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Armando José Sequera, autor de la columna: Carrusel de Curiosidades

Los homónimos son palabras que, aunque tienen significados distintos, se escriben de un modo similar o parecido.

Se distinguen tres tipos diferentes de homónimos: los homógrafos, los homófonos y los parónimos.

Se llama homógrafas a aquellas palabras que se escriben de manera idéntica, pero poseen significados distintos. Son los casos de cerca y vela, por solo poner dos ejemplos.

 

En la frase mi casa está cerca, esta última palabra es un adverbio que indica proximidad. En papá reparó la cerca, el mismo vocablo alude a un sustantivo femenino que significa valla, tapia o muro que rodea algo para dividirlo o protegerlo.

En Compré un barco de vela se indica que el barco que adquirí tiene una o más piezas de lona u otra tela fuerte, sujetas a los palos de la embarcación, que hacen que esta se mueva al recibir el empuje del viento. Pasé la noche en vela quiere decir que no pude dormir. Con la frase Encendí una vela señalo que prendí un cilindro de cera u otra materia grasa.

 

Hay términos homógrafos que poseen diez o más significados. Banco es uno de ellos, ya que la Real Academia admite catorce. Entre otros, un banco es un asiento, con respaldo o sin él, en el que pueden sentarse dos o más personas; un madero colocado horizontalmente sobre cuatro pies, usado como mesa por diversos artesanos; bajo que se prolonga en una gran extensión, en mares, ríos y lagos; conjunto de peces que van juntos; empresa que realiza operaciones financieras; establecimiento médico donde se conservan y almacenan órganos, tejidos o líquidos fisiológicos humanos.

 

Los homófonos son vocablos que, aunque se pronuncian igual, se escriben de modo diferente. Nos sirven como ejemplos dos pares de palabras: azar y asar; sumo y zumo.

Azar es sinónimo de casualidad, en tanto asar es un verbo que indica la acción de cocinar un alimento a la plancha, a la parrilla o al horno.

Sumo tiene varias acepciones: señala lo que tiene el grado más alto, sin que por encima haya un grado superior; también a aquello que es muy grande o enorme en grado o intensidad. Se usa como sinónimo de supremo y también alude a un tipo de lucha deportiva de origen japonés.

 

Zumo, por su parte, es el líquido contenido en las frutas. También la utilidad o provecho que se obtiene de algo.

Los parónimos son palabras que guardan entre sí cierta semejanza, bien por su etimología o por su forma, pero que tienen significados distintos.

Además, si bien su sonido se parece, no se escriben igual. Cuatro pares de ellos nos sirven de ejemplo: actitud y aptitud; adaptar y adoptar; afecto y efecto; deferente y diferente.

 

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Armando José Sequera es un escritor y periodista venezolano. Autor de 93 libros, todos publicados, gran parte de ellos para niños y jóvenes. Ha obtenido 23 premios literarios, ocho de ellos internacionales (entre otros, Premio Casa de las Américas, 1979; Diploma de Honor IBBY, 1995); Bienal Latinoamericana Canta Pirulero, 1996, y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes”, 2012).

Es autor de las novelas La comedia urbana y Por culpa de la poesía. De los libros de cuentos Cuatro extremos de una sogaLa vida al gratén y Acto de amor de cara al público. De los libros para niños TeresaMi mamá es más bonita que la tuyaEvitarle malos pasos a la gente y Pequeña sirenita nocturna.

«Carrusel de Curiosidades se propone estimular la capacidad de asombro de sus lectores».

 

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