Del Medanal venimos-José David Capielo-La Cuadrícula-Paz
José David Capielo autor de la columna Del Medanal Venimos

Este 23 de febrero se conmemoran 5 años de la llamada “Batalla de los Puentes”, como experiencia cívico-militar contra el injerencismo de EEUU, cuyo desenlace favorable logró frustrar otro intento de invasión extranjera a nuestro país.

En este caso, desde la Colombia entreguista del entonces presidente Iván Duque y de la oligarquía dominante en este país vecino se realizó este ensayo intervencionista del imperio estadounidense, sus aliados de la región y sectores opositores políticos extremistas venezolanos, quienes con el pretexto de ingresar una “ayuda humanitaria” no solicitada y “a la fuerza”, pretendieron ocupar nuestro territorio soberano.

Se proponían subvertir el orden, crear el caos y la violencia, para provocar el derrocamiento del Gobierno Bolivariano. Este episodio es parte de una historia reciente, que no la debemos olvidar nunca, ante la persistencia de la agresión yanqui en todo este periodo.

Esta acción esta inscrita dentro del plan golpista intensivo contra Venezuela, que sigue aplicando EEUU. Se ubica tras haber logrado la oposición extremista en el país ganar las elecciones parlamentarias de 2015 y contar luego con el auspicio incondicional del entonces presidente estadounidense Donald Trump (2017-2021).

La entonces Asamblea Nacional golpista y en desacato, luego de nombrar al frente de la misma a un desconocido diputado guairense en enero de 2019, avaló su ilegal autonombramiento en una plaza pública de Caracas como “presidente interino”, con todo el daño que esto ha causado a nuestra nación todos estos años.

Casi inmediatamente fue programada para febrero esta incursión violenta, siempre sobre la premisa de que el Gobierno Bolivariano podía ser fácilmente derrotado, utilizando toda una campaña mediática internacional y el concurso de la Unión Europea y de todos los gobiernos lacayos de la región. Desde Colombia se ubicó el centro de operaciones principal de los golpistas, aunque se debieron tomar precauciones igualmente en el resto de sectores fronterizos, especialmente Santa Elena de Uairén, por la hostilidad del gobierno de Jair Bolsonaro.

La trama para los EEUU era sencilla, simular una acción “humanitaria”, que venía en auxilio de la Venezuela sufrida por el “régimen” bolivariano. Como elemento de distracción organizaron un concierto en la frontera llamado “Ald Live Venezuela”, con participación de unos 30 artistas internacionales, identificados con tan innoble causa, que se inició la tarde antes de la incursión.

Ese 23 de febrero de 2019 desde muy temprano, desde la zona de Villa del Rosario del Norte de Santander, ocurrió la primera arremetida contra nuestra soberanía. Los violentos de la extrema derecha, junto a un camión robado a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), dirigidos por algunos de los entonces diputados y hoy prófugos de la justicia venezolana, rompieron la cerca del lado de nuestro territorio, arrollando a varias personas. Esta acción, que fue rechazada exitosamente por nuestras fuerzas cívico-militares presentes, contó con la deserción de unos pocos soldados venezolanos que habían sido captados para atentar en contra de su país.

Los camiones que trasladaban la supuesta ayuda humanitaria fueron luego quemados por los grupos violentos invasores con bombas molotov, en suelo colombiano, muy cercano a Ureña en el estado Táchira. Entre las cenizas se encontraron cascos, escudos, pitos y cables derretidos. Eran simplemente pertrechos para armar a la resistencia golpista en el país. Gracias a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a los milicianos y todo el contingente de voluntarios del PSUV, de su dirección nacional, del Gran Polo Patriótico y demás individualidades que se incorporaron en la defensa de la frontera, se pudo evitar la entrada de estos grupos que pretendían incendiar al país.

Desde el Puente Internacional Simón Bolívar, los guarimberos y paramilitares colombianos dispararon desde unos 300 metros hacia donde estaban atrincheradas las fuerzas patriotas. En el Puente Unión, cercano a Boca de Grita, la pelea fue dura, había grupos paramilitares y bandas que lograron avanzar más, antes de ser rechazados. Desde Caracas, el presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, rompía relaciones diplomáticas con el gobierno colombiano de Iván Duque.

Freddy Bernal, entonces protector del Táchira y al frente de la resistencia junto a los Comandantes de la FANB, denunció que Colombia y EEUU habían contratado mercenarios integrantes del Tren de Aragua y guarimberos para la incursión. Bernal destacó la preparación que hubo para la contención de esta nueva agresión.

Fue patética la presencia en la frontera colombiana de los presidentes Sebastián Piñera, de Chile; Mario Benítez, de Paraguay; Iván Duque, de Colombia, el impresentable diputado autoproclamado por acá, Juan Guaidó (trasladado por los narcotraficantes de “Los Rastrojos”), y Luis Almagro, presidente de la OEA, convalidando esta acción contra Venezuela.

Importantes declaraciones fueron las del Almirante Gilberto Pinto Blanco, en ese entonces viceministro del Despacho de la Presidencia de la República venezolana y director nacional de políticas públicas, quién resaltaba todas las previsiones que se tomaron ante este evento. Habló de la movilización de unos 20 mil soldados, milicianos y voluntarios, en una operación del 17 al 28 de febrero para enfrentar esta invasión extranjera. Venezuela además organizó un “concierto por la paz”, donde participaron buena parte de nuestros cantores populares, que hicieron presencia militante en defensa del país.

 

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Una especial referencia bibliográfica sobre este evento es el libro “La Batalla que evitó una guerra”, cuya autora es la abogada, escritora, poeta y columnista de opinión Ana Cristina Bracho (2ª. Edición. “El Perro y la Rana. 2022). Además de las consideraciones introductorias, se incluyen allí varios testimonios de protagonistas presentes en defensa del país en dicha experiencia. Se destaca además de lo señalado, lo declarado por el M/G Manuel Bernal Martínez, jefe de la Zodi-Táchira en ese entonces, quién resalta la importancia de la unión cívico-militar.

La periodista Madelein García, de Telesur, siempre consecuente, y cantores como Lilia Vera, Amaranta Pérez y Fabiola José, entre otros, unieron sus voces a la causa patriota. Importante es el reconocimiento al recordado dirigente político, diputado nacional y tachirense Darío Vivas, fallecido lamentablemente en agosto 2020 por Covid 19. La autora lamenta en especial su ausencia y no haber podido recoger su valioso testimonio en “Los Puentes”.

“La Batalla de los Puentes” como experiencia de rechazo cívico-militar a esta invasión extranjera a Venezuela, es de gran aprendizaje en esta lucha por nuestro desarrollo soberano. Casi inmediatamente, en marzo 2019, vino el saboteo eléctrico en Gurí, con el gran daño causado en todo el país. Esta lucha continúa y debemos resistir. Nada ni nadie debe “bajar la guardia” ante este ataque permanente contra el país. ¡Perseverar y vencer, no hay otra!

 

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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.

La Universidad Politécnica Territorial de Falcón “Alonso Gamero” (UPTAG) publicó digitalmente, en noviembre de 2023, su libro “Del Medanal Venimos. Un ensayo autobiográfico reflexivo”.

 

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