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José David Capielo autor de la columna Del Medanal Venimos

Inicio actividades con este artículo 214 de todo lo escrito para este medio, con un tema histórico. Un día martes 10 de enero de 1860, hace 164 años, en la ciudad de San Carlos (estado Cojedes) cae herido mortalmente en la cabeza el General de los Hombres Libres, General en Jefe y conductor del Ejército Federal, Ezequiel Zamora, quien muere casi inmediatamente.

Fue una extraña emboscada, de desconocida procedencia, en las inmediaciones de un sector de la ciudad que ya había sido tomado por los federales. Fue un certero disparo desde el campanario de la Iglesia San Juan. Zamora prácticamente victorioso, esperaba con su tropa para concertar una rendición solicitada por el resto del ejército conservador enemigo, que aún ocupaba algunos espacios de esa localidad. Era poco más del mediodía, de ese aciago día.

Ezequiel Zamora Correa había nacido un 1° de febrero de 1817 en Cúa, Valles de Tuy, en plena Guerra de Independencia. Sus padres, Alejandro Zamora y Paula Correa, fueron modestos propietarios agrícolas, integrantes de la categoría social que denominaban “blancos de orilla”, como apelativo para establecer que no pertenecían a la clase mantuana dominante.

Su padre fue oficial del Ejército Independentista, de manera que conoció desde joven la noción de la  abnegación generosa e integral, el sacrificio humano, la pasión por la lucha y el repudio a la opresión. Alejandro Zamora murió en combate contra los españoles en 1821.

En 1825, la familia Zamora se traslada a Caracas, buscando nuevos rumbos de vida. En la capital Ezequiel recibe la instrucción básica y, según los historiadores, recibió mucha influencia de su madre Paula Correa y de Juan Gáspers, revolucionario francés de ideas avanzadas, casado con su hermana Carlota.

En 1940, con 23 años, Ezequiel Zamora estuvo dedicado a un pequeño comercio que estableció en Villa de Cura, hoy estado Aragua. Allí además de sus tareas propias, mantuvo relación con un compañero de estudios llamado José María García, defensor de la filosofía de la igualdad y docente de la Universidad de Caracas.

Zamora va desarrollando un gran valor personal, una generosidad y solidaridad especialmente con los más pobres. Ello le otorgó un gran liderazgo entre sus conciudadanos. Su vida en los Valles de Aragua fue de aprendizaje y madurez. Quienes lo describen en su historiografía, lo señalan como un hombre alto, delgado, de ojos azules, mirada viva y penetrante, expresión de inteligencia, altivez y energía.

Los inicios de los años 40 en el país fueron significativos en cuanto al cuestionamiento al incumplimiento de los postulados independentistas y el predominio de una oligarquía opresora dominante. Surge así el movimiento liberal como opción ante los conservadores o godos, que ejercían el poder.

Más allá de la demagogia presente en gran parte de los principales dirigentes del liberalismo, como el propio Antonio Leocadio Guzmán, Ezequiel Zamora se afilia a este movimiento liberal y explica a su manera los postulados que se defendían. Tuvo siempre empatía con el movimiento popular. Él constituye en Villa de Cura una “Sociedad Liberal”. Propugna la elección popular, “tierras y hombres libres” y “horror a la oligarquía”.

Fue candidato a diputado por Villa de Cura, pero el gobierno conservador de Carlos Soublette opta por reprimir a los disidentes, impidiendo que algunos candidatos liberales, incluido Zamora, puedan participar en los comicios. Hubo una convocatoria para La Victoria para intentar conciliar posiciones y Zamora se presenta allí con unos 6.000 partidarios. Es acusado de fomentar la insurrección, declarado conspirador, perseguido, luego detenido y condenado a muerte.

Logra para septiembre de 1847, ya bajo el gobierno de José Tadeo Monagas, que le sea conmutada la pena por permanecer 10 años prisionero en la Carcel de Maracaibo. El 22 de noviembre de 1947, cuando aún permanecía preso en Maracay, con ayuda de unos 60 guerrilleros, su hermano Gabriel Zamora, su cuñado Rafael Gáspers y otros, logró fugarse y esconderse por un tiempo en Caracas.

El 24 de enero de 1948, el presidente “liberal” José Tadeo Monagas decide indultar e insertar a Ezequiel Zamora, como Comandante de Milicias Nacionales y lo comisiona para formar un batallón de civiles en Villa de Cura. Allí integró unos 7.000 milicianos y realiza una “limpieza” de bandoleros dedicados a diversas fechorías. Luego marcha a los Llanos de Guárico a las órdenes de Santiago Mariño, donde igualmente tuvo destacada actuación contra saqueadores de la zona.

Fue enviado luego a los Llanos de Apure bajo las órdenes de José Laurencio Silva, para derrotar a José Antonio Páez y otros sublevados, que fueron detenidos y enviados a Caracas. Igualmente Zamora participa en varias acciones militares en Barinas, Apure y Pedraza. Llega a Barinas y fue jefe militar en esa plaza. Es asignado luego a Valencia y de allí a Maracaibo a combatir otras rebeliones. Estuvo peleando en Quisiro, Cabimas, La Rita y San Carlos del Zulia.

Fue convocado a Caracas por el presidente José Tadeo Monagas, quien quería conocerlo en persona. Allí es recibido el 1° de abril de 1849 y este lo transfiere de la Milicia Nacional al Ejército Nacional, con su respectivo ascenso. Es enviado a Aragua a combatir a los godos. Luego a Guárico y Lecherías.

En agosto de 1949 derrota a Páez en Macapo y lo traslada detenido a Caracas. En mayo de 1951 es nombrado Comandante de Armas en Coro. En febrero de 1852 es ascendido al grado de Coronel y en 1883 fue Comandante de Armas en Maracaibo y ese mismo año Gobernador de la Provincia de Barinas. En 1854 es ascendido a General de Brigada. Tuvo cargos militares en distintas zonas del país como Margarita, Barcelona y Cumaná.

En abril de 1855 contrajo matrimonio con Estefanía Falcón, hermana de Juan Crisóstomo Falcón, viuda de José Benito Diez, quien vivía con tres hijos: Antonia, Julio y Justiniano Diez. En 1857 se retiró a la vida civil por contradicciones con el gobierno central. Se residenció en la Provincia de Coro y vivió con su familia en la Sierra de San Luis. En marzo de 1858 ante el golpe de Estado a los Monagas, emigró a Curazao.

 

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Regresó por La Vela de Coro en febrero de 1859, para incorporarse a la Guerra Federal. Todo el año 1859 Ezequiel Zamora estuvo en campaña victoriosa por la causa liberal. Como responsable del Ejército Federal aspiraba tomar San Carlos y Valencia, para seguir triunfante a Caracas donde pretendía llegar un 20 de febrero de 1860, exactamente al año de haberse iniciado la campaña desde Coro.

Tenía apenas 42 años, un plan de reorganización del Ejército Nacional, del cual aspiraba mantenerse como jefe máximo y una candidatura para la Presidencia de la República, que era el político, escritor y periodista barinés Napoleón Sebastián Arteaga. Esto le permitiría frenar la vanidad de su cuñado el General Falcón, quién aspiraba la presidencia, por encima de todo, aún con sus expresas limitaciones militares y de liderazgo.

Ezequiel Zamora fue un patriota revolucionario indiscutible, pese a sus detractores que pretendieron anularlo y su campaña victoriosa truncada interesadamente. ¡Honor y Gloria!

 

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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.

 

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