Del Medanal venimos-José David Capielo- Freddy Gil González
José David Capielo autor de la columna Del Medanal Venimos

El “Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra” brasileño o simplemente “Movimiento Sin Tierra” (MST), como se le conoce desde siempre, representa sin dudas un gran ejemplo de lucha popular latinoamericana.

Perseverante por más de cuarenta años, ha tenido un rol protagónico de este sector popular, en las luchas sociales y políticas de estos últimos tiempos. Es una referencia  en nuestro vecino y “gigante del sur”, República Federativa de Brasil, que alberga en su territorio unos 210 millones de habitantes.

Nuestro presidente de la república, Nicolás Maduro Moros, recién anunció el inicio de un proyecto binacional entre el Gobierno Bolivariano y el MST brasileño, en el estado Bolívar, que se propone impulsar el tema agroproductivo e igualmente fortalecer el Poder Popular y Comunal. Reseñaré acá algunos aspectos del MST.

Para los especialistas, el MST brasileño fue el resultado de tres grandes acontecimientos: la crisis de 1970, que frenó la industrialización en ese país y disminuyó la migración del campo a la ciudad. A ello se unió el trabajo de la iglesia afín a la Teología de la Liberación, del cristianismo de base, que permitió un rompimiento con sectores de esta institución religiosa, afines al autoritarismo dictatorial gobernante.

Importante  creación fue la “Comisión Pastoral de la Tierra”-CPT. Junto a ello, se daban los cambios al prevalecer la agricultura capitalista del agronegocio, con una mayor mecanización del trabajo en el campo, lo cual expulsaba de sus áreas naturales, a grandes contingentes de la población rural. Se comenzaron a dar las ocupaciones de tierras, no solo por un terreno para la producción y la vida, sino para el cumplimiento de una reforma agraria integral, que atendiera a los pobres del campo.

Fue un duro proceso social cumplido desde mediados a finales de los años 70, en plena dictadura militar brasileña (1964-1985), donde poco a poco se fueron organizando los sectores campesinos, en medio de los conflictos. En 1978, coincidieron grandes huelgas en las ciudades, con movilizaciones en el campo, esto fue aliciente para “perder el miedo” y organizarse mejor.

Entre 1978 y 1983 se da una erupción de ocupaciones de tierras ociosas a gran escala, que luego conllevó a la realización de encuentros entre líderes locales, con ayuda de la CPT, para unificar criterios y tener una mayor organización que extendiera y unificara la lucha. Finalmente a inicio de 1984, hacen 40 años, en un encuentro nacional en Cascavel, estado de Paraná, sur de Brasil, se acordó la creación del “Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra” o MST. Algo esencial para el MST fue ser declararse independiente de los partidos políticos y de la Iglesia Católica.

En las ocupaciones de tierras ociosas por parte del MST, participan familias enteras, es decir padres, madres, hijos, hijas, personas mayores. Se organizan desde las bases, para garantizar los enseres y alimentos necesarios para permanecer en el terreno, lo que lleva su tiempo de preparación. Tienen múltiples y duras experiencias de lucha. No tienen afiliación formal o carnet, el requisito es incorporarse a la ocupación de tierras, aspirar como beneficiario de la reforma agraria y estar activo en el terreno, participando en las comisiones de trabajo.

Están organizados en 24 estados de los 27 existentes en Brasil. Cada 5 años realizan un Congreso Nacional, máximo evento masivo para discutir y tomar decisiones. No existe la figura de presidente en el MST y en todo caso, si la de los directores nacionales por estados (24).

Leía una publicación de inicio de 2024 sobre el MST, donde establecen tener unas 450.000 familias ya en asentamientos de reforma agraria, unas 185 cooperativas, 1.900 asociaciones campesinas y 120 agroindustrias propias, junto a otras 65.000 familias aun en campamentos. Suman alrededor de 1.500.000, o más, de miembros efectivos.

En lo productivo, el MST es reconocido como el mayor productor de arroz orgánico en Latinoamérica. Para ellos, la lucha por la tierra es internacional (participan en “Vía Campesina”, instancia que abarca los cinco continentes), es lucha tecnológica, contra las prácticas que atentan contra la naturaleza (no a los transgénicos y los agro tóxicos), es lucha por la alimentación, y además lucha medio-ambiental y, definitivamente, lucha cultural. Son parte de la lucha emancipadora de los pueblos del mundo.

Llegué a leer en 2005 el libro “Brava Gente. Historia y lucha del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil”, cuyo autor es Joao Pedro Stedile, uno de los dirigentes fundadores del MST, nacido en diciembre de 1953 (70 años). Joao Pedro Stedile encabeza junto a otros líderes del movimiento, la delegación que participa en Venezuela, en esta alianza para el nombrado “Proyecto Patria Grande del Sur”, planteado por el presidente Nicolás Maduro.

Joao Pedro Stedile es descendiente de familia de pequeños agricultores, de origen italiano. Nació en Rio Grande del Sur. Creció y trabajó en la finca de sus padres hasta los 18 años. Tuvo influencia de la iglesia católica y la Teología de la Liberación. Trabajaba en el día y estudiaba en las noches. Obtuvo  el título de economista en la Universidad Católica de Rio Grande del Sur. Entre 1970-1974 ganó una beca y se post-graduó en economía en México (UNAM). Allá fue alumno de Rui Mauro Marini, Vania Bambirra y Theotonio dos Santos, intelectuales afines a la Teoría de la Dependencia.

El “Movimiento Sin Tierra” (MST), como “izquierda social”, ha apoyado los sectores progresistas y específicamente al presidente Ignacio Lula da Silva. Para ellos, Brasil se debate entre el neofascismo que ya experimentaron con Jair Bolsonaro y el nuevo proyecto para desarrollar el país, inmerso en muchas contradicciones. Confían que Lula, aun en alianza hoy con sectores conservadores, pueda atender las necesidades populares.

 

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Las clases dominantes mantienen mucho poder. La lucha contra el latifundio y el agronegocio en Brasil ha sido exigente. Más de 1.700 militantes del MST han sido asesinados, en cuatro décadas y han perseverado. El MST en las elecciones de octubre 2022, obtuvo 6 bancas parlamentarias, entre diputaciones federales y estatales. Aspiran desde estos curules contribuir con los objetivos sociales de la izquierda.

El proyecto binacional del MST y el gobierno venezolano representa una gran oportunidad. El presidente Maduro precisó que 10.000 hectáreas de la Finca “La Vergareña” serán el escenario de las actividades a cumplir. Habrá que esperar los detalles sobre las familias que se integraran a ese gran parcelamiento. Se aspira un positivo efecto agroproductivo y social-comunitario.

Venezuela aspira reforzar y ampliar las comunas, en esa importante zona limítrofe con Brasil. Requerirá obviamente de una infraestructura básica, que le dé estabilidad y consolidación a los planes a desarrollar con una “visión de MST”.

¡MUCHO ÉXITO EN ESTE GRAN PROYECTO!

 

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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.

La Universidad Politécnica Territorial de Falcón “Alonso Gamero” (UPTAG) publicó digitalmente, en noviembre de 2023, su libro “Del Medanal Venimos. Un ensayo autobiográfico reflexivo”.

 

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