1956). Poeta, artista visual y editor independiente. Licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas (cum laude), por la Universidad de Carabobo (UC). Ha ejercido la docencia en la UC y en la Universidad Arturo Michelena. Ha sido colaborador en las revistas Poesía y La Tuna de Oro (UC). Primer Premio II Bienal de Literatura Gustavo Pereira, Mención Poesía 2013; Primer Premio IV Bienal de Literatura José Vicente Abreu, Mención Poesía 2016; Primer Premio Concurso Nacional del II Festival 3.0 de Historias Comunales Ramón Tovar (2022).
Formó parte de la Comisión Rectoral del Encuentro Internacional de Poesía de la UC. Coordinó el Taller de Formación de Cronistas Comunales en Mariara, estado Carabobo, auspiciado por el Minci, la Revista Nacional de Cultura y el Centro Nacional de Historia. Actualmente se desempeña como facilitador de talleres de iniciación en la creación literaria, así como talleres sobre patrimonio histórico.
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