Vuelo a lo invisible-Montejo-Mohamed Abí Hassan-columna Poesía en Compañía
Los que soñamos
sentimos el sueño más
hermoso
 
                              nos morimos temprano
porque no somos sueños
ni pájaros
y el aire nos pesa
 
sin embargo con todo
volvemos cada noche
para morirnos de otro sueño
 
Para morirnos de otro sueño

 

Reynaldo Pérez Só
(Monte Ávila Editores, 1971).

                                                              

 

Reynaldo Pérez Só-conversación

Retomamos  la Conversación con Reynaldo Pérez Só publicada en la revista Poesía Número 113/114, luego de nuestra breve reflexión sobre el conflicto palestino-israelí, tragedia que tiende a prolongarse y a la que prontamente volveremos a abordar dada la importancia que tiene, sobre todo porque es la paz mundial la que está en juego. Todos sabemos cómo comienza una guerra, pero nadie tiene plena certeza cómo ni cuándo podría terminar.

Seguidamente proseguimos con el texto de la conversación con el recordado y siempre vivo, poeta y amigo, quien a través de este interesante intercambio de preguntas y respuestas nos permite entender en toda su dimensión su valioso legado:

 

Percibo que vive más el instante… Hay algunos trabajos suyos que se remiten a la infancia, ¿recuerda ese período con frecuencia?

 La cuestión del culto a la nostalgia, el culto al pasado, uno lo tiene cuando ha matado el presente. Si yo empiezo a hablar de mis buenos tiempos de la infancia, quiere decir que estoy muerto como ser humano. Lo que me ha quedado es ese disco repetitivo de la memoria. No puedo hacer nostalgia de mi vida presente. Puedo tener el pasado como referencia y más nada, no puedo estar viviendo de eso. Qué has hecho ahorita, cómo es posible que me reúna con mis amigos y solo hable de lo pasado, de lo que ha sido hace 20 años. Eso es imposible, hay una cuestión ahorita, actual que yo tengo que vivirla. Y todo eso lo he aprendido. Eso tiene que aprenderlo uno.

 

¿Podría hablarnos de la experiencia con la revista Poesía?

 Tras el primer número me retiré de la Revista hasta el 19-20. Esta revista fue subsidiada en sus comienzos por la Universidad de Carabobo, a partir del número 2. Alejandro Oliveros la entregó a la Universidad, fue sabio esto, si no, no se hubiese mantenido. Ahora a la revista la han intentado “matar” varias veces. Hubo un momento en que la quisieron “matar”.  Se deseaba que muriera en el número 60, y después descubrimos Adhely Rivero y yo que fue una maniobra, porque si moría en ese entonces aparecían prácticamente muchos colaboradores sin colaborar. Entonces se hizo un movimiento a nivel nacional de solidaridad. Estuvo Panorama. El Carabobeño, El Nacional y El Diario de Caracas. Se presionó y la Revista siguió publicándose. Nos dieron 60 mil bolívares para 5 números anuales.

 

¿La revista Poesía desde su nacimiento ha mantenido el mismo formato, el mismo número de páginas? Me gustaría saber ¿qué tiempo tarda el comité de redacción en programar la revista?

La revista Poesía comenzó con 20 páginas, con el mismo formato. A partir del número 20, la mayoría de las cosas eran refritos, esto es, cosas publicadas en otras partes. Entonces me planteé  la cuestión de que todo debía ser original, las traducciones originales. A partir de entonces esto se ha mantenido, salvo cuando tratamos de “salvar” a un poeta, de alguien que ha publicado en una época o de las antologías que se hacen generalmente con cosas publicadas.

 

Reynaldo Pérez Só-libro-Filven

¿Qué opinión te merece la joven poesía que se escribe actualmente a nivel nacional y en Latinoamérica?

Sobre los jóvenes uno no puede opinar porque estos crecen y decrecen. A veces un muchacho está haciendo poemas interesantes. Las cosas van cambiando. De pronto el joven poeta tiene cosas interesantes y después decae. Entonces uno no puede opinar. Pienso que los poetas jóvenes deben escribir y publicar. La gente tiene que publicar. Eso de publicar más tarde, no publicarlo así, ellos corren un riesgo, se van purificando a través de las publicaciones. Cuando tú publicas la crítica te cae encima, te aplasta o te ayuda, pero  tienes que publicar. Entonces, decir que un muchacho es bueno o es muy malo, eso es un exabrupto, creo  que uno tiene que opinar de la gente vieja.

La otra cosa que pienso que les está haciendo daño a los jóvenes son los talleres. Porque en los talleres caen en manos de un devora-gente. Por ejemplo yo hago un taller literario, y quiero inconscientemente que la gente escriba como yo, ¿qué es lo que le estoy haciendo a ese muchacho?, lo estoy destruyendo. Le estoy quitando las posibilidades de una escritura autónoma. Entonces, los talleres han convertido a los jóvenes en hacedores de versos, muy bien hechos aparentemente, pero sin alma. Son como estructuras verbales. Eso está pasando en la poesía venezolana actual, donde la mayoría es producto de talleres mal orientados.

