Armando Amanaú, tú qué eres un semiólogo social popular, ¿qué estás viendo de interesante en el país?
—Las elecciones presidenciales en puerta, vale. La demostración fehaciente y rotunda del fracaso opositor internacional y local en contra de Venezuela. La reciedumbre del espíritu popular y la inteligencia política del gobierno frente a la brutal embestida fascista de los últimos años.
¿Quién ganará las elecciones?
—Ah, eso es otra cosa y, por supuesto, no es fácil decirlo. Hay una percepción terrible de la gestión gubernamental por la despolitización de gran parte de cierto liderazgo y los vergonzosos casos de corrupción.
Por otra parte, un discurso retórico, insincero y propagandístico, lleno de consignas y evidentemente manipulador, pretende sustituir el lenguaje vivo de un pueblo inteligente y bravo como el venezolano, que ha sido sometido a los mayores vejámenes por la acción del conservadurismo más atrasado del planeta.
¿Con qué cuenta la oposición?
—La oposición está encerrada dentro de sus contradicciones, pues su fuerza es al mismo tiempo su debilidad. En primer lugar, no puede atacar a la corrupción de manera frontal y con espíritu auténtico, porque ella es profundamente corrupta. El saqueo al país por parte de ese sector ha sido público y notorio. Asimismo, su alianza a países foráneos en contra de la nación está firmada y autenticada en documentos de acceso público. Es una oposición ilegítima con respecto al derecho que tiene el pueblo de protestar las malas gestiones y los desmanes de autoridades nefastas y mediocres.
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¿Y las contradicciones del chavismo?
—El gobierno está confiado en la ilegitimidad opositora, pero eso no es suficiente y es un castillo de arena frente al acoso del intervencionismo. Por otra parte, hay un sector en ejercicio político, abiertamente capitalista, que ya ni se viste de rojo. Los extremismos de derecha y de izquierda empiezan a coincidir en un punto del camino. Si los criterios del medio no logran imponerse, la debacle es probable.
¿Puede perder entonces las elecciones el gobierno?
—No es fácil de ninguna manera, pero es absolutamente posible. Si la oposición política venezolana tuviese el liderazgo de un Betancourt, de un Caldera o un Villalba, de un Uslar Pietri o un Teodoro Petkof, el peligro sería inminente. No obstante, más allá de figuras pensantes, la existencia real y concreta del pueblo es lo determinante, no creo que este pueblo olvide que esa derecha retrógrada, incapaz de reconocer sus errores y pedir perdón, lo ha puesto a pasar hambre y enormes calamidades para favorecerse. Lo que es inocultable también es la vocación popular y el interés del gobierno por las mayorías. Una vocación que ella no puede exhibir de ninguna forma. Ojalá sea cierta la conseja según la cual los pueblos no se suicidan.
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Dante en La Comedia
“Antes la guerra se hacía
con las desnudas espadas
Ahora el pan se les quita
a las naciones honradas”.
Amanaú (Coplero)
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Luis Alberto Angulo [Rivas]. Poeta, promotor, animador cultural, editor literario y articulista nacido el 13 de enero de 1950 en Barinitas, estado Barinas, residenciado en Valencia. Autor de los libros Coplas de la edad ligera (2021), Antología del decir (2013), y La sombra de una mano (2005), publicaciones de Monte Ávila Editores (Colección Altazor), así como de Fusión poética (2000) en la Universidad de Carabobo; tomos que compilan su obra poética integrada por una veintena de poemarios. Obtuvo el Primer Premio del IV Concurso Internacional de la Revista Poesía (UC). También es premio nacional de poesía Dr. Francisco Lazo Martí del Ateneo Popular de Calabozo y Primer premio de poesía de la Universidad Rómulo Gallegos en San Juan de los Morros. Ha publicado selecciones poéticas de San Juan de la Cruz, Miguel Hernández, Enriqueta Arvelo Larriva, Ana Enriqueta Terán, Lubio Cardozo y de Ernesto Cardenal (de quién es prologuista de la única edición en vida de su Obra poética completa), así como la antología Rostro y poesía, Poetas de la Universidad de Carabobo.
Ciudad Valencia
