Resulta irónico que el punto de partida de los satélites y las naves espaciales, que desde la segunda mitad del siglo XX han permitido el desarrollo de la aeronáutica, haya sido un misil nazi, el V-2.
Este misil fue creado por el físico alemán Wernher von Braun y fue usado en numerosos bombardeos contra Inglaterra, Bélgica y Francia, dejando miles de muertos y heridos en 1943.
La mayoría de los científicos y políticos del gobierno nazi fueron perseguidos, apresados y hasta ejecutados, pero no von Braun, a quien Estados Unidos consideró útil, olvidó sus crímenes de guerra y le concedió asilo.
Von Braun fue el creador de los cohetes que pusieron satélites y hombres en órbita terrestre, en la Luna y hacia diversas regiones del Sistema Solar, entre 1962 y el presente.
En la desaparecida Unión Soviética, el mismo misil V-2, sumado a varias invenciones del ingeniero de cohetes Aleksei Isaev, también permitió poner en órbita al Sputnik, en 1957, y luego al primer hombre en el espacio, Yuri Gagarin, en 1961.
LEE TAMBIÉN: “EL CID DE LA CONQUISTA DE VENEZUELA”
Los cohetes, sin embargo, no fueron inventados en el siglo XX. Existen desde uno o dos siglos antes de Cristo. Fueron creados por alquimistas chinos que usaron la pólvora descubierta por ellos en la fabricación de diferentes armas, como bombas y flechas de fuego. También inventaron los fuegos artificiales que, originalmente, solo servían para celebraciones religiosas.
Más adelante, y con fines militares, los mongoles utilizaron cohetes, cuando los ejércitos de Genghis Khan conquistaron Rusia y parte de las regiones oriental y central de Europa.
Un detalle: cuando el cohete se emplea en actividades militares, cambia de nombre y se llama misil.
***
Armando José Sequera es un escritor y periodista venezolano. Autor de 93 libros, todos publicados, gran parte de ellos para niños y jóvenes. Ha obtenido 23 premios literarios, ocho de ellos internacionales (entre otros, Premio Casa de las Américas, 1979; Diploma de Honor IBBY, 1995); Bienal Latinoamericana Canta Pirulero, 1996, y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes”, 2012).
Es autor de las novelas La comedia urbana y Por culpa de la poesía. De los libros de cuentos Cuatro extremos de una soga, La vida al gratén y Acto de amor de cara al público. De los libros para niños Teresa, Mi mamá es más bonita que la tuya, Evitarle malos pasos a la gente y Pequeña sirenita nocturna.
«Carrusel de Curiosidades se propone estimular la capacidad de asombro de sus lectores».
Ciudad Valencia / Foto del autor: José Antonio Rosales