Manual para reconocerse manipulado… No requiere ningún esfuerzo físico importante. Solo déjese llevar por las instrucciones: dependa en todo momento de una voz impersonal que le dice cómo manejarse en el orden social, jamás pretenda saber de dónde proviene esa voz, tranquilícese, no se trata de extravagancias fílmicas ni mucho menos de espectros de su pasado; pero esa misma voz tiene un ojo que lo vigila, no cualquier pupila, la más inmensa que pueda imaginar, y lo persigue como si fuese una cámara; se lo aseguro.
Fíjese bien a su alrededor, vea cómo el resto de sus semejantes están haciendo exactamente lo mismo que usted. Si no lo cree, realice el siguiente trabajo de campo: elija a alguien, el que sea de su preferencia, persígalo, recorra todo el mapa de sus rutinas, investíguelo en sus meandros íntimos, escuche sus rumores, sus lamentos, su manera de llorar, de enfadarse, de comer; registre el color de sus pasiones, trate de verlo cuando limpie el moho de su ternura, el velo que antepone a toda entrega. Bien, me gustaría que no sienta miedo por lo que vio, por lo que estuvo conociendo, no se trata de ninguna clonación, aunque en cierto modo lo sea, no se trata de una multiplicación de su propio ser, pero no me vaya a negar que por un momento creyó que se estaba viendo a usted mismo. No me diga que no sintió una especie de vacío existencial al darse cuenta de que usted no es nada especial en este mundo, nadie diferente.
En el caso de que usted no sepa cómo comportarse en las relaciones sociales siga los siguientes consejos: elija un equipo de béisbol, sufra si no gana la serie local y trate de suicidarse si no gana la del Caribe. Compre un periódico diariamente hágale un seguimiento a un jugador de football o de baseball, no importa, ríase, emociónese con sus triunfos en el exterior, eso sí, es imposible que usted celebre el triunfo de esos seres que aman al país por encima de todas las cosas, que crean fundaciones, que le llevan jugueticos a los niños pobres en diciembre, sin su respectiva caja de cervezas, póngala a un lado, lleve a los típicos amigazos, converse a voz en cuello, no le dé oportunidad a nadie de opinar algo serio, ni siquiera eso debe importarle, lo único serio en este mundo es no perder el tiempo en ninguna seriedad, así que ría a más no poder, de esa manera estará disfrutando de la vida que es lo que se va a llevar el día que se muera.
Me imagino que usted fue bautizado, que realizó la primera comunión, es verdad, también, es lo más probable, está casado o casada, este manual es válido para cualquier sexo, incluso los más indefinibles y no importa la clase social a la que pertenezca. Todo entonces es más fácil, crea en Dios y niéguele todo al prójimo, es sabroso, da mucho caché, no se le ocurra jamás ser consecuente con su creencia. Sea bondadoso, claro, siguiendo los preceptos de alguna de las religiones que más han asesinado seres humanos en el planeta; recuerde que usted carece de la capacidad de saber qué es el bien o el mal por usted mismo. Jesús dejó un manual para creyentes muy difícil de cumplir, solo bruña bien las apariencias, apréndase un versículo, los de Mateo y Juan son los mejores, recítelo de memoria en una buseta y bendiga a todo el que se le atraviese, ya sabe, tendrá como premio, no solo el dinero recogido, el diezmo multiplicado, sino la vida eterna. ¿Qué más quiere?
Pero, como todos sabemos, no solo de fe vive el hombre, también vive de la política, o sea, otro tipo de fe con las mismas virulencias emocionales, los mismos caprichos juiciosos, la misma pericia. No olvide pues que en asuntos de política usted lo sabe todo, nadie le gana, un baquiano, un veterano curtido en mil ruedos y en millones de escenarios. Tenga a mano sus máscaras, no se olvide nunca, ni por un segundo que usted es ambidextro. Grite, pegue carteles, afiches, menee la mata, busque los baúles, las gavetas, los contratos, las concesiones. Es importante que no niegue su pasado y manifieste su terca voluntad de cambiar y de acompañar los procesos de transformaciones, usted sabe que todo cambio ocurrió en el pasado, que todo se devuelve, que solo cambian los actores, pero la trama sigue siendo la misma en la que usted se levantó.
