Vuelo a lo invisible-Montejo-Mohamed
Un día como hoy, pero de 1492, los nativos
                      de nuestro continente descubrieron: Que
                      eran indios; que vivían en América; que es
                      taban desnudos; que debían obediencia a 
                     un rey y una reina de otro mundo;
que había un dios y un cielo.
                    
                                                                Eduardo Galeano

 

Eduardo Galeano-Día de la Resistencia Indígena

Algunas palabras sobre el Día de la Resistencia Indígena… Motivados a decir algunas palabras en torno a la celebración de esta de por sí bastante controversial efemérides del 12 de octubre, decidimos posponer la continuación de la Conversación con Reynaldo Pérez para una próxima entrega. Igualmente es importante señalar que el pasado 9 de octubre se conmemoró el 56 aniversario del vil asesinato del comandante Che Guevara en Bolivia, y también se celebró un año más del nacimiento del Beatle John Lennon, dos personajes que también merecen un espacio aparte.

No obstante, abrimos esta disertación citando las palabras del escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano (Uruguay, 1940-2015), pronunciadas durante la inauguración del 53º Premio Literario Casa de las Américas, realizada en 2012 en la Habana, Cuba. Cita bastante oportuna para dar inicio a nuestro breve paseo por este polémico día, bautizado con diferentes nombres de acuerdo a la visión particular de cada uno de los países que conforman  Nuestra América o Abya Yala.

España celebra esta fecha como el Día de la Fiesta Nacional o Fiesta de la Raza, desde 1913; luego, en 1915, cambia el nombre por el Día de la Raza, y a partir de 1981, por el de Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad; en Estados Unidos se celebra como Día de Colón o Colombus Day; y en Venezuela se le conoce con el nombre de Día de la Resistencia Indígena, a partir de la solicitud hecha por los pueblos originarios al comandante Chávez el 10 de octubre de 2002.

Ya desde la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, con preámbulo del poeta Gustavo Pereira (Punta de Piedras, 1940), se les reconoce como pueblo originario, aunque inexplicablemente esta reivindicación tardó más de 500 años para ser aprobada por los diferentes gobernantes, es decir, durante más de cinco siglos se le rindió homenaje a los “presuntos descubridores”, pues muy tarde quedó al descubierto que estos fueron los “verdaderos encubridores” que protagonizaron el saqueo y exterminio de los pueblos de Nuestra Abya Yala.

 

En el poema SOBRE SALVAJES, del libro Escrito de Salvaje, nuestro laureado poeta Gustavo Pereira nos pasea por el habla de la etnia pemona, tan cargado de fina y rica espiritualidad, en contraposición con el despectivo juicio de valor emitido por los portadores del discurso eurocéntrico.

Los pemones de la Gran Sabana llaman al rocío Chirîké-yeetakuú, que significa Saliva de las Estrellas; a las lágrimas Enú-parupué, que quiere decir Guarapo de los Ojos, y al corazón Yewán–enapué: Semilla del Vientre. Los waraos del delta del Orinoco dicen Mejokoji (El Sol del Pecho) para nombrar al alma. Para decir amigo dicen Ma-jokaraisa: Mi Otro Corazón. Y para decir olvidar dicen Emonikitane, que quiere decir Perdonar.

 

Los muy tontos no saben lo que dicen
Para decir tierra dicen madre
Para decir madre dicen ternura
Para decir ternura dicen entrega
Tienen tal confusión de sentimientos
que con toda razón
las buenas gentes que somos
les llamamos salvajes.

 

 

En alusión al uso del término Día de la raza por parte de España, para celebrar la fecha de la conquista y colonización de nuestros pueblos valiéndose del exterminio y la expoliación, cabe recordar que el concepto de “raza” hoy día está harto cuestionado. Dada su relación con el tema que nos ocupa, bien vale la pena detenernos a ahondar un poco en torno al significado y trascendencia que ha tenido esta  palabra en la historia. En tal sentido queremos compartir parte del resultado de nuestra somera investigación.

