Los gatos son conocidos por su meticulosa rutina de aseo personal, que incluye un lamido constante para mantenerse limpios. La lengua de un gato esta diseñada para esta tarea.
Dotada de 300 papilas huecas y rígidas, en forma de cono, estas estructuras le permitan mojar con su saliva fácilmente la base de los pelos, facilitando así la limpieza profunda y efectiva del felino. Sin embargo esto no significa que los baños sean completamente innecesarios.
Los gatos suelen tener una aversión natural al agua, lo que convierte el baño en una experiencia estresante tanto para la mascota como para su dueño. Sin embargo, con la técnica adecuada, es posible bañar al felino y hacerlo de manera correcta, asegurando su bienestar y salud.
Bañar a un gato más de una vez al mes no es recomendable debido al riesgo de alergias y dermatitis.
Te compartimos por acá los tips para hacer de este un momento agradable para ambos.
- Preparación: cepilla a tu gato para eliminar pelo muerto y detectar parásitos, evitando bolas de pelo.
- Baño: usa agua templada y champú especial para gatos. Mantén un ambiente calmado para evitar estrés.
- Cuidado de orejas y ojos: limpia alrededor de las orejas con una gasa para evitar que el agua entre en los oídos, Usa una gasa con suero fisiológico para limpiar alrededor de lo ojos, sin tocarlos directamente.
- Higiene dental: Con un cepillo de dientes suaves y producto específico para gatos, limpia los diente cuidadosamente. Si el gato presenta anomalías en el pelaje, oídos u ojos consulta el veterinario.
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Ciudad Valencia / El Observador