Nosotros, los que elaboramos este práctico manual, sabemos que la lectura es aburrida, que usted es tan importante para su comunidad que no puede perder el tiempo leyendo, eso no conduce a nada, con eso no se va al mercado, y es verdad, lo afirmamos y lo consideramos. Por eso, en la parte posterior del manual, usted podrá encontrar las frases más celebres, tanto de autores llamados de izquierda como de autores de derecha. Imagínese que en una reunión del partido “x” usted espete una frase de un autor europeo o norteamericano, agarrando el cigarro al estilo Hollywood con una mano y tintineando el vaso de whisky o de ron con la otra y metiéndole el dedo dentro para menear los cubitos de hielo, al estilo cuarta república. Sus compañeros jamás lo van a olvidar y desde entonces le lloverán invitaciones. Cuando salga de la reunión, llegue a su ranchito, prenda la televisión por cable (para algo sirven los sacrificios) y trate de aprender sobre la vida de los animales o de la cultura asiática, quizás pueda necesitarlo en algún momento.
Trataremos, en lo que sigue, de sintetizar su modo de comportarse y qué tiene que hacer para lograrlo. Sigue siendo todo tan fácil que este manual puede leerse en cualquier parte de la casa o del barrio o de la urbanización. Ya sabe que no hacemos distinciones sociales de ningún tipo. Ubíquese frente a un almanaque, allí está todo el secreto. Allí está su tiempo viéndole directamente a la cara. Haga todo lo que le dice para que su vida no sea en vano. Camine cada día, salte de mes en mes sin perder uno solo de los compromisos prefabricados. Compre un reloj de pulsera, tenga al reloj diseminado por todos los espacios que usted transita, en la pared del comedor, en el cuarto con su respectivo despertador, y en el celular. Con respecto a estos últimos aparatos, manténgase informado de los últimos adelantos, no se quede rezagado, trabaje más horas diarias para que pueda adquirir el último modelo ya sea para usted o para sus hijos.
Mientras más máquinas tenga a su alrededor más ser humano, más civilizado será. Persígnese solo de noche, juegue al carnaval cuando sea la fecha prevista, no antes ni después, celebre nada más y únicamente en los cumpleaños, en los aniversarios. Llévele flores a sus muertos cuando sea el día de los muertos, ni modo, dé gracias por tanto orden. Si su cuadra no huele a parrilla o a sancocho los domingos, denuncie esa anomalía. Si los viernes no puede reunirse frente a una licorería, no se preocupe, ya la sociedad sabe que solo está dando un descansito para volver con más ímpetu el próximo fin de semana. Sepa cómo reír, cómo andar en la calle, aquí lo cubrimos todo.
En carnaval o semana santa conéctese con la naturaleza, vaya al mar y deje sus rastros en las playas, total, después vendrá el día mundial de las playas y la limpiaremos todas. Después de las vacaciones vuelva a sentirle asco a la naturaleza. Nunca vea los ojos de las personas que se introducen a su lado en los ascensores. Ahorre dinero para que visite a Orlando o a Disney. Es imprescindible unos zapatos caros (de esos que creíamos se confeccionaban en Misiles Unidos) que le permitan convertir su vida en una aventura permanente, que todo el mundo se los vea, en eso consiste el riesgo. Pase un día diferente comiendo en MacDonals.
Si es hombre, no se le olvide orinarse donde le dé la gana. Si tiene carro, póngale unas cornetas que puedan ser escuchadas por el cóndor en los picos más altos del Perú, invite a sus amigos y amigas, festeje por todo lo alto, eso se llama tener prestigio, arrogancia. Si por casualidad vive en una urbanización de casas continuas, ya casi no las planifican diferentes, compre un equipo de sonido, una planta con cornetas que lleguen al techo, todas las que pueda, prenda eso, ya sea un viernes o al celebrar el triunfo de su equipo o bien cuando alguien cumpla año, a todo lo que más dé el volumen, que suenen las paredes, que tiemblen los bancos de las plazas, que se ahuyente la mala suerte y se desintegren los virus, pero claro, debemos elegir la mejor música para llevar acabo nuestra celebración, vallenatos, merengues, reguetones, no se salga de esos géneros o la sociedad comenzará a rechazarlo.