 

¿Qué opinas de los poetas que nunca han asistido a un taller y, sin embargo, mantienen ese don espiritual de creación de escribir y transmitir? Otra pregunta: ¿has sentido que tu forma de escribir ha cambiado?, ¿tu estilo es otro?

 A esta altura no pienso igual que cuando muchacho. Si no pienso lo mismo, mi forma, mi estilo tienen que cambiar. Si uno cambia externamente también eso ocurre con el pensamiento, si uno cambia la forma de vida, también tiene que cambiar la forma de escritura. Si soy una persona que ha aprendido a leer y a escribir y manejo unas estructuras de pensamiento amplios, no puedo estar escribiendo como cuando tenía 12 años.

En cuanto a la otra pregunta puedo decir que la poesía popular tiene dos características o es muy buena o es muy mala. Tiene un riesgo muy grande, porque el poeta “popular” muchas veces piensa que él no está contaminado, que el hecho que no haya leído libros eso lo ha defendido. Eso es  mentira. Porque el mundo de uno está rodeado de la radio, la televisión, la prensa, lo que habla la gente, uno está bombardeado constantemente de cosas, de formas de pensar, que a veces no son las mejores. Ahí tenemos las novelas de radio y televisión que las ve o son escuchadas por el 90% de la población venezolana. Entonces esas no son las mejores formas.

Ser poeta popular no es una virtud. Sin cuestión hay poetas populares, por lo demás, extraordinarios, por ejemplo ese poema llanero que no se sabe si es de aquí o es colombiano:

 

Sobre la tierra la palma
Sobre la palma los cielos
 Sobre mi caballo yo
Y sobre yo mi sombrero

 

Reynaldo Pérez Só-libro-Filven

 

Son versos y galerones muy bellos. Detrás hay verdaderos poetas. Pero no todo el que rime y versifique es un buen poeta. Porque la rima tiene una trampa. Rimar no es necesariamente hacer un poema. Una vez me metí en la cabeza por qué yo no he rimado, me puse a traducir a un poeta brasilero, tenía que traducirlo rimado, y aprendí a versificar, descubriendo que en todo eso hay un truco, y que con ese bendito truco mucha gente ha caído y en vez de hacer poesía hace metrificación y rima.

 

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Además la rima surgió en una época, como método nemotécnico para recordar las cosas, y con la rima tú recordabas, y como no había imprenta se debía memorizar y ésta  ayudaba. Después quedó como una forma más para la escritura. No es una virtud saber rimar y versificar, sino muchos poetas del siglo pasado se hubiesen salvado. Y no hablemos de los populares.

Pero el verso libre sirve también para decir todas las barbaridades posibles. Y dicen: es que tú no entiendes los poemas porque soy muy profundos para ti. Mentira, muchas veces no se entienden porque no tienen nada que entenderse. Un poema tiene o puede tener una gran dificultad, es hermético, pero si es bueno, tú puedes romper esa dificultad. Pero esa es otra historia por contar. (Continuará).  ¡Salud, Poetas!

 

 

*Esta conversación es un fragmento de lo que se llamara “Vuelo a lo invisible con Reynaldo Pérez Só”, nombre original de la conferencia que realizara el 11 de junio de 1994 en el Ateneo Municipal de Mariara. Las preguntas estuvieron a cargo de Mohamed Abí Hassan, Antonio González Lira, Jesús Machado, Reinaldo Peraza, Ricardo Urdaneta y participantes del público no identificados.
La transcripción fue realizada por Mohamed Abí Hassan y Antonio González Lira.

 

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Mohamed Abí Hassan (El Tigre, 1956). Poeta, artista visual y editor independiente. Licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas (cum laude), por la Universidad de Carabobo (UC). Ha ejercido la docencia en la UC y en la Universidad Arturo Michelena. Ha sido colaborador en las revistas Poesía y La Tuna de Oro (UC). Primer Premio II Bienal de Literatura Gustavo Pereira, Mención Poesía 2013; Primer Premio IV Bienal de Literatura José Vicente Abreu, Mención Poesía 2016; Primer Premio Concurso Nacional del II Festival 3.0 de Historias Comunales Ramón Tovar (2022).

Formó parte de la Comisión Rectoral del Encuentro Internacional de Poesía de la UC. Coordinó el Taller de Formación de Cronistas Comunales en Mariara, estado Carabobo, auspiciado por el Minci, la Revista Nacional de Cultura y el Centro Nacional de Historia. Actualmente se desempeña como facilitador de talleres de iniciación en la creación literaria, así como talleres sobre patrimonio histórico.

 

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