Primeramente, todos los hombres pertenecemos a la misma especie humana sin distingo alguno. Este discriminatorio y racista concepto comenzó a usarse en el siglo XVI y tuvo su auge en el siglo XIX. Solo ahora tomamos conciencia de que es más apropiado utilizar los vocablos etnia o población, aunque  el término “raza humana” se sigue utilizando indiscriminadamente, hasta por algunos científicos.

Si hacemos un viaje inverso en el tiempo, veremos cómo el médico griego Hipócrates, hace 2.500 años, llegó a clasificar a los hombres de piel oscura como cobardes y a los de piel clara como valientes; y a finales del siglo XIX y principios del XX, algunos intelectuales transformaron a los arios en una raza mítica, que según ellos era superior a las demás.

En Alemania los nazis promovieron esta falsa noción que glorificaba al pueblo alemán como miembro de la “raza Aria”, mientras que denigraba a los judíos, a los negros y a los sintis o gitanos por ser “no arios”, es decir, a los que pertenecían o no a la sociedad alemana, aunque en verdad no existe una “raza superior aria”, término utilizado para identificar a los pueblos indoeuropeos o indogermánicos que se asentaron en la India, Persia (actual Irán) y Europa hace miles de años.

Escritores como el teórico racial Arthur Gobineau (1816-1882) utilizaron el término ario como una condición  racial,  postulando que los arios eran superiores a otros pueblos. Otros pensadores como Houston Stewart Chamberlain (1855-1927) promovieron también esta dudosa creencia con aviesas intenciones.

 

 

En la década de 1920, Hitler y  sus ideólogos del nacionalsocialismo promovieron este concepto para adaptarlo a su ideología racista y a sus políticas, aplicándolo sobre todo a los judíos, a quienes identificaban como la principal amenaza racial, considerándolos como “no europeos”, prohibiéndoles convertirse en ciudadanos alemanes y casarse con “personas de sangre alemana o afín”.

 

LEE TAMBIÉN: “Conversación con Reynaldo Pérez Só” 

 

Es importante destacar que actualmente los supremacistas blancos de todo el mundo, sobre todo de Norteamérica y Europa, han empezado a utilizar el término Ario, identificándose con las creencias racistas y las prácticas genocidas de la Alemania nazi, pretendiendo con su archiconocida práctica de dominación, seguir sometiéndonos y exterminándonos, no ya con la espada y la cruz como lo hicieron durante los siglos anteriores,  sino con su ideología neonazi-fascista, como bien nos lo recuerda nuestro Eduardo Galeano en su demoledora reflexión:

 

CUANDO LOS ESPAÑOLES LLEGARON
TRAÍAN BIBLIAS Y NOSOTROS TENÍAMOS TIERRAS
NOS DIJERON “CIERREN LOS OJOS Y RECEN”
CUANDO LOS ABRIMOS ELLOS TENÍAN LAS TIERRAS
Y NOSOTROS LAS BIBLIAS.

 

Apostamos a que Galeano no pudo ser más certero al contarnos de la manera más irónica y con pocas palabras la trágica historia de los pueblos originarios de Nuestra América. ¡Salud, Poetas!

 

***

 

Mohamed Abí Hassan (El Tigre, 1956). Poeta, artista visual y editor independiente. Licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas (cum laude), por la Universidad de Carabobo (UC). Ha ejercido la docencia en la UC y en la Universidad Arturo Michelena. Ha sido colaborador en las revistas Poesía y La Tuna de Oro (UC). Primer Premio II Bienal de Literatura Gustavo Pereira, Mención Poesía 2013; Primer Premio IV Bienal de Literatura José Vicente Abreu, Mención Poesía 2016; Primer Premio Concurso Nacional del II Festival 3.0 de Historias Comunales Ramón Tovar (2022).

Formó parte de la Comisión Rectoral del Encuentro Internacional de Poesía de la UC. Coordinó el Taller de Formación de Cronistas Comunales en Mariara, estado Carabobo, auspiciado por el Minci, la Revista Nacional de Cultura y el Centro Nacional de Historia. Actualmente se desempeña como facilitador de talleres de iniciación en la creación literaria, así como talleres sobre patrimonio histórico.

 

Ciudad Valencia