Continúo este recorrido vital, con mi primera estadía como estudiante en el Campus Maracay de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Lo desarrollaré en tres períodos y tres entregas (6, 7 y 8) para estos espacios. Toda la etapa comprende los años de 1969 a 1974, es decir, cinco años de muchas vivencias a compartir reflexivamente.
En primer lugar está el período de enero 1969 hasta finales de 1970. En esos primeros dos años, pudimos culminar solo dos semestres en medio de todo un asedio represivo a la universidad, hasta producirse la total militarización de las instalaciones en Caracas y Maracay, con una paralización de más de medio año.
En el contexto nacional, el recién electo gobierno de Rafael Caldera y COPEI, obviamente con el apoyo de AD y demás instituciones oligárquicas, se plantearon realizar una reforma educativa que les permitiera intervenir drásticamente las instituciones universitarias para disminuir su influencia en la resistencia antigubernamental de esa etapa.
Desde el inicio de las actividades académicas mantuve junto a un grupo importante de estudiantes la consigna de “estudiar y luchar”, de no permanecer de brazos cruzados ante los acontecimientos que comenzamos a vivir. En lo académico logré aprobar 9 de 10 materias en esos dos semestres, lo que representó un buen nivel de rendimiento.
En las luchas universitarias se dieron dos escenarios de conflicto. En lo interno heredamos una disputa anterior, que consistía en enfrentar la inconveniencia de dos materias que se dictaban en esos dos primeros semestres: Anatomía I y II. Las mismas eran cuestionadas, desde siempre, por sus contenidos que se correspondían a los estudios de Medicina Veterinaria y no a los de Agronomía.
Participé activamente en esa lucha, donde realizamos asambleas y múltiples acciones, con tomas y retomas de esta cátedra; hasta que se logró como “solución” cursar ambas materias de forma “comprimida” en el segundo semestre. Afortunadamente pude aprobarlas en medio del enfrentamiento. Más tarde se lograría eliminarlas de nuestro pensum.
La otra lucha fue de mayor envergadura, al tratarse del rechazo a la “reforma universitaria” adeco-copeyana, que comenzó a discutirse en el Parlamento y que, de seguro, sería aprobada. Se dieron movilizaciones en todas las universidades autónomas. Estuve participando en manifestaciones en Caracas, Mérida, Maracaibo y Valencia; haciendo uso de nuestros autobuses.
Bajo la consigna: “Esa reforma no pasará”, hubo innumerables actividades de protesta, incluidas las culturales y deportivas, tratando de involucrar a todos los estudiantes. Finalmente el gobierno copeyano y sus aliados lograron no solo aprobar la reforma anti universitaria, sino profundizar la ofensiva represiva.
Inicialmente se allanó la UCV, a finales de 1969, para preparar las condiciones. Luego arremetieron con la destitución del rector electo en la UCV, Jesús María Bianco, con el nombramiento de autoridades impuestas y con la inhabilitación de todos los gremios universitarios, incluida la FCU. Por último se dio una militarización permanente de la universidad, a finales de octubre 1970, que se prolongó casi hasta mediados de 1971.
En Maracay se dieron luchas importantes para enfrentar estas políticas del gobierno. Recuerdo en especial una enorme movilización que realizamos desde los espacios universitarios al centro de la ciudad. Nos instalamos en las afueras del Poder Legislativo regional, que quedaba frente a la casa regional de COPEI, y allí se dio un inevitable enfrentamiento.
La Policía de Aragua nos reprimió con mucha fuerza y hubo algunos heridos. Unos cien o más estudiantes fuimos detenidos, golpeados y reseñados. Nos alojaron en un estacionamiento de la sede policial, bajo mucha presión e intimidación. Nuestra liberación se dio antes del amanecer, con intermediación de la Fiscalía.
En lo personal, yo había sobrevivido esos dos años con los 200 bolívares que me mandaba mi papá, más algunos trabajos a destajo. En 1969 tuve el apoyo de una solidaria señora, “Doña Tere”, madre de una compañera del liceo que se había residenciado en Maracay, y pude convivir en su casa por un pago módico. Posteriormente decidieron mudarse al Zulia.
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El comedor universitario fue determinante en mi estadía en Maracay. Además de los bajos precios, logramos establecer una relación de solidaridad mutua con el personal de ese servicio, apoyando sus reclamos laborales.
En un tiempo determinado organizamos la figura del “pirata”, que significaba esperar el final de cada jornada para comer. Luego se crearon las becas estudiantiles de comedor con la provisión de “tiqueras” para los pagos.
Para noviembre de 1970, regresé de nuevo a Coro con bastante incertidumbre sobre cuándo podrían reiniciarse las actividades en la UCV. Mantuve siempre la intención de seguir en Maracay, pese a todo.
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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.
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