Letras y Notas-Ramón Toro-aportes a la música-laud-órgano-vibráfono

Entre los instrumentos más comunes empleados para la música afrocaribeña se encuentran: el bongó, las tumbadoras o congas, los timbales, la tambora dominicana, la clave, el güiro, la güira, las maracas, la guitarra, el tres, el bajo, el violín, el piano, la trompeta, el trombón y el saxofón.

Hay otros instrumentos que se suman a gusto de los directores de orquestas, como es el caso del vibráfono, el sintetizador, el órgano y, ni hablar de la extensa riqueza existente de acuerdo a las regiones y países en el área de la percusión.

maracas pan con queso

Según el género musical se van combinando esos instrumentos por ejemplo, en el Bolero va la guitarra o el piano, bongó y maracas; en el Son se usa el tres, el bongó, la guitarra, la trompeta, clave y maracas (en el sonido típico), también pueden usarse las tumbadoras, y así se van haciendo los ajustes. No obstante esa gran variedad de instrumentos musicales, hoy quiero referirme a uno de ellos, las maracas o capachos.

Las maracas pertenecen a los instrumentos de percusión menor (aunque ellas son en verdad «idiófonos», es decir, usan su propio cuerpo como materia resonadora), al igual que la clave y el güiro. Son hechas del tronco seco de la totuma o güira, o de cuero tensado y cocido. En su interior llevan semillas secas que al agitarse producen el sonido.

En el Son se interpretan al tiempo, pero con compases distintos, mientras la izquierda se agita incesantemente la derecha se sacude tres veces emitiendo un sonido semejante a la palabra Chachachá. Con frecuencia se habla de la destreza de músicos trompetistas, congueros, timbaleros, trombonistas, pianistas y de todos los instrumentos, excepto de los maraqueros.

Este par de instrumentos le proporcionan un brillo y sonido encantador a cada pieza musical donde son utilizados, no obstante, pareciera pasar por debajo de la mesa su valioso aporte, algo similar a lo ocurrido con la güira dominicana en el Merengue, la cual es de una importancia capital.

Los instrumentos de los cantantes, aparte de la voz en sí, son la clave, el güiro y las maracas, por lo tanto éstas carecen de un protagonismo relevante porque los cantantes se llevan la atención, se destaca al vocalista, pero no la ejecución de las maracas sin importar el swing que las mismas aportan.

Figuran los buenos cantantes, arreglistas, pianistas entre otros, pero no se menciona ningún destacado maraquero. Para sorpresa y asombro de muchos, en el ámbito de la Salsa se ha mencionado tímidamente la figura de quien han considerado el mejor maraquero de esta música, el vocalista boricua Ismael Quintana, quien hizo una magnífica dupla con el pianista estadounidense Eddie Palmieri y después se incorporó a las Estrellas de Fania.

Ismael Quintana, aparte de que fue un sonero de marca mayor, fue considerado por sus colegas como quien mejor ejecutaba las maracas, y su nombre aparece en los créditos en discos de varias orquestas, justamente como maraquero. Una vez le preguntaron al cantante Ismael Miranda que, para él, quién sería el segundo mejor maraquero, y éste respondió que Pete “El Conde” Rodríguez, y el tercero, en tono de broma, sería él.

Aquí les recomendaré varios temas para que aprecien con un tanto de mayor atención la presencia de las maracas: “Ajiaco caliente” (1965) con Eddie Palmieri, voz y maracas Ismael Quintana; “Si las nenas me dejan que” (1969) con Eddie Palmieri e Ismael Quintana, voz y maracas; “Mi china” (1981) con Eddie Palmieri e Ismael Quintana, voz y maracas; “Catalina la O” (1976) con Pete “El Conde” Rodríguez, voz y maracas; “Salomé” (1973) con Cheo Feliciano, maracas Pete “El Conde” Rodríguez, aunque en esa producción también toca las maracas Ismael Miranda; “Lágrimas negras” (1976) Los Kimbos, voz y maracas Adalberto Santiago; “Rompe saraguey” y “El todopoderoso”(1975) con Héctor Lavoe, voz y maracas; “Maraquero” (1976) Markolino Dimond, voz Frankie Dante, maracas Junior Vásquez (uno de los muy pocos temas dedicado a los maraqueros), este tema lo versionó el sonero venezolano Carlos “Tabaco” Quintana.

A pesar de que son temas muy conocidos y escuchados, con varias décadas desde sus grabaciones, es impresionante cómo se aprecia un tema de forma diferente cuando te concentras en captar algún instrumento en particular, se convierte en una canción nueva.

Si en la lectura cuando lees una obra varias veces y en momentos diferentes, apreciarás detalles obviados en la primera experiencia, algo parecido ocurre cuando aprecias una canción fijando tu atención en un instrumento y no sólo en la totalidad de la orquesta o agrupación. Quien no lo haya hecho alguna vez, lo invito a ese ejercicio de apreciación.

 

LEE TAMBIÉN: “La relación entre el melómano y los discos”

 

Y, hablando de maracas o capachos, sería un pecado pasar por alto el hecho de que unas de las maracas más importantes, reconocidas y de mayor calidad se fabrican en nuestro país. Así mismo es, el finado músico y luthier Emilio “Pan con Queso” Landaeta, quien fuera el director del Sonero Clásico del Caribe, fabricaba las maracas de cuero con la marca “Pan con queso”.

Su arte y marca no desaparecieron, ya que su hijo Pablo Landaeta, no sólo aprendió el oficio y continúa con las fabricaciones, sino que también asumió la dirección del Sonero Clásico manteniendo la calidad en ambas faenas.

El cantante dominicano José Alberto “El canario” salió por ahí en un video afirmando que las mejores maracas que él ha conocido son las de cuero de marca “Pan con queso”, no es poca cosa la opinión de este sonero.

 

***

 

Ramón Emilio Toro Martínez (Caracas-Venezuela, 1966) es licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura, de la Universidad de Carabobo (UC) en 1993. Es también Productor Nacional Independiente y locutor con experiencia en el desarrollo de programas radiales sobre música afrocaribeña en la ciudad de Valencia, estado Carabobo: Ciento por ciento Natural, por Lago 91.5 FM; Letras y Notas, por Salsera 96.3 FM, y Óyelo que te conviene, por RNV Región Central 90.5 FM. Es autor del libro «Letras y Notas sobre la Música del Caribe» (2020), presentado en la FILVEN Caracas 2020 (Casona Cultural Aquiles Nazoa) como el único proyecto editorial independiente de ese año. 

 

Ciudad Valencia