«Releer Cubagua» por Laura Antillano

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Releer Cubagua… Se cuenta que el escritor Enrique Bernardo Núñez tenía una noción muy alta de la autocrítica y por ello lanzó al mar la edición completa de uno de sus libros, al que después de editado evaluó como sin valor alguno. Este tipo de anécdotas señalan frecuentemente actitudes de autocrítica profundamente instaladas en el parecer de algunos creadores.

La obra general de Enrique Bernardo Núñez estuvo muy en concordancia con su oficio como periodista, aunque su concepto de ambos caminos de la escritura se mantuvo separado con profunda certeza y acierto.

Cubagua es, definitivamente, su novela de mejor perfil, una perla de nuestra literatura venezolana, cuya lectura manteníamos en los programas universitarios cuando nos tocaba tal tarea.

Su obra señalaba, sin lugar a dudas, un paso de adelanto considerable para la concepción de novela de su época. Nuestra simpatía por la novela Cubagua raya en la sentimentalidad. El escritor introdujo relaciones de tiempo y espacio bastante novedosas, y el estilo general le lleva a mantener su lugar, en el contexto de nuestra narrativa, como obra vanguardista de primera línea en el momento de su lanzamiento.

Enrique Bernardo Núñez era de Puerto Cabello y su contexto presencial, su mirada al paisaje, su conexión con el día a día del país, le señalan como un periodista pendiente del contexto que le tocó vivir.

Como señala Alejandro Bruzual en su denso ensayo sobre el escritor, éste era sumamente autocrítico, y su última obra narrativa, La galera de Tiberio, terminada en 1932 y editada en 1938 en Bélgica, la hizo lanzar, y hablamos de la totalidad de la edición, en el río Hudson en New York, como un acto de autocrítica realmente notable.

De Cubagua se hizo una versión en cine que tuvo más o menos la misma suerte, dado, como les repito, el espíritu de autocrítica del autor.

 

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Seguimos considerándolo un gran adelantado de su época, una conciencia literaria particularmente inteligente, temeraria y audaz.

Su obra general debiera estar en los programas de literatura incluso desde el bachillerato, y probablemente con ella podría enamorarse inclusive a estudiantes de las nuevas generaciones en bachillerato.

Lo que necesitamos es docentes que amén estas lecturas y sepan encontrar en ellas la riqueza fundamental que les es propia. Necesitamos, pues, buenos lectores para hacer nacer buen público lector.

 

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Laura Mercedes Antillano Armas (Caracas, Venezuela, 8 de agosto de 1950) es una escritora venezolana, que ha incursionado en los géneros de ensayo, poesía, cuento, novela y crítica literaria. También ha trabajado como titiritera, guionista de radio y televisión y promotora cultural.

Es licenciada en Letras Hispanoamericanas y Magister en Literatura Venezolana por la Universidad del Zulia (LUZ). Durante 25 años ejerció como profesora de Literatura en el pre-grado de la Facultad de Educación de la Universidad de Carabobo (UC). También coordinó el Postgrado en Literatura Venezolana de la UC (1995-1998), además de ejercer también como Directora de Cultura de la misma universidad (1999).

Es ganadora del Premio Nacional Cultura, mención Literatura, 2012-2014,​ Premio Bienal José Rafael Pocaterra mención Poesía con la obra “Migajas” (2004), Ascesis al Premio Miguel Otero Silva de la editorial Planeta de Venezuela con su novela “Solitaria solidaria” (1990), Premio de Cuento del diario El Nacional con su cuento “La luna no es de pan de horno” (1977), Premio Julio Garmendia de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con el cuento “Caballero de Bizancio” (1975).

Entre su vasta obra publicada se incluyen, entre otros: La bella época (cuentos, 1969), La muerte del Monstruo Come Piedra (novela, 1971 y 1997), Un carro largo se llama tren (cuentos, 1975), Haticos Casa Nº 20 (cuentos, 1975), Los niños y la literatura (estudio, 1978), Maracaibo: Las paredes del sueño (textos, con fotografías de Julio Vengoechea, 1981), Perfume de gardenia (novela, 1982, 1984 y 1996), Dime si adentro de ti no oyes tu corazón partir (cuentos, 1983 y 1992), Cuentos de película (cuentos, 1985 y 1997), Literatura infantil e ideología (estudio, 1987), La luna no es pan de horno (cuentos, 1988), Solitaria Solidaria (novela, 1990 y 2001), ¿Cenan los tigres la noche de Navidad? (cuento infantil, 1990 y 2005), ¡Ay! Que aburrido es leer: El hábito lector y el cuento de la infancia (estudio, 1991), Jacobo ahora no se aburre (cuento infantil, ilustrado por Tony Boza, 1991), Tuna de mar (cuentos, 1991), Diana en la tierra wayúu (novela infantil, 1992), Una vaca querida (literatura infantil, 1996), Apuntes sobre literatura para niños y jóvenes (estudio, 1997), Las aguas tenían reflejos de plata (novela, 2002), Elogio a la comunidad (texto divulgativo, 2004), Poesía completa 1968-2005 (poesía, 2005), Emilio en busca del enmascarado de plata (novela para niños, 2005), La luna no es pan de horno y otros cuentos (antología de cuentos, 2005), La aventura de leer (estrategias de lectura, 2005), Libro de amigo (poesía, 2007), Crónicas de una mirada conmovida (crónicas periodísticas, 2011), Ellas (Semblanzas, artículos, entrevistas, 2013), Las alas de la lectura (estrategias de lectura, 2019), Me haré de aire (cuentos, 2021).

 

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