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Es cuestión de vida o muerte tener un karaoke listo para ser usado, invitados que canten y por supuesto, después de las tres de la madrugada, casi para amanecer, debe hacer el tradicional trencito, cada quien detrás de cada cual, grite al estilo norteamericano, uuuh, juuu, yeah, y no se canse de bailar ni de lanzarle las punticas a su prima, o a su suegra, nada tendría sentido sino sale alguien herido para el hospital y hay gritos de dolor y de peleas. Eso sí, no quite el reguetón. Al día siguiente consiga a toda costa el periódico a ver si salió reseñado y utilice el internet para que vía facebook todos sus amigos lo sepan y le escriban un comentario.
Pienso que de aquí en adelante usted será capaz de asumir sus riesgos y solo se dejará llevar por el curso de los acontecimientos. Todo radica en aferrarse al futuro, en vivir para planificar sus días según la planificación de lo que tiene que comprar o vender. Un último consejo, no se le ocurra llevar la contraria, no se le ocurra ser diferente, todo eso ya está diseñado, no aumente su sensibilidad ni su conciencia como ser social y político, es muy pero muy peligroso cambiar o crear sus propias rutinas y olvidarse del día de los enamorados, de la madre, del padre, del médico, del profesor, del artista, de la poceta, del lavamanos, de la cebolla, del pitillo, de llorar en diciembre, de caminar en las autopistas buscando el aire puro; es muy peligroso, repetimos, eso pudiera traer como consecuencia un contagio de libertad y por lo tanto tendría usted que aceptar su soledad. En este manual no nos hacemos responsables por tales conductas.
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Arnaldo Jiménez nació en La Guaira en 1963 y reside en Puerto Cabello desde 1973. Poeta, narrador y ensayista. Es Licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales por la Universidad de Carabobo (UC). Maestro de aula desde el 1991. Actualmente, es miembro del equipo de redacción de la Revista Internacional de Poesía y Teoría Poética: “Poesía” del Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la UC, así como de la revista de narrativa Zona Tórrida de la UC.
Entre otros reconocimientos ha recibido el Primer Premio en el Concurso Nacional de Cuentos Fantasmas y Aparecidos Clásicos de la Llanura (2002), Premio Nacional de las Artes Mayores (2005), Premio Nacional de Poesía Rafael María Baralt (2012), Premio Nacional de Poesía Stefania Mosca (2013), Premio Nacional de Poesía Bienal Vicente Gerbasi, (2014), Premio Nacional de Poesía Rafael Zárraga (2015).
Ha publicado:
En poesía: Zumos (2002). Tramos de lluvia (2007). Caballo de escoba (2011). Salitre (2013). Álbum de mar (2014). Resurrecciones (2015). Truenan alcanfores (2016). Ráfagas de espejos (2016). El color del sol dentro del agua (2021). El gato y la madeja (2021). Álbum de mar (2da edición, 2021. Ensayo y aforismo: La raíz en las ramas (2007). La honda superficie de los espejos (2007). Breve tratado sobre las linternas (2016). Cáliz de intemperie (2009) Trazos y Borrones (2012).
En narrativa: Chismarangá (2005) El nombre del frío, ilustrado por Coralia López Gómez (Editorial Vilatana CB, Cataluña, España, 2007). Orejada (2012). El silencio del mar (2012). El viento y los vasos (2012). La roza de los tiempos (2012). El muñequito aislado y otros cuentos, con ilustraciones de Deisa Tremarias (2015). Clavos y duendes (2016). Maletín de pequeños objetos (Colombia, 2019). La rana y el espejo (Perú. 2020). El Ruido y otros cuentos de misterio (2021). El libro de los volcanes (2021). 20 Juguetes para Emma (2021). Un circo para Sarah (2021). El viento y los vasos (2da edición, 2021). Vuelta en Retorno (Novela, 2021).
(Tomado de eldienteroto.org)
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